Durante el último medio siglo, el colesterol ha sido promocionado como un peligro grave para la salud, y la grasa y el colesterol alimentario han sido clasificados como uno de los alimentos "más mortales" para el consumo humano.
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Esto finalmente podría cambiar, ya que las limitaciones sobre el colesterol, probablemente serán removidas de la edición 2015 de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses. En realidad es cuestión de tiempo, ya que 60 años de investigación han fallado completamente en demostrar una correlación entre los altos niveles de colesterol y la enfermedad cardíaca.
El colesterol natural y puro no solo es bueno para la salud cardiaca, en realidad es una de las moléculas más importantes en su cuerpo; indispensable para el desarrollo de células y para producir hormonas del estrés y del sexo, así como vitamina D.
El colesterol también es importante para la salud del cerebro y ayuda con la formación de sus recuerdos. Los niveles bajos de colesterol HDL se han relacionado con la pérdida de la memoria y la enfermedad de Alzheimer y también pueden aumentar el riesgo de depresión, derrame cerebral, comportamiento violento, e incluso el suicidio.
Nuevas guías alimentarias podrían eliminar los límites en el consumo de colesterol
Un borrador[1] de la edición 2015 de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses,[2] creado por el Comité Asesor para las Guías Alimentarias, ahora afirma que "el consumo exagerado de colesterol no porta ninguna preocupación".
Y, de acuerdo con un reciente informe en el Washington Post,[3] un infiltrado afirma que la nueva postura sobre el colesterol permanecerá en el informe final. Como lo mencionó el periodista médico Larry Husten:[4]
"El cambio propuesto refleja un cambio importante en la visión científica del colesterol que se ha aplicado en los últimos años.
Aunque el colesterol sérico aún sigue siendo considerando como un importante factor de riesgo, ahora se cree que el colesterol presente en los alimentos desempeña un papel relativamente insignificante para determinar los niveles sanguíneos de colesterol."Sin embargo, si procesa la grasa saturada o el colesterol y lo calienta al freírlo, entonces, creará productos muy peligrosos que aumentarán claramente el riesgo de enfermedad cardiovascular. Así que esta nueva información no quiere decir que puede comer cualquier tipo de colesterol. Recuerde que las grasas trans son más dañinas para su salud que el azúcar.
Las guías sobre la grasa y el colesterol jamás debieron haber sido emitidas
Steve Nissen, presidente de medicina cardiovascular en la Clínica Cleveland, le dijo aUSA Today:[5] "Es la decisión correcta. Nos dieron las guías alimentarias erróneas. Han estado equivocados durante décadas". Este mensaje fue repetido en la revistaTime, que recientemente reportó que:
"En la última revisión[6] de los estudios que investigaron la relación entre la grasa alimentaria y las causas de la muerte, los investigadores dicen que las guías están mal. De hecho, las recomendaciones para reducir la cantidad de grasa que comemos jamás debieron ser publicadas".Las dietas bajas en grasa tuvieron un auge en 1977, pero de acuerdo con una investigación publicada en la revista Open Heart,[7] dirigida por Zoe Harcombe, PhD,en primer lugar no había fundamentos científicos para recomendar reducir la grasa de la alimentación.
Lo que es peor, la industria de alimentos procesados reemplazó la grasa con grandes cantidades de azúcar, mientras que la Dra. Harcombe no quiere hacer ninguna recomendación sobre la cantidad de grasa que podría ser ideal, ella sugiere que el mensaje final es simplemente "consumir alimentos reales".
Tengo que decir, es gratificante ver que finalmente el mensaje se está repitiendo en todos los medios. Como se informó por la revista Time:[8]
"Entre menos alimentos adulterados y procesados contenga su alimentación, más nutrientes, grasas saludables, proteínas y carbohidratos su cuerpo recibirá y mucho menos tendrá que preocuparse con cumplir las guías o consejos específicos que talvez ni siquiera estén basados en un cuerpo solido de evidencia".La fructosa procesada afecta a su cuerpo al igual que el alcohol
La moda de los alimentos bajos en grasa causó una avalancha de nuevos productos procesados, con la promesa de beneficiar tanto a su cintura como a su corazón. Por desgracia, nada podría estar más lejos de la verdad.
