miércoles, 13 de enero de 2016

Las entidades parasitarias y la intrusión astral

En la investigación titulada ¿Existen los demonios? se vió que a pesar de la mala interpretación que se ha dado de la palabra demonio, existen ciertas energías o entidades, las cuales han sido estudiadas por el esoterismo y el ocultismo, que tienen influencia sobre los individuos, muchas veces nocivas. 

A estas entidades se les han dado diferentes nombres a lo largo de las edades y en las diferentes regiones, por ejemplo Pizachas, Arcontes, Incubos, etc. Pero incluso en la psicología y la psiquiatría se ha investigado este tema con toda seriedad.

Para entender este tema se necesita saber ciertos términos esotéricos, como los siguientes:

El Cuaternario o los cuatro cuerpos inferiores: son los cuatro “principios” del hombre que forman su personalidad, que son: el cuerpo denso o físico, el cuerpo astral, el prana o principio vital y el cuerpo mental inferior o kama (centro de deseos o pasiones animales). *

Cuerpo astral: también se le llama doble astral, es la sombra o contraparte del hombre o animal. Viene siendo el puente de comunicación entre el alma y el cuerpo.*

Prana: también llamado en ocasiones el cuerpo etérico, es el principio vital, el aliento de vida, la fuerza vital, la vida que impregna todo el cuerpo vivo del hombre, la energía o potencia activa que produce todos los fenómenos vitales. Como un acumulador eléctrico, acumula vida, que distribuye con regularidad y oportunamente por todas las partes del organismo, dirigiendo la corriente vital según las necesidades del cuerpo.*

Plano astral: es la región del universo “inmediata” al plano físico, aunque los planos del universo no son zonas o capas superpuestas, sino más bien esferas concéntricas que se compenetran mutuamente, sin estar separadas unas de otras. En este plano, la vida es más activa, y la forma es más plástica que en el físico. La materia astral es mucho más sutil que la del plano físico, por lo mismo penetra fácilmente todo cuerpo de nuestro plano terrestre. Debido a su extraordinaria ductilidad, las entidades astrales pueden modificar rápidamente su aspecto, porque la materia astral de que están compuestas toma forma bajo cada impulso del pensamiento.*

*Glosario Teosófico.

Estos son algunos términos útiles para entender este tema, aunque faltan más, se recomienda un estudio más profundo. Comenzando con el tema, diremos que la intrusión astral se produce cuando una o varias entidades pertenecientes al plano astral o etéreo se introducen en el campo energético de un individuo, con o sin su autorización, fundiéndose parcial o totalmente con la mente subconsciente.

Esto no implica posesión absoluta, aunque si se puede llegar a dar. Una persona puede desarrollar una vida normal sin ser consciente de que su espacio ha sido ocupado por diversas entidades adheridas a él. Estas entidades se abastecen, como parásitos, de la energía vital del individuo y a través de él se relacionan con el medio externo, para obtener lo que desean.

Existen diferentes tipos de entidades parasitarias, como las entidades oscuras, parásitos semi conscientes, larvas astrales, etc. Pero en esta investigación nos enfocaremos en las más comunes, que son las producidas por la consciencia de entidades humanas desencarnadas, es decir, seres humanos que no han completado el proceso de transición después de la muerte del cuerpo físico, quedando atrapados en el “umbral” o bajo astral. Después de la muerte física, el cuerpo sutil se separa del cuerpo físico, esto quiere decir, los 3 cuerpos inferiores restantes (astral, etérico y mental inferior). Aquí se encuentra registrada toda la información correspondiente a la personalidad o falso yo, con todos los residuos físicos y patrones emocionales de las experiencias acumuladas durante la vida física. Envuelto en este cuerpo sutil, el ser “se dirige hacia la luz” ( esto tiene una explicación profunda que se tendría que tratar en otro artículo) y es aquí donde se puede encontrar con algunas entidades engañosas, que se hacen pasar por guías. Buscan atrapar a aquellos que no posean el conocimiento suficiente para defenderse.

