jueves, 19 de julio de 2018

Estos alimentos tienen 'espinas invisibles' que pueden destrozar sus entrañas

El dicho "es lo que come" es uno de los más significativos e instructivos que se nos han transmitido a través de los tiempos, y gracias a un alud de fascinantes y nuevas investigaciones sobre la forma en que los alimentos afectan directamente los genes, ya no puede ser catalogada como una mera expresión metafórica. 

De hecho, la comida proporciona mucho más que solo los "componentes" materiales y el "combustible" para nuestra "máquina corporal"; también es una fuente de información genética, que puede orientar a las células y procesos dentro de su cuerpo, para bien o para mal. 

La diferencia en la respuesta biológica resulta bastante sorprendente cuando se comparan los tipos de alimentos adecuados e inadecuados. 



De hecho, una nueva investigación ha revelado que consumir los alimentos de origen vegetal inadecuados puede alterar directamente su expresión génica, lo que puede provocar una gran cantidad de enfermedades. 

Las moléculas de mi-ARN de sus alimentos pueden controlar hasta 30 % de sus genes 

¡Una innovadora investigación1 ha demostrado que el ARN microscópico en los alimentos de origen vegetal que consume ingresa a su cuerpo y es capaz de afectar la expresión de hasta el 30% de sus genes! 

Antes, era inconcebible imaginar que sus "genes" pudieran verse tan profundamente afectados por las cosas que come. 

Asimismo, el campo de la lectinología nos ha revelado cómo los alimentos de origen vegetal - sobre todo los granos y leguminosas - tienen un conjunto de defensas, similares a "espinas invisibles", que pueden causar daño directo y no inmunológico a una amplia gama de tejidos y órganos dentro de su cuerpo. 

La ciencia ha empezado a comprender cuán profunda es la correlación entre los alimentos, la salud y las enfermedades, además de cómo los nutrientes afectan a los genes, y cómo estos responden a los nutrientes. 

De hecho, este es el campo de estudio conocido como Nutrigenómica - una especialidad que, en mi opinión, escuchará con mucha más frecuencia conforme la ciencia comience a ampliar su entendimiento al respecto. 

Se trata de un nuevo campo emergente que de hecho fue lanzado en 2003 tras la realización del trabajo preliminar del proyecto "Human Genome" (Genoma Humano), que no pudo proporcionar el "santo grial" que la biología moderna tanto buscaba. 

En resumen, el proyecto no pudo identificar un gen para cada proteína en el cuerpo humano, lo que obligó a los investigadores a buscar factores epigenéticos - es decir, "factores ajenos al control del gen" - para explicar cómo se forma el cuerpo, y cómo funciona. ¿Cuál es el factor más importante y que es ajeno al control del gen? Su alimentación. 

Consumir los alimentos vegetales equivocados puede afectar la expresión de su ADN 

Probablemente nunca haya oído hablar del micro ARN - mi-ARN ... pero eso no significa que no haya afectado su salud ... El ARN es una de las 3 macromoléculas más importantes, como el ADN. Los mi-ARN son pequeños trozos de ARN que interactúan con sus genes, en especial al impedir la expresión de ciertos genes. 

El mi-ARN está presente en los fluidos del cuerpo humano de forma natural; por ejemplo, los investigadores han detectado altos niveles de expresión del mi-ARN relacionados con el sistema inmunológico en la leche materna, sobre todo durante los primeros 6 meses de lactancia. Se piensa que este material genético se transfiere de la madre al bebé con el fin de ayudar a modular el desarrollo del sistema inmunológico del neonato. 

La leche de vaca también contiene miRNA, que actualmente está siendo analizado como un posible nuevo estándar para el control de calidad de la leche sin pasteurizar. 

Sin embargo, el mi-ARN también está presente en los alimentos de origen vegetal y por primera vez la investigación ha demostrado que consumir los vegetales equivocados puede transferir este mi-ARN a los seres humanos - con implicaciones potencialmente devastadoras. 

El estudio, publicado en la edición de septiembre de 2011 de la revista Cell Research,2 determinó que los mi-ARN de los alimentos vegetales cocidos como el arroz, el trigo y las papas pueden acumularse en la sangre y tejidos, lo que podría dar lugar a una serie de posibles problemas de salud. 