Cuando eliminaron la grasa, agregaron azúcar, y esto causó a un aumento masivo en la obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas y enfermedad del hígado graso no alcohólico. Resulta que su cuerpo metaboliza la fructosa en la misma forma en que metaboliza el etanol, creando el mismo efecto tóxico.
A diferencia de la glucosa, que puede ser utilizada por prácticamente todas las células en su cuerpo, la fructosa sólo puede ser metabolizada por el hígado, debido a que su hígado es el único órgano que la puede transportar.
Dado a que casi toda la fructosa es enviada a su hígado y, si lleva una típica alimentación estilo occidental, y consume una gran cantidad de fructosa, entonces terminara afectando el hígado de la misma manera que el alcohol y otras toxinas.
De hecho, cuando compara los resultados de salud de la fructosa en comparación con el consumo de alcohol, vera que las enfermedades que causan son prácticamente similares:
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La enfermedad hepática no alcohólica se ha convertido en una grave preocupación de salud pública
El Dr. Robert Lustig, profesor de Pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, ha sido pionero en decodificar el
metabolismo del azúcar y ha sido quien ha advertido sobre la fructosa procesada en particular.
En una de sus investigaciones,[9] publicadas en la revista Academy of Nutrition and Dietetics en 2010, el Dr. Lustig describe tres similitudes entre la fructosa y su subproducto fermentado, el etanol (alcohol):
El metabolismo de la fructosa en el hígado es similar al alcohol, ya que ambos sirven como sustratos para convertir los carbohidratos alimentarios en grasa, que promueve la resistencia a la insulina, dislipidemia (niveles anormales de grasa en la sangre) e hígado graso
La fructosa pasa por la reacción de Maillard con proteínas, provocando la formación de radicales libres superóxidos que pueden resultar en inflamación hepática similar al acetaldehído, un metabolito intermediario del etanol
Al "estimular la 'vía hedónica' del cerebro, tanto directa como indirectamente", el Dr. Lustig señaló," la fructosa crea habituación, y posiblemente, dependencia; también de la misma manera que el etanol"Como se informó recientemente en la revista Scientific American,[10] la enfermedad de hígado graso no alcohólico[11] (EHNA) ahora afecta a un estimado de 25 por ciento de las personas en Estados Unidos, incluyendo un estimado del 20 por ciento de niños, que nunca han bebido una sola gota de alcohol. Los casos de hígado graso no alcohólico, incluso se han reportado en niños de tan sólo tres años de edad. Esto puede sonar como una imposibilidad. Pero ¿sabía usted que la mayoría de las fórmulas para bebes contienen la misma cantidad de azúcar que una lata de Coca-Cola?
Lo mismo ocurre con muchos alimentos para niños que pueden contener mucha azúcar y grasas trans dañinas como las galletas de chocolate o las hamburguesas con queso.Los bebés están siendo metódicamente "envenenados" con cantidades exorbitantes de azúcar refinada y fructosa procesada desde el primer día de su vida, así que en realidad no es de extrañar que muchos de nuestros jóvenes tengan problemas de peso y enfermedades relacionadas. Como se explica en la revista Scientific American:[12]
"El hígado grado no alcohólico describe la acumulación de grasa en los hepatocitos, o células del hígado, en cantidades excesivas. Estas grasas típicamente son triglicéridos, que el cuerpo crea y almacena naturalmente calorías que no necesita en ese momento específico. Normalmente estas grasas se convierten rápidamente en energía, pero si el cuerpo se satura con demasiadas calorías y falta de ejercicio, entonces los triglicéridos simplemente nunca serán liberados. En cambio, se acumulan en el hígado y causan hígado graso no alcohólico, que puede causar inflamación, cicatrización, disfunción hepática e incluso cáncer de hígado".Las guías alimentarias fallidas también han provocado malas intervenciones médicas
Dado que la hipótesis del colesterol es falsa, esto también significa que las terapias recomendadas—dietas bajas en grasa, bajas en colesterol y medicamentos para bajar el colesterol—están causando más daño que bien. Por ejemplo, el tratamiento con estatinas, es en gran medida perjudicial, costoso y ha transformado a millones de personas en pacientes cuya salud está siendo afectada negativamente por el medicamento. Como se señala la revista Time, ahora sabemos mucho más acerca del colesterol HDL y LDL, comúnmente conocido como colesterol "bueno" y "malo", respectivamente, aunque también es un poco controversial.
