domingo, 20 de noviembre de 2016

Zika, mentiras y cintas de video

En relación con el brote de virus zika que se está produciendo en muchos países latinoamericanos, particularmente en Brasil, y que ha saltado recientemente a Europa y a Estados Unidos, hemos escrito recientemente el artículo “El zika, la microcefalia y la guerra de cuarta generación”.

En este artículo llegabamos a algunas conclusiones preliminares, basadas sobre todo en las aportaciones de Jon Rappoport y Jane Burgermeister. Volvemos ahora a plantearlas aquí de manera desglosada, en la medida en que están implicados varios temas distintos y esta exposición pormenorizada puede contribuir a que se comprenda el conjunto de la trama. Las planteamos, por lo tanto, como conclusiones preliminares, pero también como hipótesis, para las que aportamos nuevas referencias y consideraciones que parecen confirmarlas.

Hipótesis

1) Los casos de microcefalia y de síndrome de Guillain-Barré que se han relacionado con el zika, en realidad estarían causados por otros factores, principalmente por la agroindustria transgénica y sus pesticidas y herbicidas.

2) La vinculación entre el zika y estas enfermedades, particularmente la microcefalia, es una cortina de humo mediática para ocultar la que existe con la agroindustria.

3) Para hacer coincidir el aumento de casos de microcefalia con los de zika, se están soltando mosquitos transgénicos que están alimentando artificialmente el brote de zika.

4) La vinculación, carente de rigor científico, entre el zika y la microcefalia, y el hecho de que esta afecta a recién nacidos, supuestamente de madres infectadas por el virus, está siendo utilizada mediáticamente como una campaña de terrorismo eugenésico a nivel global.

Referencias y consideraciones

1) En el primer artículo hemos mostrado las conexiones entre uno de los principales componentes de los herbicidas, el glifosato, y la microcefalia. Jon Rappoport apoya la hipótesis de los herbicidas como una de las causas de la microcefalia. En este sentido, nos recuerda que Brasil es el mayor consumidor de herbicidas y pesticidas del mundo, que el consumo de agroquímicos en el país ha crecido un 162% entre 2000 y 2012, que 22 de los 50 ingredientes activos principales usados en los pesticidas que son utilizados en Brasil han sido prohibidos en la mayoría de los países.




Otras referencias apoyan esta hipótesis, apuntanto también al glifosato, que provocaría precisamente “microcefalia”, “reducción en el tamaño de la cabeza”, “defectos de nacimiento”, “malformaciones del desarrollo”, “malformaciones fetales”, etc..




Rappoport también apunta a la posibilidad de que sea otra vacuna la que provoque la microcefalia. Otros investigadores afirman que podría tratarse de un lote determinado de una vacuna que estuviese contaminado y que estuviese afectando en particular a una región.

Pero lo que está en el trasfondo de esta crisis puede ser lo que sucede a menudo en otras pandemias hollycapitalistas. Lo que provoca las enfermedades es una conjunción de factores tales como la pobreza, la malnutrición, la contaminación industrial, la falta de higiene y de agua potable. Todo esto debilita el sistema inmune y convierte a cualquier receptor de una vacuna en posible víctima de sus efectos, que en condiciones normales de salud habría sido combatida por el sistema inmune. Hay que recordar que las vacunas son por definición agresivas para el organismo, tanto por los virus atenuados como por los adyuvantes que contienen, y que la respuesta a una misma vacuna de un sistema inmune sano y de otro enfermo es radicalmente distinta.

2) Las autoridades sanitarias reconocen que no existe una confirmación científica solida de la vinculación del zika con la microcefalia o el síndrome de GB. Lo único que existe es una coincidencia espacial y temporal. Se da al mismo tiempo y en los mismos pacientes en un número significativo de casos, pero esto no significa que el virus provoque la microdefalia. Tanto la microcefalia como el síndrome de GB se pueden dar por otras causas, de la misma manera que en otras ocasiones en que se han dado casos de zika, no se han dado casos de microcefalia. La vinculación entre ambas no se puede plantear, desde un punto de vista científico riguroso, más que como hipótesis, que tendría que ser demostrada y aceptada por la comunidad científica.


3) Jane Burgermeister y otros autores apoyan esta hipótesis. La empresa Oxitec, adquirida recientemente por Intrexon, situada en Maryland, a pocos kilómetros de Washington D.C. y del conocido laboratorio de guerra biológica Fort Detrick. Como hemos mostrado, esta empresa, con financiamiento de la eugenista Fundación Gates, viene soltando mosquitos transgénicos en Brasil desde 2011. Afirman luchar contra el dengue y reconocen que los mismos mosquitos pueden ser vectores de la fiebre amarilla y chikungunya. Pero curiosamente no hacen alusión alguna a que estos mosquitos también pueden ser vectores del zika. Una omisión muy significativa.



