domingo, 27 de octubre de 2019

Sensibilidad Dental: ¿cómo controlarla?

La sensibilidad dental se produce ante el estímulos como el frío o el calor. 

Sin embargo, en muchos casos esconde algunas enfermedades de los dientes y encías. En esta ocasión, repasamos su tratamiento.

La sensibilidad dental, también llamada hipersensibilidad, es una sensación de dolor que se presenta en los dientes ante estímulos como el frío, el calor, etcétera.

Aunque muchos casos ocurren tras ingerir determinados alimentos, a veces es la consecuencia de un problema en las encías o el desgaste del esmalte dental. ¿Conoces sus causas y tratamientos? Aquí lo detallamos.

¿Qué es la sensibilidad dental?

La sensibilidad dental es una sensación dolorosa en los dientes que suele aparecer tras estar expuestos a estímulos como el frío o el calor.

Es una sensación dolorosa que se producen ante distintos estímulos por una exposición de la dentina, caries, rotura de cúspides, recesión de encía o bruxismo.

Todas estas patologías tienen en común que se produce una pérdida del esmalte, cemento o encía, que son los materiales dentarios protectores frente a los diversos agentes agresores.

Al perder estos tejidos, los túbulos de la dentina se encuentran expuestos en la cavidad oral y son capaces de conducir estos estímulos hasta la pulpa, que es la parte donde se encuentra la vascularización y las terminaciones nerviosas del diente.




Si el dolor no se asocia únicamente a estímulos como el frío y el calor, apareciendo de forma espontánea, puede que el diagnóstico no sea sensibilidad dental sino que exista otra patología como por ejemplo una pulpitis.

Por ello, la visita al profesional sanitario es importante para poder cribar otro tipo de patologías que puedan coexistir con la hipersensibilidad.

Los estudios han evaluado que entre el 9 y el 30% de los adultos presentan sensibilidad dental.

Suele aparecer entre los 18 y los 40 años.

Factores que producen sensibilidad dental
Restauraciones defectuosas.
Caries.
Enfermedad periodontal.
Bruxismo.
Pérdida de encía.
Erosiones debido al cepillado.
Exposición o ingesta de alimentos ácidos.
Erosión por medicamentos, como por ejemplo la aspirina.
Hábitos como fumar en pipa.
Tratamientos de blanqueamiento dental no realizados correctamente.
Enfermedades como la bulimia por el desgaste del esmalte producido por los ácidos gástricos.

¿Cómo podemos controlar la sensibilidad dental?Acudir a una consulta profesional es determinante para dar un adecuado manejo a la sensibilidad.

El primer paso es identificar la causa de la sensibilidad dentaria. El tratamiento dependerá de cada causa:

Restauración defectuosa: deberemos reponer la restauración.

Si el motivo es la caries: se controlará limpiándola y reconstruyendo el diente.

Enfermedad periodontal: se debe de tratar la enfermedad, bien sea sólo gingivitis o bien sea periodontitis con una limpieza profesional, un raspado y alisado radicular o el tratamiento que necesite cada paciente.

Bruxismo: el control del bruxismo se realiza mediante el uso de férulas de descarga.

Cepillado brusco: es importante educar al paciente en unas correctas técnicas de higiene, evitando cepillados bruscos y con cepillos duros.

Alimentos ácidos: el uso excesivo de alimentos ácidos en la dienta provoca el desgaste del esmalte, la corrección de la dieta en estos casos puede eliminar el problema.

Blanqueamiento dental incorrecto: los tratamientos de blanqueamiento dental siempre deben ser realizados bajo la supervisión de un profesional para evitar efectos secundarios negativos en la cavidad bucal.

Tratamientos sintomáticos

Existen distintos productos comercializables que pueden ser empleados para disminuir la sensibilidad dental. Dentro de ellos encontramos:




Pastas desensibilizantes: bloquean el paso de los estímulos a través de los túbulos dentarios, evitando que alcazen la pulpa y desencadenen el dolor.

Flúor: lo podemos encontrar tanto en colutorios, en pastas dentríficas, geles, etcétera. El flúor es capaz de transformar la hidroxiapatatita del esmalte en fluorhidroxiapatita, que es un componente más duro y que disminuye el paso de los estímulos externos a la dentina, controlando la sensibilidad.

En resumen

Existen varios factores que pueden conducir a la sensibilidad dental. Por eso, para darle un manejo adecuado, es primordial establecer su origen. De este modo, se da un tratamiento a la causa subyacente, a la vez que se brinda un tratamiento propio para la sensibilidad.

Este artículo ha sido verificado y aprobado por el odontólogo Gabriel Alejandro Rojo Pittatore el 26 septiembre, 2019


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