Dependiendo del tamaño de las partículas, el colesterol LDL puede ser perjudicial o inofensivo, entonces el LDL no es necesariamente "malo" en todos los ámbitos. La
cuestión de los tamaños de las partículas se discute más ampliamente en mi entrevista con Chris Kresser, L.Ac., en 2013. Si ya ha revisado sus niveles de colesterol, su médico muy probablemente reviso su nivel de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos. Pero ahora sabemos que esos no son indicadores precisos de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Un indicador mucho más preciso es su número de partículas LDL, la prueba para esto se llama un NMR LipoProfile. Es fácil de conseguir y los principales laboratorios la ofrecen, incluyendo LabCorp y Quest. La mayoría de las pólizas de seguro también cubren la prueba. Lo mejor de todo, incluso si su médico se negara a realizársela, puede pedirla a través de otros intermediarios como DirectLabs, o puede ordenar la prueba en línea y sacarse la sangre en una clínica local. También:
Revise su relación de colesterol HDL y colesterol total. El porcentaje de HDL es un factor de riesgo potente de la enfermedad cardiaca. Sólo divida su nivel de HDL por el colesterol. Lo ideal sería que esta relación estuviera por encima de 24 por ciento.
Aumente el colesterol HDL y disminuya sus niveles de triglicéridos. Los triglicéridos elevados son un factor de riesgo muy potente para las enfermedades cardiacas. En combinación, los niveles altos de triglicéridos y los niveles bajos de HDL son un riesgo aún mayor; esta relación es mucho más importante para la salud del corazón que la proporción estándar entre el colesterol malo y el bueno. De hecho, un estudio encontró que las personas con la proporción más alta de triglicéridos y HDL tenían un riesgo de 16 veces de ataque al corazón que los que tenían una proporción más baja entre los triglicéridos y el colesterol HDL.Calcule su índice de colesterol HDL/triglicéridos al dividir su nivel de triglicéridos por su nivel de HDL. Lo ideal sería que esta relación estuviera por debajo de 2. Así que mientras se esfuerza por aumentar sus niveles de colesterol HDL, también sería importante disminuir sus niveles de triglicéridos. Usted encontrará estrategias para aumentar sus niveles bajos de HDL. Los triglicéridos se reducen fácilmente con el ejercicio y al evitar los granos y azúcares en su alimentación.Las estatinas son basadas en una premisa errónea
Parte de la razón por la qué los medicamentos para bajar el colesterol, como las estatinas son ineficaces para prevenir las enfermedades del corazón (además del hecho de que el medicamento causa enfermedades del corazón como un efecto secundario) es que el medicamento no puede solucionar la causa real de la enfermedad cardíaca, que es la resistencia a la insulina y leptina, que a su vez aumenta el número de partículas LDL a través de una serie de diferentes mecanismos.