Estos programas de suelta de mosquitos transgénicos se están realizando sin la suficiente información, tanto a los Estados vecinos como a la ciudadanía, sin test previos, levantando grandes suspicacias. Hemos visto en nuestro primer artículo que, según un test de laboratorio, no todas las larvas que nacen de los cruces de mosquitos machos transgénicos y hembras silvestres mueren antes de la edad adulta. Entre el 3 y el 5% sobrevivirían, en la medida en que tuviesen acceso al antibiótico tetraciclina.


Según algunos estudios, la tetraciclina es uno de los principales antibióticos utilizados en la industria ganadera. La tercera parte de la cantidad total de antibióticos utilizados en esta industria es de hecho la tetraciclina. Además, el 75%, o según otros autores el 85%, de la tetraciclina consumida por los animales retorna al entorno a través de la urina o los excrementos.



Todo esto supone que las larvas de mosquito tendrían muchas posibilidades de estar expuestas a la tetraciclina, lo que las haría resistentes al mecanismo letal genéticamente inducido. La propia empresa Oxitec reconoce en un documento confidencial que hasta un 15% de las larvas podrían sobrevivir.


En otras palabras, la suelta de mosquitos transgénicos, que supuestamente estarían luchando contra el dengue, en realidad podría muy bien estar contribuyendo a aumentar el brote de zika. Pues de hecho es el mismo mosquito el que transmite ambas enfermedades. Lo mismo sucedería en el caso de que, como sugieren varios autores, la disminución del mosquito objeto de manipulación genética Aedes aegypti o mosquito de la fiebre amarilla, supondría que su mosquito rival, el Aedes albopictus o mosquito tigre, que también transmite estos virus, ocupase este nicho.

Si comparamos el mapa de los casos de microcefalia reportados en Brasil [fig. A] con el mapa de estas sueltas de mosquitos transgénicos realizadas por Oxitec [fig. B], podemos observar qque son muy similares.

Fig. A. Casos de microcefalia reportados hasta el 5 de diciembre de 2015.

Fuente: Ministério da Saúde e Secretarias Estaduais de Saúde, Brasil.
Fig. B. Sueltas de mosquitos transgénicos en las localidades de Mandacaru, Itaberaba, Jacobina y Piracicaba.
Fuente: Google Maps/Oxitec.



En suma, todo parece indicar, tal como confirma Jon Rappoport, que la coincidencia entre los casos de zika y de microcefalia no se deben a que el primero provoque la segunda, sino a que se están soltando intencionadamente mosquitos que transmiten el zika, con la coartada de luchar contra el dengue. Y que estas sueltas están siendo realizadas precisamente en las áreas en las que se están dando los casos de microcefalia. Provocando artificialmente la vinculación entre los casos de zika y de microcefalia.

Esto no parece descabellado teniendo en cuenta que la principal actividad de Oxitec es producir insectos transgénicos para combatir plagas en la agroindustria y para ello establece relaciones de colaboración con empresas de este sector. Los insectos transgénicos de Oxitec estarían destinados a complementar o sustituir en un futuro a los pesticidas asociados a los cultivos transgénicos. Parece lógico que, en el contexto de estos intereses compartidos, pudieran servir también para ocultar sus daños colaterales.


A todo esto contribuye la falta de rigor que caracteriza a los test víricos. Numerosos autores han insistido sobre este punto, han mostrado que muchos de los virus que supuestamente estarían en la base de enfermedades y pandemias muy conocidas, como la del VIH-SIDA, ni siquiera habrían sido aislados o fotografiados.

Jon Rappoport insiste en la falta de rigor científico de los test de disgnóstico del zika.




4) Las autoridades sanitarias y los medios hollycapitalistas están llamando la atención sobre la vinculación entre en zika y la microcefalia, o el síndrome de Guillain-Barré, sin ningún rigor científico, teniendo en cuenta únicamente la coincidencia entre ambos fenómenos. Coincidencia que, como hemos visto, podría muy bien estar siendo producida artificialmente. A pesar de esta falta de rigor científico en la vinculación entre ambos fenómenos, estamos presenciando el mismo tono de alarmismo y de terrorismo característico de otras pandemias fabricadas y de otros fenómenos ingenierizados en el “capitalismo del desastre” que hoy padecemos. Rappoport lo dice de una manera muy clara: “Cada epidemia falsa es, en parte, concebida para crear miedo e inducir conformidad a los dictados médicos y gobernamentales. El germen es colocado como el «diminuto terrorista» en escena”.