¿Cómo surgen estas entidades parasitarias?

Al morir, el cable astral primario que une al ser o ánimus con el cuerpo físico en la tercera dimensión se comienza a degradar lentamente hasta desintegrarse por completo (esto puede durar semanas o meses). Pero no todos siguen su “camino hacia la luz”, algunos se pierden ya sea por ignorancia o decisión consciente, quedando atrapados entre el umbral (la cuarta dimensión) y la densidad física (tercera dimensión). 

Se le ha llegado a denominar a esta zona el Bajo Astral, estos entes vagabundean por esta zona, pudiendo encontrar algún ser humano al que adherirse para poder seguir disfrutando de las actividades de la vida física. 

De esta forma, el desencarnado se une de forma parcial o total a la mente subconsciente del individuo, ejerciendo determinado grado de influencia en los procesos mentales, emocionales, la conducta y el cuerpo físico. 

Una víctima de esta condición puede resultar totalmente amnésica durante episodios de completa toma de control por parte de la entidad.


Razones por las cuales un individuo no completa la transición:

Muerte repentina: una muerte así toma por sorpresa a la entidad, produciendo un trauma en la consciencia del recién difunto. Esto provoca diversos estados emocionales, como el miedo, desesperación, furia, remordimiento, culpa, etc. Tal vez ni siquiera sea consciente de su muerte física o se niegue a aceptarla. Las emociones que rayan en la obsesión, ya sean positivas o negativas, son un ancla para la entidad. Por ejemplo los apegos, el odio, o las que se mencionaron anteriormente.

Falsos sistemas de creencias: las ideas erradas que las religiones dominantes dan acerca de la vida después de la muerte pueden evitar que la entidad “se dirija hacia la luz”, ya que es probable que la experiencia de la muerte no coincida con las falsas creencias acerca de esta.

La muerte por alcoholismo o sobredosis de droga: esto puede provocar que la entidad conserve el deseo de consumir tales sustancias. En el plano astral no se pueden satisfacer los apetitos del plano material, por lo que la entidad vaga hasta encontrar un sujeto al que adherirse y a través del cual satisfacer sus deseos, en este caso un adicto por ejemplo. Así esta entidad se convierte en un parásito. Lo mismo puede ocurrir con cualquier tipo de apetito u obsesión asociada al mundo material, a la tercera dimensión, como la comida, el dinero, el poder, el sexo, una persona, et.

¿Qué pasa cuando al morir la persona tenía una o varias entidades parasitarias?

En este caso hay varias posibilidades:

El recién difunto puede llevar consigo a la entidad parasitaria hacia la luz y de esta forma rescatarla, pero esto solo si la energía del ánimus del difunto es más fuerte que el parásito, de lo contrario este puede ser un ancla que impida al recién difunto avanzar.

El recién difunto puede separarse de la entidad parasitaria y avanzar sola, entonces la entidad parasitaria se encontrará perdida, por lo que iniciará la búsqueda de otro huésped. Pero si la entidad tiene una fijación con el individuo puede esperar hasta que aparezca un hijo, nieto o familiar. La intrusión puede ocurrir en repetidas generaciones.

Si el difunto se convierte en una entidad parasitaria y a su vez el tenía otra adherida, se pueden unir a otra persona y si esta al fallecer se convierte también en una entidad parasitaria, llegan a originar verdaderas cadenas de entidades parasitarias. Hay que comprender que la energía sutil no ocupa un lugar, ya que no es la realidad física, por lo tanto una persona puede alojar incluso cientos de entidades parasitarias. Se acomodan en el aura y flotan dentro y fuera del cuerpo. Estas se acomodan donde encuentran una debilidad con la cual se identifican, como por ejemplo un accidente o una enfermedad. También pueden situarse en los chakras, atraídos por la energía de uno de ellos.

