martes, 7 de mayo de 2019

Del parto en casa de Meghan Markle al parto judicial «obligatorio» en hospital

Durante las últimas semanas se han sucedido algunas noticias que ponen de relieve el interés por tener más control sobre cómo nacen los bebés y por ejercer el derecho a tener diferentes opciones a la hora de parir. Ayer dio a luz en su casa Meghan Markle.

 La noticia no es que una aristócrata, casada con el príncipe Harry de la familia real británica, de a luz sino que haya elegido su casa y un embarazo y parto lo más natural posible.

La duquesa de Sussex practicó diferentes técnicas de relajación para enfrentarse al parto sin anestesia. Se trata de una educación prenatal completa, diseñada para liberar miedos. 

Según quienes desarrollan estas técnicas, la idea es aportar a las madres y a sus parejas confianza respecto a la llegada de su bebé, permitir que se relajen profundamente y dejen que sus cuerpos den a luz de manera natural, como están diseñados para hacer.

Vaya que nuestra naturaleza es sabia y si las cosas van bien, como sucede en la mayor parte de los partos, se puede dar a luz casi sin intervenciones.

En Inglaterra se promociona el parto lo más natural posible si se trata de uno de bajo riesgo, que como escribo son la mayoría. A mayor intervención mayor riesgo para madre y bebé.




También por economía de recursos ya que tras un parto normal vaginal sin complicaciones a las seis horas la mamá y el niño ya se pueden ir a casa mientras que con epidural, tienen que estar un día en el hospital.

En Reino Unido la epidural es una opción más, no se da por sentado su uso y antes de ofrecerla y se usan otras opciones. Allí el 60% de los partos utilizan anestesia frente al 72% en España. Por supuesto, cada una es muy libre de elegir que de eso es de lo que se trata de que puedan elegirse todas las opciones posibles a la hora del embarazo y alumbramiento.

Qué diferente es la situación en nuestro país. Hace poco tuvimos noticia de la decisión de una juez de ordenar el ingreso hospitalario de una mujer que quería parir en su casa. Como si hacerlo en un hospital fuese casi obligatorio.

 La mujer había planeado un parto domiciliario pero como se superaban en tres días la semana 42 de gestación fue al hospital para un control y le recomendaron la inducción del parto en el hospital (la señora Markle ha parido en su casa varios días después de superar esa fecha).

Así que la policía, tras recibir orden de la jueza que a su vez había recibido la advertencia de los Servicios Quirúrgicos y Críticos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que le presentaron un informe de Obstetricia advirtiendo de la posible muerte del feto, se presentó en la casa de la mujer para conducirla al hospital a parir. Qué estrés para madre y bebé.

Insisto, qué diferentes modos de tratar un asunto crucial como el parto. La legislación inglesa no castiga a la mujer que por su propia decisión decide tener su hijo en casa sola y sin asistencia.

Sólo el año pasado en Londres lo hicieron 200 sin intervención alguna.

Si la parturienta no tiene enfermedades que puedan ofrecer riesgo y el embarazo es normal esa mujer puede no ver un ginecólogo en todo el proceso y su parto será atendido sólo por matronas, cuyo trabajo se extiende al periodo posnatal.

Como indica el médico Juan Gérvas, en España el sistema público ofrece atención al parto sólo en hospitales. Casi siempre se trata de un parto hospitalario «clásico» (en posición tumbada hacia arriba y demás).

Es frecuente -continúa- la violencia obstétrica en forma de excesos como cesáreas innecesarias, episiotomías, inducción del parto, instrumentalización del mismo, profesionales desconocidos que no se presentan, etc. Son casi inexistentes las ‘casas de parto’ anexas a hospitales y llevadas por matronas».




Hoy en España se equipara parto en casa con parto peligroso. Quien desee ejercer su derecho (reconocido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos) al alumbramiento casero ha de correr con el gasto de contratar a la matrona.

En el Reino Unido este tipo de parto es la recomendación oficial y está cubierto por la Seguridad Social. A las gestantes se les ofrece un documento con toda la información científica sobre el parto.

Dar a luz en el domicilio se hace en Bristish Columbia y Ontario (Canadá), Islandia, Holanda, Nueva Zelanda, Reino Unido y Washington (EE.UU.). Con financiación pública e integración en el sistema sanitario.

Creo que todo esto nos lleva a reflexionar sobre la condición humana, su naturaleza, la libertad de las personas para traer a sus hijos al mundo en las mejores condiciones que consideren. Y también sobre el autoritarismo médico y judicial y la medicalización del nacimiento, que se trata casi como una enfermedad mortal.



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