Josep Pamiès ha llamado también la atención sobre estas campañas basadas en el miedo y el alarmismo, y ha mostrado que esta forma de terrorismo no sólo no ayuda a resolver el problema sino que contribuye a la propagación de las enfermedades, en la medida en que debilita el sistema inmune.


Las autoridades y los medios hollycapitalistas están aprovechando esta crisis para alarmar a la población a nivel global. Que Brasil sea la sede de las próximas olimpiadas, el próximo agosto, es posible que no sea una casualidad y que forma parte de la trama para que el efecto de esta campaña eugenésica sea más intenso y global.

Pero el terror mediático tiene como target fundamental a las mujeres en edad fértil. La prensa hollycapitalista nos dice: “las afectadas son dos mujeres de entre 30 y 45 años”.


Las autoridades médicas están desaconsejando a las mujeres viajar a las zonas afectadas por el brote, e incluso que se abstengan de quedarse embarazadas. Además, están recomendándolas que se sometan a los protocolos médicos en materia de fertilidad, gestación, parto, lactancia, etc. que incluyen por supuesto la vacunación.

Que el objetivo de esta campaña sean las madres y sus hijos refuerza nuestras sospechas de que lo que está en el base de este montaje es uno de los objetivos centrales del hollycapitalismo global: la desexualización de la población, la mercantilización y la medicalización de todo el proceso que va de la concepción a la crianza de los niño. En última instancia, la extinción de la maternidad humana y su sustitución por mecanismos artificiales. Hemos mostrado en dos artículos recientes como la infertilidad y la muerte de la maternidad son elementos centrales de la agenda globalista que nos lleva al Nuevo Orden Mundial.



Además, otro de los elementos centrales de la agenda globalista es el control mental de la población a través de dispositivos biotecnológicos, tales como microchips y nanopartículas inteligentes, en coordinación con la geoingeniería y la guerra de quinta generación. De lo que se trata es, en un primer estadio, de controlar los pensamientos, las emociones y los comportamientos de la población, de poder modularlos al antojo de la élite controladora. Pero en última instancia de lo que se trata es de la modificación genética encubierta de los seres humanos. Que las madres y sus hijos sean los objetivos prioritarios de estas campañas se debe a que la modificación genética de los humanos es más eficaz en su gestación y en sus primeros años de vida. La eugenesia es solo parte del juego. Lo verdaderamente importante es el control total de la maternidad como vehículo para el sometimiento al sistema de los humanos.

Que los llamados “medios de comunicación” son hoy medios de propaganda de las élites y de las agendas hollycapitalistas debería estar ya claro a estas alturas. Pero también es necesario comprender que las grandes instituciones internacionales, que aparentan estar al servicio de los ciudadanos, en realidad están controladas y trabajan al servicio de las mismas élites y las mismas agendas.

La Organización Mundial de la Salud se financia mediante “contribuciones señaladas” y “contribuciones voluntarias”. Las “contribuciones señaladas” lo son de los Estados miembros, y son destinadas a fines generales. Pero las tres cuartas partes del presupuesto total de la OMS son “contribuciones voluntarias”, según los datos de los últimos años, y son destinadas a fines específicos. De estas “contribuciones voluntarias” solo un 7% son flexibles. El 93%, según los últimos datos, no son flexibles, sino que se asignan a los fines especificados en los acuerdos que se firman con los contribuyentes. En otras palabras, el 70% del presupuesto de la OMS se destina a proyectos específicos propuestos por los contribuyentes. De estas “contribuciones voluntarias” el 46% son aportadas por los Estados miembros y el 64% por ciento por otras entidades como corporaciones, fundaciones, bancos de inversión y organizaciones internacionales. De las contribuciones de Estados miembros, Estados Unidos aporta 299 millones de dólares, Reino Unido 121, Canada 89 y Alemania 47, frente a los 8 de Rusia y los 7 de China, lo que da una idea del papel geoestratégico que juega la OMS.


Todo esto quiere decir que casi tres cuartas partes del presupuesto de la OMS tienen poco que ver con la “salud” de los habitantes del “mundo” y mucho con los intereses geoestratégicos de algunos Estados y los intereses compartidos de multinacionales y fundaciones. O dicho de una manera más clara: la OMS funciona hoy sobre todo como fachada prestigiosa para las iniciativas de las élites hollycapitalistas occidentales. Y en particular la implementación del Nuevo Orden Mundial. Y en esta agenda globalista sabemos que uno de los elementos fundamentales, desde hace muchas décadas, es la eugenesia. Pero, en última instancia, la tranformación del ser humano en ganado cibernético.

por Pedro Bustamante deliriousheterotopias

Pedro Bustamante es investigador independiente, arquitecto y artista. 

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