jueves, 4 de octubre de 2012

Grasas, fibra, sodio, calorías y azúcares, para comer sano hay que mirar las etiquetas

SupermercadoUna mujer mirando el etiquetado de carne envasada. (GTRES)
  • El etiquetado es la principal fuente de información para los consumidores.
  • Leer las etiquetas de los alimentos cuando realizamos la compra promueve la adopción de una dieta cardiosaludable y la lucha contra el colesterol.
Alimentarnos es un proceso más complejo de lo que pueda parecernos a simple vista. Por delante del proceso de cocinar la comida y del disfrute de comer, tenemos un proceso de concienciación y elección que es fundamental para garantizarnos una alimentación saludable. Antes del qué y cómo comemos está el qué y cómo compramos.

Una dieta saludable puede reducir a la mitad la ingesta de colesterolEn ese sentido las etiquetas son básicas y no nos deben pasar inadvertidas. La Fundación Española del Corazón recuerda que el etiquetado es la principal fuente de información para los consumidores. Aporta información clave para conocer las propiedades de los alimentos y, según las cantidades de grasas, azúcares, fibra, sodio y colesterol, saber si son adecuados para una dieta cardiosaludable.

Una correcta elección de los productos que incorporamos a nuestra dieta permite reducir de forma notable los niveles de grasas que ingerimos (y controlar la obesidad) y la ingesta de colesterol. El exceso de colesterol es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades del corazón y es potencialmente modificable adoptando hábitos de vida y alimentación saludables.

Una elección cardiosaludable reduce hasta un 74% la ingesta de grasas saturadas NUSA es un proyecto desarrollado por las sociedades españolas de Nutrición y Dietética para promocionar la salud mediante diferentes iniciativas orientadas a este objetivo. Meritxell Gómez, experta de este programa, recomienda "tomarse el tiempo adecuado cuando vamos a comprar para saber que lo que acabamos comiendo es saludable y, en el caso del colesterol, bueno para nuestro corazón".

Al leer las etiquetas, es importante fijarse en las cantidades de grasas y azúcares, fibra, sodio y colesterol de los alimentos que nos ayudarán a determinar si se trata de un alimento apropiado para el cuidado del corazón. Una dieta cardiosaludable es aquella que incluye alimentos bajos en grasas saturadas, colesterol y sodio y alimentos ricos en fibra y ácidos grasos esenciales.

¿Qué hay que observar en las etiquetas?

  • Grasas
    En primer lugar, la cantidad y el tipo de grasa presente en el alimento. Las de tipo mono y poliinsaturadas (aceite de oliva, aguacate, frutos secos, etc.), ejercen un efecto beneficioso, ayudando a controlar los niveles de colesterol en sangre. En cambio, las grasas saturadas, que encontramos en productos de origen animal, carnes grasas y algunos aceites vegetales, pueden generar un aumento de los niveles de colesterol.
  • Fibra
    La fibra ayuda a reducir la absorción de colesterol y las grasas saturadas de la dieta. Se recomienda aumentar la cantidad de fibra consumiendo a diario verduras y hortalizas, legumbres y cereales integrales.
  • Sodio
    Una dieta con un alto contenido en sodio (sal) puede aumentar la tensión arterial. La hipertensión es otro factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades del corazón.
  • Calorías
    Un exceso de calorías en la dieta puede generar sobrepeso, especialmente si se combina con sedentarismo. La obesidad abdominal está relacionada con un incremento de riesgo cardiovascular.
  • Azúcares
    Los hidratos de carbono de absorción rápida o azúcares pueden transformarse en grasa en nuestro hígado si se consumen en exceso, lo que puede empeorar la salud cardiovascular.
También es aconsejable tener en cuenta los alimentos en sus versiones magras o desnatadas. En el caso de las carnes, se puede reducir hasta un 20% menos del colesterol aportado de este grupo optando por las variantes magras. Mientras tanto, en el caso de los lácteos, al elegirlos siempre desnatados se pueden reducir diariamente un 80% las grasas saturadas provenientes de estos alimentos. Para reducir el colesterol, los lácteos reductores del colesterol son una buena opción para incorporar a la alimentación diaria.

¿Y qué cantidad?

Los alimentos se clasifican según la cantidad nutricional de cada componente por cada 100gr. o 100 ml. de produc:
  • Bajos en grasas son los que tienen menos de 3 gr. en los alimentos sólidos y menos de 1,5 gr. en los líquidos.
  • Bajos en azúcares son aquellos que contienen menos de 5 mg. de azúcar.
  • Rico en fibra, alimento que tienen un mínimo de 6gr. de fibra por cada 100 gr.
  • Bajos en sodio, contienen menos de 0,12 gr. de sodio.
Una alimentación adecuada junto a hábitos de vida saludables que incluyan la práctica de actividad física y el abandono de hábitos nocivos como el tabaco pueden reducir los niveles de colesterol sanguíneo y mejorar la salud de nuestro corazón.

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/1604847/0/buena-alimentacion/comienza-leer-etiquetas/comprar-sano/

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