viernes, 31 de mayo de 2019

El consumo diario de 150 gramos de este 'súperproducto' reduce el Riesgo de Infarto

Curiosamente, la dosis de 75 gramos no provocó ningún efecto positivo en la salud de los participantes del estudio.

Imagen ilustrativa.
Pixabay.com / Free-Photos

Científicos de la Universidad de Anglia del Este (Inglaterra, Reino Unido) han descubierto que el consumo diario de 150 gramos de arándanos reduce en un 15 % el riesgo de sufrir enfermedades del sistema cardiovascular, según explican en un estudio publicado en la revista biomédica The American Journal of Clinical Nutrition.

A esos especialistas les interesó el modo en que esta baya afecta a las personas que padecen síndrome metabólico, el conjunto de factores que aumentan el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular, como la hipertensión arterial, los niveles altos de azúcar, las tasas reducidas del colesterol 'bueno' HDL en sangre o el exceso de grasa en la zona de la cintura.




Pixabay.com / elizadean

En esta investigación dividieron a 138 personas de 50 a 75 años que presentaban sobrepeso y síndromes metabólicos en tres grupos.

Los integrantes del primer colectivo comieron una taza de arándanos (150 gramos) al día, los del segundo medio de esos recipientes (75 gramos) y las personas del tercero consumieron un placebo similar por su color y sabor.

"Comer una taza de arándanos por día generó mejoras sostenidas en la función vascular y en la rigidez arterial suficientes para reducir el riesgo de una enfermedad cardiovascular entre un 12 y un 15 %", explicó Peter Curtis, uno de los autores del estudio, a EurekAlert.

Curiosamente, la dosis de 75 gramos de arándanos no provocó ningún efecto positivo en la salud de los participantes, así que Curtis concluyó que solo puede mejorar la salud cardiovascular "consumir una taza de arándanos diaria".

Publicado: 31 may 2019 15:49 GMT


lunes, 27 de mayo de 2019

Qué es el Microbioma y por qué abre la puerta a Curar diversas Enfermedades


Su alteración es responsable del desarrollo de enfermedades gástricas y patologías cardiovasculares, oncológicas e incluso mentales.

Imagen ilustrativa
Pixabay

El descubrimiento del microbioma ha abierto un nuevo paradigma en las ciencias biológicas y la medicina en el siglo XXI, pues está transformando la visión científica de quiénes somos y cómo evolucionamos, así como la posibilidad de encontrar cura a diversas enfermedades como el autismo, el cáncer o la obesidad.

"Estas investigaciones son muy recientes, pero ya hay evidencias circunstanciales que señalan que la microbiota (los microorganismos que conforman el microbioma) es un factor de peso en la salud humana", asegura Alejandro Frank, director del Centro de Ciencias de la Complejidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).




Solo en 2018, se publicaron 5.000 investigaciones sobre el microbioma.

¿Qué es?

Se trata de un universo de microorganismos que son parte de todos los seres multicelulares, incluyendo los humanos, así como su carga genética y la interacción que se tiene con ella.

"Es un ecosistema, por ello, está concatenado: si un elemento es afectado, se afecta todo lo demás", explica el investigador. "Las comunidades de la microbiota forman complejos ecosistemas microbianos en íntima interacción con mucosas y otras superficies del cuerpo", abunda Frank durante la inauguración del festival de arte y ciencia 'El Aleph', que organiza la UNAM.

El microbioma total está constituido por la microbiota del tracto gastrointestinal, nasofaringe, piel, vagina, principalmente, pues existen en todos los órganos y sistemas del cuerpo humano. En el intestino, la microbiota del colon y recto se caracteriza por ser la más numerosa y diversa.


Alejandro Frank durante la conferencia magistral 'Microbioma: no somos un árbol, somos un bosque', dictada este 22 de mayo en la UNAM. / Paola Morales / RT

¿Por qué es importante?

La alteración del microbioma no solo es responsable del desarrollo de enfermedades gástricas, sino también de patologías cardiovasculares, oncológicas e incluso mentales.

Tiene funciones metabólicas indispensables para el ser humano como la sintetización de vitaminas y la sustracción de energía de los alimentos.

"El microbioma participa en la defensa de nuestro organismo, ya que los microorganismos benéficos producen compuestos que son detectados por el sistema inmune, lo cual le mantiene activo", apunta el especialista, quien también es parte de El Colegio Nacional, una institución que agrupa a los científicos, artistas y literatos mexicanos más destacados.

La génesis del microbioma

La transmisión bacteriana empieza en el parto a través del canal vaginal, aunque ya hay estudios que aseguran que la inoculación de bacterias puede empezar 'in utero'. Gracias a la leche materna, esta transmisión sigue hasta colonizar el intestino y la piel del bebé.

Hay estudios, como el publicado en 2016 en la red de investigación de Jama Pediatrics, que apuntan a que los bebés nacidos por cesárea tienen más posibilidades de contraer obesidad, diabetes y/o alergias a lo largo de su vida al no contar con esta "inyección" de bacterias, explica el doctor en física nuclear.

"El parto natural le da al niño una inyección, un traspaso de microbios, sin embargo, se ha planteado que cuando un niño nazca por cesárea se le bañe en los fluidos maternos", refiere.