Causas que atraen a una entidad parasitaria:

Debilidades físicas o psíquicas, enfermedades, depresión, estrés, transplantes de órganos, transfusiones de sangre, cirugías de todo tipo (no se están condenando las tres últimas, solo se mencionan porque se han dado casos).

Sustancias que producen una apertura en el campo bio energético, como anestesias, calmantes, alcohol, drogas, alucinógenos, etc. También ciertas relaciones sexuales promiscuas.

Las sesiones espiritistas y todo tipo de “actividades espirituales” realizadas sin un conocimiento profundo de los mundos invisibles. Canalizaciones, pedir ayuda a los “ángeles”, “santos”, “deidades”, por eso muchas de las ideas promovidas por la “Nueva Era” son en realidad desinformación, se tiene que investigar más a fondo de donde provienen estas ideas por lo mismo.

La exposición a ciertos ambientes donde predominan vibraciones negativas, como las cárceles, funerarias, cementerios, mítines, hospitales, etc.

También los llamados “lazos de amor” pueden ser factor de intrusión astral, ya que se puede inconscientemente invitar a un ser querido a unirse cuando este último ha fallecido, esto debido a rehusarse a dejar partir al ser amado y al dolor producido. Esto no es adecuado ni se le puede llamar un acto de amor, ya que se está interfiriendo con el libre albedrío por ambas partes.

Efectos producidos por las entidades parasitarias:

Causan cambios en la conducta, las actitudes, los deseos, los pensamientos y las emociones, sin embargo el individuo creerá que son sus propios pensamientos y emociones. 

La entidad actúa como una especie de vampiro psíquico, a nivel subconsciente, ejerciendo sobre el todas sus cargas emocionales, mentales y físicas.

También impiden la realización espiritual, y puede alterar el plan de vida del individuo. Puede alterar la orientación sexual, la elección de pareja, etc.

Un parásito puede estar presente sin producir síntomas notables, pero siempre habrá algún grado sutil de influencia.

Las expresiones del rostro y la voz pueden cambiar drásticamente.

Se pueden experimentar imágenes mentales inexplicables, tener la sensación de ser observado, sentir temor repentino, oír voces, ideas suicidas salidas de la nada.

También se manifiestan en los sueños y pesadillas, por ejemplo proyectando la memoria de su muerte en visiones o en los sueños del individuo

Las regresiones para investigar vidas pasadas sin tomar en cuenta estas cuestiones pueden resultar en pura mala información, ya que se puede creer que se está recordando supuestas vidas pasadas, cuando en realidad son recuerdos de la entidad parasitaria que se tiene adherida. 

Quiere decir que los síntomas del paciente pueden ser los de la entidad.

Existen terapias que ayudan a expulsar estas entidades, y el cambio se nota cuando ciertos pensamientos, hábitos, adicciones y obsesiones han desaparecido. 

Hay que recalcar que no importa si al entidad es un familiar, amigo, amante, etc., si tienen buenas intenciones o si quieren brindar apoyo, eso no es excusa para adherirse a un individuo, ya que esto siempre implica absorción de energía, llegando incluso a producir enfermedades físicas o mentales. También se llega a confundir la Intrusión Astral con el Trastorno Disociativo de Identidad, pero son cosas distintas y ya se han investigado las diferencias.

Hay cantidad de evidencia, tanto de parte del ocultismo como de investigadores científicos del campo de la psicología y la psiquiatría, de que la intrusión astral es real. La ignorancia de este tema y los sistemas de creencia errados no hacen inmunes a nadie de la intrusión astral. El sistema que controla las masas utiliza esto a su beneficio, facilitando la intrusión a aquellos que podrían despertar y entender la naturaleza, la realidad, la espiritualidad. Por eso es recomendable el querer saber, el investigar, el tratar de llevar una vida no solo basada en la ignorancia y el materialismo, sino también basada en la espiritualidad y el razonamiento.

Un saludo…Alejandro Zack.

Fuentes:

-Misteriosofía de Manuel Millán
-Glosario Teosófico

Gran Misterio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escapadas y Rutas