sábado, 12 de mayo de 2012

Numerosas patologías -entre ellas el cáncer- pueden ser eficazmente tratadas con el PAPIMI, un dispositivo electroterapéutico creado por el investigador griego Panos T. Pappas, profesor de Física y Matemáticas en el Instituto Tecnológico del Pireo y especialista internacional en Electromagnetismo y Electrodinámica. Hablamos de un singular aparato que produce pulsos magnéticos de gran amplitud, corta duración y alto poder energético que provocan una recarga de bioenergía en las células sin que exista en el organismo aumento de temperatura y, por tanto, daño térmico.

 El PAPIMI ha demostrado ser eficaz en desórdenes músculo-esqueléticos, dolores crónicos de cuello y espalda, fibromialgia, problemas en las articulaciones, diversos tipos de desórdenes reumatológicos, lupus sistémico, cicatrización de heridas y artritis reumatoide así como en dolencias tan dispares como el asma, las alergias, la pulmonía, el enfisema, las enfermedades obstructivas, la endometriosis, los problemas circulatorios, la hipertensión y otras patologías

La eficacia terapéutica del electromagnetismo para tratar el cáncer y otras enfermedades fue confirmada hace ya años por una investigación realizada por la Universidad del Sur de California que concluyó que paquetes de pulsos electromagnéticos de nanosegundos (millonésima de segundo) pueden pasar a través de la membrana exterior de las células sin dañarlas y modificar su interior... lo que según los investigadores permite tratar de forma efectiva enfermedades como el cáncer o la leucemia. Pues bien, para aquel entonces el investigador griego ya había patentado y distribuido en los propios Estados Unidos, Canadá, México y Europa su dispositivo terapéutico.

 "El PAPIMI -- afirma el propio Pappas- está diseñado para restaurar la carga iónica perdida por la célula a fin de que supere sus problemas. Con abundancia de energía interior -o bioenergía- la célula supera la dificultad eléctrica y se espera que mantenga el equilibrio de la concentración iónica, el equilibrio de potencial de transmembrana y el funcionamiento eficaz de la bomba sodio-potasio". 

Cabe agregar que el PAPIMI actúa por resonancia en la zona dañada. Es decir, el terapeuta sólo tiene que pasar la sonda del aparato por la zona, arriba y abajo, sin necesidad de que exista contacto directo con el cuerpo del paciente. Porque cuando la sonda atraviesa una zona afectada -a nivel externo o interno- se activan automáticamente los pulsos electromagnéticos y el paciente comienza a sentir como pequeños impactos internos en la zona dañada que le pueden producir una pequeña molestia soportable que afortunadamente, tras varias sesiones, termina demostrando su alto valor terapéutico.

 El propio Panos T. Pappas lo explicaría en la ponencia que dictó durante el I Congreso Internacional sobre Tratamientos Complementarios y Alternativos en Cáncer que se celebró en su día en Madrid (España) bajo el patrocinio de la revista española Discovery DSALUD. 


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