Además, el estudio reveló que el mi-ARN permanece completamente estable no solo tras el tiempo de cocción, sino también a través del proceso de digestión. Algo aún más relevante es que los investigadores encontraron una cantidad significativa de mi-ARN en el cuerpo humano, y concluyeron que:

"... los micro-ARN de los alimentos de origen vegetal se adquieren principalmente por vía oral, mediante su consumo".Por lo tanto, cada vez que consuma arroz y ciertos alimentos de origen vegetal, como papas y trigo, está ingiriendo material genético que puede "desactivar" ciertos genes. Hasta la fecha, el mi-ARN ha sido implicado en diversas enfermedades como el cáncer y la diabetes e incluso la enfermedad de Alzheimer. Pero, ¿qué es exactamente el mi-ARN, y por qué es tan importante? 



Los "reguladores genéticos" en su arroz, trigo y papas 

Se ha demostrado extensamente que el microARN altera muchos procesos biológicos críticos, como la apoptosis - el proceso de muerte celular programada y fragmentación del ADN. Como resultado, la desregulación de mi-ARN se ha relacionado con el cáncer y otras enfermedades. 

Sin embargo, los mi-ARN también son responsables de regular sus genes a gran escala. Como se mencionó previamente, se ha estimado que los mi-ARN representan menos del 1 % de los genes en los mamíferos, sin embargo, hasta el 30 % de los genes están regulados por ellos. 

De forma sorprendente, se sabe que los mi-ARN regulan el flujo de información genética al controlar la traducción o estabilidad de algo que conocemos como RNA mensajero, que es una molécula de ARN que transporta valiosa información de codificación genética dentro de su cuerpo. 

Además, se ha demostrado que este mi-ARN vegetal interfiere con el microARN humano al mimetizarlo y unirse a los receptores. En el estudio,3 los investigadores examinaron los 2 niveles más altos de estos mi-ARN en participantes humanos y descubrieron que es increíblemente frecuente entre muchos alimentos básicos de origen vegetal. 

Tal y como lo constatan los resultados del estudio, se detectaron 3 mi-ARN en el arroz y otros alimentos, como la col china, el trigo y la papa. Por supuesto, estos son alimentos básicos y sumamente comunes en muchos hogares, no solo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo. 

Esto significa que inadvertidamente puede consumir microARN de alimentos de origen vegetal que podrían estar aumentando su riesgo de cáncer y otras enfermedades. Por si fuera poco, los autores del estudio observaron este efecto en hombres y mujeres sanos e informaron lo siguiente al respecto:
"Tras investigar el perfil global de la expresión del mi-ARN en suero humano, encontramos que los mi-ARN de plantas exógenas estaban consistentemente presentes en el suero de hombres y mujeres con un buen estado de salud".Por lo tanto, lo que come, literalmente, refleja quién es. 

Aunque este hecho se suele pasar por alto, es fundamental para comprender cómo optimizar su salud. Si consume los alimentos adecuados, su salud prosperará; si come los alimentos inadecuados, esta se verá afectada. 

El problema es que el campo de la nutrición está impregnado con la misma magnitud de debate y confusión vehemente que la religión y la política - y en raras ocasiones puede obtener una noción clara de lo que es bueno para usted, como individuo. 

Descubrir cómo perfeccionar una alimentación, sobre todo una adecuada para su persona, puede llevar toda una vida. Por fortuna, la investigación moderna ha comenzado a avanzar en la búsqueda de lo que es bueno para prácticamente todos los humanos, al menos en la mayoría de los casos. Ciertos alimentos parecen ser problemáticos para muchos ... y la mayoría de los granos siguen encabezando esta lista. 

Las lectinas: Las "espinas invisibles" del reino vegetal 

Los mi-ARN son solo un componente de los alimentos de origen vegetal que se extienden más allá del alcance de las vitaminas y minerales ... Por ejemplo, ¿sabía que muchos de los alimentos de origen vegetal que consumimos para alimentarnos, sobre todo granos y legumbres, contienen defensas químicas y físicas para protegerse contra su consumo? 

Estos incluyen anti-nutrientes que interfieren con la digestión de los almidones (anti-amilasa), proteínas (inhibidores de proteasa), minerales (fitato) y muchas otras moléculas similares. En ocasiones el brote, fermentación, cocción y procesamiento pueden reducir y/o eliminar estas sustancias, pero no en todos los casos. 

