miércoles, 16 de julio de 2014

Los Mudras, el yoga de los dedos

Resultado de imagen de MudrasMovimientos coreográficos de las manos, los mudras acompañaban en su origen a la meditación. Gracias a una estimulación suave de los dedos, estos gestos sencillos tendrían efectos beneficiosos sobre el cuerpo y el espíritu.

El término "mudra" procede del sánscrito y significa "sello". Pero si se descompone, es interesante destacar que la palabra mud significa alegría, y ra, provocar.

Los mudras son una especie de yoga de las manos, y practicados de forma regular, permiten sacar partido de los diez dedos para hacer que entre más energía en la vida, calmar el cuerpo y el espíritu y ayudar a regular problemas precisos.

La manera suave

En su origen, existían nueve mudras, llamados los mudras de Buda, destinados a jalonar el proceso meditativo.




Hoy en día, bajo el impulso de los bailarines indios y de los yoguis, se cuentan varias decenas, los cuales tendrían beneficios sobre el cuerpo y el espíritugracias a una estimulación de las zonas reflejas de la mano y de los dedos.

Inútil intentar realizarlos todos a la vez. Lo mejor es seleccionar uno y practicarlo con regularidad durante veintiún días, y luego pasar a otro si se quiere.


El tiempo que se dedica es variable. Para obtener un verdadero resultado, no conviene dudar de hacerlo tres veces al día –por la mañana, el mediodía y por la tarde– entre tres y cinco minutos. Si se necesita de forma puntual, lo mejor es practicarlo durante siete, catorce o veinte minutos. Los mudras se pueden realizar de pie, sentado, tumbado o caminando. Deben realizarse con facilidad, respirando profundamente por la nariz, la presión de los dedos tiene que ser suave. Conviene estar distendido, y nunca crisparse ni cansarse.

Un momento de recarga

Cada mudra es un tiempo de parada, un acto de amor hacia uno mismo que permite adentrarse en las propias fuerzas interiores para regenerarse. Mientras que el tiempo de la preparación es un tiempo en movimiento destinado a recoger las energías (dura menos de un minuto), el mudra en sí mismo es un gesto inmóvil.

Se mantiene la pausa durante uno a cinco minutos. Está claro que más vale estar en un estado de calma y en un atmósfera propicio. Los mudras pueden ayudar a tomar distancia con relación a los problemas de la vida cotidiana.

El efecto de un mudra puede ser inmediato o aparecer tras un cierto tiempo. Entonces, se experimenta un sentimiento de calor: las enfermedades se atenúan, la respiración se calma, el espíritu se hace más claro. Pero también puede ocurrir lo contrario: la persona se siente cansada y se estremece. No hay por qué inquietarse: al cabo de unos instantes, la relajación terminará por instalarse de forma duradera.

El yoga de las manos, también conocido como mudras, es sin duda una excelente terapia alternativa fácil de realizar. ¿Ya la has probado?

http://otramedicina.imujer.com/5897/los-mudras-el-yoga-de-los-dedos

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