Últimamente muchos hablan de la mente positiva y de la importancia que tiene sobre la salud física, mental y a la hora de obtener lo que queremos.
Sin embargo, pocos saben realmente el poder de la mente positiva, una actitud mental simple, aunque a veces parezca difícil de conseguir.
Ventajas de la mente positiva
Tener una mente positiva nos ayudará a traer a nuestra vida alegria, felicidad, salud y resultados favorables. Si nuestra mente piensa en positivo atraerá, indefectiblemente, el éxito. Sin embargo, no todos creen en el poder de una mente positiva y otros tantos creen, pero no saben cómo llegar a este nivel.
El pensamiento positivo no es algo que se deba practicar en un momento puntual, por eso muchas veces no funciona. El pensamiento positivo es una forma de vida, como quien decide tener una dieta saludable, cepillarse los dientes o salir a caminar.
Tener una actitud positiva ante la vida nos hace más felices y es por esta razón que nuestro cuerpo y nuestras actitudes cambian, cosas que los demás en nuestro entorno perciben. Por eso mismo, generalmente se habla del poder de una mente positiva cuando nos referimos a conseguir un trabajo, salvar un examen o conquistar una chica.
El éxito personal se debe a esta actitud, además de determinadas cualidades que uno tenga. Por ejemplo, por muy bien preparados que estemos para un puesto de trabajo, si vamos con la autoestimabaja y el convencimiento de que no conseguiremos nada a una entrevista, nos daremos cuenta de que probablemente le den el puesto a otro.
Tal vez esta teoría puede sonar un poco a farsa para muchos, sin embargo, solo hace falta detenerse a pensar: ¿preferimos estar cerca de gente amargada, infeliz, quejosa? ¿O, por el contrario, nos encanta la compañía de gente que rebosa felicidad, se la ve en actitudes positivas aún en momentos difíciles y siempre va para adelante?
Hasta ahora hemos hablado de cambios en nuestra vida sentimental y en nuestra mente, pero el físico también sufre enormes cambios. Diversos estudios han demostrado que las personas positivas se enferman menos que las negativas, ya que su actitud de vida fortalece el sistema inmunológico, el cardiovascular y la capacidad del cuerpo para manejar el estrés. Por otra parte, los optimistas se mejoran más rápidamente de la enfermedad. Los optimistas son menos propensos a fumar, beber alcohol, tener una mala alimentación; así como también suelen dormir mejor o hacer más ejercicio.
¿Cómo cambiar nuestra actitud?
Para empezar, debemos estar seguros de que queremos cambiar a una mente positiva, independientemente de lo que los demás a nuestro alrededor digan. Debemos interiorizarnos en pensar situaciones favorables, utilizar palabras positivas, sonreír, cambiar los pensamientos negativos por unos constructivos, hacer repeticiones de afirmaciones.
Ante una mala situación, en vez de deprimirnos, podemos optar por ver lo bueno de la misma: pensar en lo aprendido, analizar si no han habido hechos externos a nosotros que propiciarán la situación, entre otros.
Según diversos estudios, el optimismo tiene que ver en parte con la genética, en parte con la personalidad y un poco también con la crianza y el entorno en la primera infancia.
El poder de la mente positiva es indudable: solo es necesario cambiar de actitud durante una semana y observar los resultados. Sin duda, es necesaria mucha fuerza de voluntad, pero las rápidas mejoras en nuestra vida harán que la lucha por una mente positiva valga la pena.
Fuente: http://www.otramedicina.com/4680/el-poder-de-la-mente-positiva