lunes, 13 de agosto de 2018

Trastorno dismórfico corporal

El trastorno dismórfico corporal suele iniciarse en la adolescencia donde la preocupación por nuestro cuerpo empieza a hacer acto de presencia. 

Pero, ¿qué ocurre cuando esto nos limita? ¿Qué pasa cuando no toleramos nuestros defectos o los que consideramos que lo son?

¿Te preocupa en exceso tu imagen? ¿Cada vez que te ves en el espejo no lo soportas?

 Las personas que sufren el trastorno dismórfico corporal sienten una gran ansiedad ante cualquier defecto que puedan tener. Por ejemplo, acné, algún lunar o una nariz que ellos consideran demasiado grande.

El trastorno dismórfico corporal tiene que ver con la autoimagen. Los seres humanos no somos perfectos, pero aún sabiendo esto, muchas veces intentamos esconder o camuflar aquello que consideramos un defecto. El problema de las personas que tienen este trastorno es que esto cobra una importancia completamente irracional.



Cuando la preocupación por nuestro cuerpo empieza a afectarnos de manera importante, evitando que salgamos a la calle, que nos sintamos bien aún con nuestras imperfecciones, esto puede derivar en una baja autoestima, lo que puede ser muy destructivo.

La baja autoestima en el trastorno dismórfico corporal

Cuando una persona con baja autoestima sufre el trastorno dismórfico corporal, va a evitar situaciones que le pueden brindar alguna oportunidad a nivel laboral o personal. De esta manera, se irá aislando de los demás de forma paulatina.

Pero esto no es todo. Una persona con trastorno dismórfico corporal puede empezar a descuidarse en todos los aspectos de su vida, incluida la higiene. Así, en lugar de transformar lo que considera un defecto como algo característico y que le da personalidad, acentuará más esa imperfección.

Para entender a una persona con trastorno dismórfico corporal, vamos a ver algunas de las conductas que suele llevar a cabo. Algunas son muy destructivas:

Se preocupa por defectos que percibe, pero que los demás no ven.
Cree que sus defectos la hacen deforme o desagradable para los demás.
Piensa que cualquier burla está dirigida hacia ella por tener ese defecto.
Se compara constantemente con los demás.
Intenta arrancarse la piel o utiliza productos agresivos para eliminar el defecto.
Esconde sus defectos mediante maquillaje, peinado o determinada ropa.
Tiende a ser alguien perfeccionista.

Es cierto que todos podemos magnificar algún defecto en alguna ocasión. Pero, cuando lo vemos con perspectiva nos damos cuenta de que puede irse con el paso del tiempo (acné o imperfecciones) o nos hace únicos, nos brinda personalidad y a las demás personas les encanta (pecas o una cicatriz).


8 AGOSTO, 2018
https://mejorconsalud.com/trastorno-dismorfico-corporal/

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