sábado, 2 de junio de 2018

Por qué una ducha con agua fría podría ser más benéfica que una con agua caliente

Cuando está estresado o acaba de realizar una rutina fuerte de ejercicio, saltar hacia una ducha caliente podría parecer lo más natural. El agua caliente promueve el flujo de sangre a la piel, por lo que ayuda a aliviar los músculos cansados y adoloridos y le ayuda a relajarse. 

Sin embargo, podría haber una buena razón para abrir la llave del agua fríacuando se baña después de hacer ejercicio y de forma intermitente.

La exposición a la temperatura fría a través de agua fría y baños helados, también conocidos como inmersión en agua fría o “crioterapia”, es una técnica popular entre los atletas amateur y profesionales, aunque podría brindarle beneficios que mejorarán la salud a casi todas las personas.



¿Por qué tomar una ducha fría después de hacer ejercicio?

El frío funciona al disminuir la temperatura del tejido dañado y al restringir localmente los vasos sanguíneos. Al usar una terapia de frío concentrado en un área, como con una compresa fría, inmediatamente después de una lesión, ayuda a prevenir los moretones y la hinchazón ocasionados por la acumulación de desechos y fluidos. El frío también ayuda a entumecer las terminaciones nerviosas, lo que le brinda alivio del dolor instantáneo y localizado.

A escala del cuerpo completo, sumergirse en una bañera con agua fría disminuye su índice cardiaco y aumenta la circulación, lo que minimiza la inflamación y le ayuda a recuperarse más rápidamente. De hecho, los baños de agua fría parecen ser significativamente más efectivos que el descanso para aliviar el dolor muscular retardado, el cual aparece generalmente entre uno y cuatro días después de hacer ejercicio u otra actividad física.

En un estudio, tras analizar 17 pruebas que involucraron a más de 360 personas quienes descansaron o se sumergieron en agua fría después de un entrenamiento de resistencia, ciclismo o correr, los investigadores encontraron que los baños de agua fría eran mucho más efectivos para aliviar los músculos adoloridos entre uno y cuatro días después de hacer ejercicio.1



¿Qué tan fría debe ser el agua? En este caso, en la mayoría de los estudios se utilizó agua a temperatura de 10 a 15 grados C (50-59 grados F), en la cual permanecieron los participantes durante aproximadamente 24 minutos. Algunas de las pruebas involucraron temperaturas más frías o “inmersión contrastante”, lo que significa, alternar entre agua fría y caliente.

Este estudio no mostró beneficios significativos de la inmersión contrastante en comparación con el descanso, pero algunos expertos creen que alternar el agua fría y caliente ayuda a llevar oxígeno y nutrientes a los órganos internos, mientras que estimula la desintoxicación. Las investigaciones también muestran que puede ayudar a disminuir el dolor y a aumentar la rapidez de la recuperación al disminuir la concentración de lactato en la sangre.2

El agua fría podría aumentar la tolerancia de su cuerpo al estrés y las enfermedades

https://saludactiva.info/una-ducha-agua-fria-podria-mas-benefica-una-agua-caliente/

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