Mientras que algunas predisposiciones genéticas pueden desempeñar un papel, la resistencia a la insulina y leptina es principalmente causada por una combinación de factores que son una epidemia en nuestro estilo de vida moderno:
Una dieta alta en carbohidratos procesados y refinados, azúcares/fructosa, harinas refinadas y aceites de semillas industriales
Insuficiente actividad diaria. Estar
sentado demasiado tiempo también es un factor de riesgo independiente que produce cambios bioquímicos que lo predisponen a la resistencia a la insulina y leptina, incluso si esta en buena forma y hace ejercicio regularmente
Carencia crónica de sueño. Estudios han demostrado que incluso una mala noche de sueño puede disminuir su sensibilidad a la insulina al día siguiente, causar antojos y comer en exceso
Toxinas ambientales. Por ejemplo, exposición a BPA, puede alterar la regulación del peso
Mala salud intestinal. Estudios indican que los desequilibrios en su flora intestinal (las bacterias que viven en su intestino) lo pueden predisponer a la obesidad y a la resistencia a la insulina y a la leptina, y los alimentos procesados con alto contenido de azúcar alimentan efectivamente a las bacterias dañinas, lo que les permite tomar el control de su intestinoPara una mejor salud cardíaca, enfóquese en aumentar su HDL
Una dieta saludable es fundamental para la salud óptima, y el paso número uno es ignorar el consejo de llevar una dieta baja en colesterol y baja en grasa. Otras estrategias que le ayudarán a reducir el riesgo de enfermedades cardiacas son las siguientes:[13]
Reemplace los alimentos procesados (que están cargados de azúcar refinada y carbohidratos, fructosa procesada y grasas trans, ya que todos ellos promueven las enfermedades cardiacas) con alimentos enteros, sin procesar o mínimamente procesados, de preferencia orgánicos y/o cultivados localmente.
Evite las carnes y otros productos de origen animal como los productos lácteos y los huevos procedentes de animales criados en las operaciones concentradas de alimentación de animales (CAFO). En cambio, opte por productos de animales alimentados con pastura, criados según las normas orgánicas.
Elimine los alimentos bajos o sin grasa y aumente el consumo de grasas saludables. La mitad de la población tiene resistencia a la insulina y se beneficiaría al consumir del 50 al 85 por ciento de sus calorías diarias en forma de grasas saturadas saludables, tales como aguacates, mantequilla hecha de leche cruda y de vacas alimentadas orgánicamente, productos lácteos sin pasteurizar, yemas de huevo de gallinas camperas, cocos y aceite de coco, aceite de frutos secos orgánicos sin calentar, frutos secos sin procesar y carnes de animales alimentados con pastura. Los alimentos sin o bajos en grasa por lo general son alimentos procesados con alto contenido de azúcar, lo que eleva sus partículas pequeñas y densas de colesterol LDL.
Equilibrar su relación de grasas omega-3 y omega-6 también es clave para la salud del corazón, ya que estos ácidos grasos ayudan a construir las células en las arterias que hacen la prostaciclina que hace que su sangre fluya sin problemas. La deficiencia de Omega-3 puede causar o contribuir a problemas de salud muy graves, tanto mentales como físicos y puede ser un importante factor subyacente de hasta 96,000 muertes prematuras cada año.
También necesita proporciones adecuadas de calcio, magnesio,
sodio y potasio y todos ellos son generalmente abundantes en una alimentación a base de alimentos enteros. Para obtener la mayor cantidad de vegetales frescos en su alimentación, considere el
jugo.
Optimice su nivel de vitamina D. Algunos investigadores, como la Dra. Stephanie Seneff, creen que al optimizar su nivel de vitamina D a través de la exposición al sol regular, en lugar de tomar un suplemento oral, puede ser la clave para optimizar la salud de su corazón. Si opta por un suplemento, también aumentara la necesidad vitamina K2. Mientras tanto, el Dr. Robert Heaney recientemente destacó una investigación que muestra que los animales carnívoros en realidad obtienen un poco de
vitamina D que necesitan a través de la carne que comen. Durante mucho tiempo, la carne no se consideraba una buena fuente de vitamina D, sobre todo porque era muy difícil de medir por que no pensábamos que contuviera cantidades útiles. Él recomienda obtener aproximadamente 5,000 a 6,000 UI de vitamina D al día de todas las fuentes—solo, suplementos y alimentos--con el fin de lograr y mantener un nivel sanguíneo saludable de 40 a 60 ng/ml.
Optimice su salud intestinal. Consumir regularmente alimentos fermentados, como vegetales fermentados, ayudará a repoblar su intestino con bacterias benéficas que pueden desempeñar un papel importante en la prevención de las enfermedades cardiacas y un sinnúmero de otros problemas de salud.
Deje de fumar y disminuya el consumo de alcohol.
Dr. Mercola
mie, 25 feb 2015 14:35 CET
http://es.sott.net/article/36119-Las-nuevas-guias-alimentarias-revierten-las-recomendaciones-fallidas-sobre-el-colesterol