Existe una categoría, de particular interés, conocida como lectinas. Su nombre proviene de la palabra latina legere, de la cual se deriva la palabra "Seleccionar" - y eso es exactamente lo que hacen, seleccionan (se conectan) a un número muy específico de estructuras biológicas. 

Las lectinas son capaces de alterar la salud de las criaturas que las consumen y por lo general esto lo hacen al atravesar la capa protectora de su tracto digestivo y acceder en la circulación sistémica. 

Por ejemplo, el trigo contiene una lectina excepcionalmente pequeña conocida como aglutinina de germen de trigo o WGA, que es capaz de unirse a las proteínas superficiales de casi todos sus depredadores naturales, como bacterias, hongos, gusanos, insectos, ratones o humanos. 

Todas estas criaturas están compuestas, en parte, del biopolímero n-acetil-glucosamina, y el WGA está diseñado para adherirse - exacta y exclusivamente - a esta glicoproteína (parte azúcar y parte proteína), por lo que esta es la ingeniosa manera en que la naturaleza nos indica: "¡Oye, espera un momento!" - al menos cuando consume cantidades excesivas de plantas gramíneas maduras en forma de semillas como granos de cereales.

"En todas las especies, la naturaleza diseña un conjunto de defensas contra la depredación, aunque no todas son tan evidentes como las espinas de una rosa o los cuernos de un rinoceronte.

Las plantas no tienen la inmunidad mediada por células que tienen formas de vida superiores, como las hormigas, ni tienen el sistema inmunológico secundario de vertebrados con mandíbulas que es impulsado por anticuerpos. Deben depender de una inmunidad innata mucho más simple.

Por este motivo, las semillas de las plantas gramíneas, por ejemplo, arroz, trigo, espelta, centeno, tienen niveles excepcionalmente altos de glicoproteínas defensivas que conocemos como lectinas. Estas 'espinas invisibles' son un ingenioso medio de supervivencia".Las lectinas se descubrieron por primera vez en la cubierta del ricino, que contienen la lectina ricina. La ricina es tan tóxica que solo una dosis del tamaño de unos cuantos granos de sal puede matar a un adulto si se inyecta o inhala. 

De hecho, el ejército de los Estados Unidos la estudió para determinar su posible uso militar en la Primera Guerra Mundial. Al igual que el mi-ARN, las lectinas son capaces de afectar directamente la expresión génica dentro de las células. 

El peligro sumamente latente de los alimentos transgénicos 



Puesto que la investigación ahora demuestra que los mi-ARN están apareciendo en humanos que consumen arroz, se han suscitado interrogantes sobre la forma en que los alimentos que consumimos interactúan con nuestra fisiología. Si bien el estudio de Cell Research no tuvo relación alguna con los alimentos transgénicos, las implicaciones están totalmente relacionadas con ellos. 

Al parecer, el mi-ARN tiene implicaciones peligrosas para la salud humana, por lo que es lógico pensar que la modificación génica, que por definición involucra organismos en los que el material genético (ADN) ha sido alterado, también las puede tener. 

Además, esto da pie a una nueva perspectiva de que los alimentos transgénicos pueden dañar la salud humana, ya que los investigadores han utilizado genes muy similares al mi-ARN para "desactivar" ciertos genes de los alimentos de origen vegetal. 

Tal y como lo publicó el The Atlantic:4

"Los investigadores han estado utilizando este fenómeno en su beneficio al utilizar pequeñas cadenas de ARN modificadas que son prácticamente idénticas a los mi-ARN. En una técnica llamada interferencia de ARN, o eliminación de ARN, estos pequeños trozos de ARN se usan para desactivar o "eliminar" ciertos genes.
El ámbito comercial utilizó por primera vez la eliminación del ARN en 1994 para crear Flavor Savr, un jitomate con un mayor periodo de conservación. En 2007, varios equipos de investigación comenzaron a reportar que el ARN de la planta transgénica había logrado matar a los depredadores insectívoros al eliminar ciertos genes.
Tal y como lo informó el Technology Review del MIT el 5 de noviembre de 2007, los investigadores en China utilizaron el ARN abatido para hacer:

'... plantas de algodón que desactivan un gen que permite que los gusanos eloteros procesen la toxina gosipol, que se produce naturalmente en el algodón. Dichos gusanos que consumen el algodón transgénico no pueden producir las proteínas que procesan las toxinas por lo que mueren'.
Asimismo:
Algunos investigadores de Monsanto y Devgen, una compañía de Bélgica, fabricaron plantas de maíz que silencian un gen fundamental para la producción de energía en gusanos de la raíz del maíz; al consumirse eliminaron a los gusanos en 12 días'. 

