jueves, 1 de febrero de 2018

" Vendemos cerdos con Cancer "

Un experimentado carnicero admite que cuando les llega un canal con tumores cancerigenos: “Simplemente quitamos esa parte y le vendemos el resto a los clientes”

Proceso de manipulación de las canales de cerdo para obtener los cortes finales para la venta


Estados Unidos | Más frecuentemente de lo que creemos, las partes de animales que elegimos para comer están repletas de tumores cancerosos. 

De hecho, recientemente, un carnicero de los Estados Unidos encendía las redes al admitir que cuando les llega un ejemplar con tumores cancerigenos, tanto él como muchos otros carniceros al igual que él, despiezan el animal y lo ponen a la venta con normalidad.

“Simplemente quitamos esa parte y le vendemos el resto a los clientes”, afirmaba el carnicero a la vez que explicaba: “Primero, por ahorrar dinero. Y, luego, porque de todas formas los clientes no suelen ver el cadáver de todo el animal”.

Por lo que, si en estos momentos usted se halla en su supermercado de confianza comprando carne o, mejor aún, disfrutando de un buen bistec en su restaurante favorito, es posible que desee reconsiderar sus opciones de dieta.




En el caso de la carne de cerdo, por ejemplo, la manipulación de las canales para obtener los cortes que se comercializan, así como sus denominaciones, pueden llegar a variar según las costumbres de cada país y sus hábitos de consumo, sin que exista normativa oficial alguna que especifique las presentaciones comerciales o la forma de cortarlas.

No obstante, la unificación de criterios de mercado ha establecido un despiece “normalizado” para la comercialización de canales de cerdos magros destinados al consumo de carne fresca, compuesto por unas 17 piezas bien diferenciadas y clasificadas en dos grupos: el de piezas nobles, de un mayor valor económico, como el jamón, el lomo y la paleta, y el de otras piezas de menor valor comercial, que contienen una mayor cantidad de grasa y hueso.

Precisamente, esa relación en entre la cantidad de grasa y músculo, así como su destino final, ya sea para consumo directo o explotación industrial, y su uso culinario, son los elementos que finalmente han de determinar el precio en el mercado de las distintas piezas.

Aunque el concepto “calidad”, según diversas organizaciones que representan a productores y comercializadores de carne, debería englobar la totalidad de las piezas por provenir todas de un mismo animal.

La única forma, de estar 100% seguros de lo que comemos, sería cultivando nuestra propia comida y comiendo solamente en casa. Algo, que se hace mucho más difícil si eres carnívoro y te ha tocado en suerte vivir en una gran ciudad.

Quizá por ello, se ha vuelto más frecuente escuchar a personas decir sentirse mucho mejor y con más energía tras cambiar su dieta a una alimentación basada en frutas, verduras y cereales integrales, con un origen ecológico.

Aún así, para aquellos que prefieren consumir proteínas animales, aunque son numerosos los médicos que sugieren que las mismas pueden ser obtenidas integramente de las plantas, hoy por hoy, contamos afortunadamente con alternativas animales que nos permitirán sentarnos a comer sin tener que preocuparnos de las palabras de nuestro no tan honesto carnicero.

Comprar carne fresca directamente del carnicero, como nos muestra este ejemplo, no es un sinónimo fehaciente de estar comprando productos de calidad. Deshacerse de los animales es costoso. Y, por supuesto, ningún carnicero arrojaría el cuerpo entero de un animal solo porque “había un pequeño problema en una parte del mismo”. Recuerden: ellos están en el negocio para ganar dinero.




No existen leyes que obliguen a los mismos a informar a los consumidores sobre este tipo de contingencias. De existir, supondrían un duro golpe para una profesión que ha visto mermar sus ventas en los últimos tiempos debido al aumento del veganismo y la adopción de planes de alimentación basados ​​en el consumo de alimentos de origen vegetal.

Aunque, las personas que se abstienen de comer animales, generalmente dicen que lo hacen simplemente porque tiene sentido. También es cierto, que alegan sentirse mucho mejor tras elegir una dieta basada únicamente en plantas y alimentos integrales.

Un estudio sanitario llevado a cabo en los Estados Unidos recientemente, arrojó unos datos por demás preocupantes acerca de los productos cárnicos vendidos en ese país. Entre otras cosas, se encontró que las salchichas para perritos calientes, etiquetadas como carne 100% de cerdo, contenían restos de carne de caballo e, incluso, muchas veces ADN humano.

Si consumir animales de granja no es bueno para su salud, piense sólo por un momento lo que puede significar para usted el cosumir productos cárnicos procesados, como las salchichas o las hamburguesas…

Eso es, exactamente. Ha dado usted en el blanco: la industria puede agregar lo que quiera en su composición, gracias a la enorme profusión de hierbas, condimentos y sal que contienen, y cuya única función es el eliminar el desagradable sabor que puedan llegar a tener algunas de las partes de animales utilizadas en su fabricación.

Quizá, sea la hora de reflexionar sobre ello…

REDACCION | ENERO 31, 2018




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