viernes, 13 de septiembre de 2019

Metamizol: usos y efectos secundarios

A diferencia de otros fármacos analgésicos no opiáceos que actúan sobre la síntesis de la prostaciclina, el metamizol no produce efectos gastrointestinales importantes. 

Conócelo todo sobre el famoso Nolotil.

El metamizol es un fármaco que, además de ser un potente antiinflamatorio, también tiene otras acciones farmacológicas. Pertenece a la familia de las pirazolonas que, a su vez, son un grupo de medicamentos dentro de los AINEs o fármacos antiinflamatorios no esteroideos.

El metamizol se utiliza, principalmente, para el tratamiento del dolor y la fiebre. Por otra parte, este medicamento está comercializado en dos formas diferentes: metamizol sódico o metamizol magnésico.

La población en general abusa de una forma considerada del uso del metamizol. Al ser un fármaco bastante potente, está recomendado para pacientes que tienen cólicos, dolores de origen oncológico e internos, así como para reducir el dolor postquirúrgico y combatir la fiebre que no puede ser controlada por otro tipo de medicamentos.




Se sintetizó en el año 1920, pero no fue hasta el año 1922 cuando se introdujo por primera vez en el mercado bajo la marca ‘Novalgin’ en Alemania.

Hoy en día, el metamizol se comercializa bajo numerosas marcas comerciales, como ‘Nolotil’, en todo el mundo y también se vende bajo nombre genérico.

Generalidades de la fiebre

La fiebre es un aumento temporal de la temperatura del cuerpo. Normalmente, se desencadena debido a una enfermedad. En verdad, la fiebre es un mecanismo de defensa que nos permite saber que algo fuera de lo normal está ocurriendo en nuestro organismo.

La temperatura humana considerada como normal es 37 ºC, pero puede tener hasta 1 ºC de variación en individuos sanos. 

Las entidades americanas han definido la fiebre a la temperatura central mayor o igual a 38,3 ºC, justo por encima del límite superior de la temperatura humana normal, independientemente de la causa.

La generación de la fiebre pirógena se produce a través de varios mecanismos. La interacción de pirógenos externos, como pueden ser los microorganismos, o endógenos, como las interleucinas IL o el factor de necrosis tumoral TNF-alfa, junto con una estructura del hipotálamo denominado organum vasculosum de la lámina terminal, conduce a la formación de la fiebre.

Sin embargo, la fiebre no solo se desencadena por una infección, sino que también puede haber otras causas que desencadenen este síntoma, como:

Fiebre asociada a la inflamación.
Inducida por fármacos.
Fiebre después de una lesión cerebral.
Fiebre endocrina.

¿Cómo desencadena el metamizol su efecto en el organismo?

El metamizol actúa sobre el dolor y la fiebre, como ya sabemos. Debe su acción a la capacidad que tiene para reducir la síntesis de prostaglandinas proinflamatorias. Esto lo consigue inhibiendo la actividad de la prostaglandina sintetasa, que es una enzima que cataliza, como su nombre indica, la síntesis de nuevas prostaglandinas.

Las prostaglandinas son unas sustancias de carácter lipídico que participan, entre otros numerosos procesos, en las respuestas inflamatorias, al estimular las terminales nerviosas del dolor, y en la producción de la fiebre.

Sin embargo, el metamizol, a diferencia de otros fármacos AINEs, también es capaz de inhibir la fiebre inducida por lipopolisacáridos. Además, a parte de inhibir la síntesis de prostaglandinas, es un inhibidor no selectivo de la enzima ciclooxigenasa y de esta inhibición deriva su acción analgésica.

Reacciones adversas del metamizol

A pesar de que el metamizol es un medicamento muy seguro, en algunos países de Europa no está comercializado por sus efectos secundarios. 

A diferencia de otros fármacos analgésicos no opiáceos que actúan sobre la síntesis de la prostaciclina, el metamizol no produce efectos gastrointestinales importantes.




Sin embargo, al igual que todos los fármacos que están comercializados, el metamizol también puede desencadenar otro tipo de efectos secundarios que se deben tener en cuenta a la hora de su administración.

El efecto adverso que destaca en el uso de este medicamento, y el que tiene que ser vigilado con más detenimiento, es la agranulocitosis. Además, también puede desencadenar leucopenia y trombocitopenia. Todo estos síntomas son reacciones de hipersensibilidad.

Además, también se pueden desarrollar algunos de los siguientes efectos:

El síndrome de Lyell y Stevens-Johnson.
Crisis asmáticas.
Caídas criticas de la presión sanguínea, que dependen de la dosis.

Conclusión

El metamizol es un fármaco ampliamente utilizado por la población en general para el tratamiento del dolor y la fiebre. No obstante, no debes abusar de él, ya que, como todo medicamento en el mercado, puede desencadenar una serie de efectos adversos. Debes consultar con el farmacéutico o con el médico sobre el uso de metamizol antes de iniciar un tratamiento con él.

12 septiembre, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por la farmacéutica María Vijande


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