En lo que respecta a la genética, los seres humanos y los insectos tienen mucho en común. Si mi-ARN puede sobrevivir en el intestino, entonces muy posiblemente los mi-ARN destinados a influir en la regulación génica de insectos también puedan afectar a los humanos".Asimismo, la investigación en torno al mi-ARN tiene implicaciones en la misma doctrina por la cual las compañías de biotecnología afirman que la inocuidad de los alimentos transgénicos tiene una equivalencia sustancial (la noción de que no los cultivos transgénicos y no transgénicos son iguales). 

Es evidente queda mucho por descubrir sobre cómo el ADN y ARN interactúan con los seres humanos ... y cada vez está más claro que las plantas con ADN alterado no pueden ser "sustancialmente equivalentes" a sus contrapartes naturales. Bajo el mismo orden de ideas, The Atlantic declara:5
"... si empresas como Monsanto desean utilizar procesos como la interferencia del ARN para fabricar plantas capaces de matar insectos mediante vías genéticas que se parezcan a las nuestras, es necesario realizar algún tipo de prueba. 

Un gran punto de partida sería analizar el ADN introducido para otros efectos - mediados o no por el mi-ARN - además de las proteínas específicas que codifican. Pero según el sitio web de Monsanto, la situación vigente dicta lo siguiente: 

'No es necesario analizar la inocuidad del ADN introducido en los cultivos transgénicos. El ADN (y el ARN resultante) está presente en casi todos los alimentos. El ADN no es tóxico y su presencia en sí no representa riesgo alguno'. 

Tomando en cuenta nuestro conocimiento, esta postura resulta arrogante. El tiempo dirá si es algo imprudente. Existen métodos computacionales para investigar si es probable que los ARN no deseados destruyan cualquier gen humano. 

Sin embargo, gracias a esta situación, lo mejor que podemos hacer es esperar que los estén utilizando. Dado que esto también contradice lo que mencionan las etiquetas de los alimentos transgénicos, todo indica que Monsanto quiere que cierre los ojos, abra la boca y trague".¿Qué puede comer para optimizar su expresión génica? 

En vista de que los alimentos que consume terminan convirtiéndose en la fuente de vida de todo su cuerpo, es importante que coma bien no solo para utilizar los nutrientes vitales sino también para optimizar su expresión génica. 

Esta es información de vanguardia, pero cada vez es más claro que los "alimentos" albergan mucho más que solo vitaminas y minerales. La investigación solo ha develado una mínima parte sobre los mi-ARN y sus impactos en la salud humana, sino que la investigación preliminar sugiere que pueden proporcionar un método más por el cual los granos pueden dañar su salud. 

Para la mayoría, parece que una alimentación saludable implica limitar los carbohidratos de los granos y las papas y, en cambio, centrarse en los carbohidratos de fuentes vegetales. 

Esto coincide con el estilo de alimentación "Paleo", que implica centrarse en alimentos que correspondan a su ascendencia genética, como vegetales, frutos secos y carnes de animales alimentados con pastura, mientras que limita los azúcares y granos. 

Los cereales, las papas y el pan no existían antes de que comenzara la agricultura, y existen motivos de sobra para creer que estos alimentos son incompatibles con nuestro antiguo genoma. Necesitamos redescubrir qué alimentos son ideales para nuestros cuerpos, no solo para vivir, sino para desarrollarnos. 



En mi plan de nutrición puede encontrar más información sobre qué consumir para apoyar a la expresión génica. También tenga en cuenta que su alimentación no es más que una de las formas que existen para influir en su expresión génica. 

Sus emociones, medicamentos, exposición a contaminantes e incluso la exposición a la luz del Sol (vitamina D) y suplementos como la curcumina desempeñan un papel en la forma en que se expresan sus genes. 

Fuentes y referencias


Dr. Mercola
mar, 17 jul 2018 00:00 UTC
https://es.sott.net/article/61254-Estos-alimentos-tienen-espinas-invisibles-que-pueden-destrozar-sus-entranas

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