Somos bacterias

Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencia revelaron en 2016 que un adulto promedio tiene un poco menos de 40 billones de células bacterianas y alrededor de 30 billones de células humanas.

"Cada mes cambia el número de descubrimientos de bacterias, ellas estuvieron antes que nosotros y han evolucionado con nosotros. La evolución no ha ocurrido solo entre los individuos y su especie, sino que se ha llevado a cabo una coevolución con una gran cantidad de microorganismos durante millones de años, en la que se establecen relaciones simbióticas entre el hospedero y su microbioma", expuso Frank.

La mayoría de los billones de microbios que existen no crecen 'in vitro', aclara, sino que requiere de los metabolitos interiores y de otras bacterias y virus. "El cuerpo humano es un bosque interior, un ecosistema, el microbioma se traduce en darnos cuenta de que cada microbio contiene genes y, al modificarlos, se pueden, incluso, hacer modificaciones al sistema nervioso, al pensamiento".
Cuando se rompe la simbiosis

La disbiosis es la pérdida de masa bacteriana benéfica o microbiota intestinal, provocada por el uso desmedido de antibióticos que atacan diversas bacterias y que además puede ser un factor para causar otras enfermedades.

"El mayor culpable de la disbiosis son los antibióticos, principalmente los aplicados en animales, que luego son utilizados en alimentos. La disbiosis es generalizada en el mundo, sobre todo en el primer mundo, por la industrialización de los alimentos", argumenta el físico.

En los últimos años se han publicado artículos que revolucionan el enfoque de muchas enfermedades, al involucrar a la disbiosis intestinal con la severidad de los síntomas autistas.




"Cuando se trastorna el delicado equilibrio natural (del microbioma), patógenos oportunistas, como es el caso de candida - que se detectan en el 96 % de los neonatos- pueden crecer rápida y de forma agresiva, causando daños en la permeabilidad de la mucosa intestinal, permitir el paso de macromoléculas y residuos metabólicos al torrente sanguíneo y generar cambios bioquímicos que se reflejan en agravamiento de la conducta del autista", señala lainvestigación 'Nuevos aportes desde la microbiología para entender el autismo', publicada en 2018.

"Es realmente sorprendente pensar que el autismo pueda estar ligado con una disfunción en el intestino. La esperanza es que la gente que tiene alguna patología pueda ser ayudada, porque es posible que una parte de esa enfermedad se deba a la ausencia de bacterias, a la disbiosis, y podemos mejorar eso y alterar el camino de algunas enfermedades", concluye Frank.

Publicado: 24 may 2019 00:22 GMT

Estudios Científicos Afirman que la Humanidad Pierde Inteligencia









Bacterias intestinales para combatir la Obesidad y el Estrés

El proyecto MyNewGut, coordinado por el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos, muestra la influencia de la microbiota intestinal en el balance energético que regula el peso corporal y en la función cerebral. 

Las bacterias identificadas pueden dar lugar a nuevos probióticos para combatir la obesidad y el estrés, y sus complicaciones, como el síndrome metabólico y la depresión. 

© Wikimedia Commons

La flora intestinal influye en el funcionamiento de los sistemas inmunitario, endocrino y nerviosoUn estudio europeo coordinado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que una microbiota sana contribuye a regular el apetito, el metabolismo de nutrientes como la glucosa, el peso corporal y la inflamación asociada a la obesidad.

 Además, también ha demostrado la influencia en el neurodesarrollo y la respuesta al estrés, que a su vez influye en el futuro riesgo de desarrollar patologías crónicas metabólicas y mentales. 




Los investigadores han identificado nuevas cepas bacterianas intestinales que podrían dar lugar a una nueva generación de probióticos capaces de combatir de una manera más eficaz las patologías crónicas asociadas a la obesidad y el estrés, como el síndrome metabólico y la diabetes, y la depresión. 

Este proyecto, denominado MyNewGut, ha sido financiado por la Unión Europea con nueve millones de euros y coordinado por la investigadora Yolanda Sanz, responsable del grupo de Ecología Microbiana, Nutrición y Salud del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA, Valencia). 

La iniciativa ha revelado importantes hallazgos sobre cómo la microbiota intestinal regula el metabolismo de nutrientes y el balance energético en el organismo humano, y sobre cómo la dieta puede contribuir a reducir el riesgo de padecer enfermedades asociadas a la obesidad y al estrés. 

Reducir la obesidad y controlar la ingesta 

"En este proyecto hemos identificado las características de la microbiota intestinal que, junto a la dieta, contribuyen al riesgo de desarrollar obesidad y sus comorbilidades, y que nos pueden ayudar a predecirla y así poder establecer estrategias dietéticas preventivas en una fase temprana", explica Sanz. 

En concreto, "en uno de nuestros estudios observamos que una dieta poco saludable redujo la diversidad de la microbiota e incrementó la abundancia de proteobacterias, potencialmente inflamatorias, en niños que inicialmente tenían un peso normal y que durante el período de estudio (cuatro años) acabaron desarrollando sobrepeso. Por el contrario, en niños que mantuvieron un peso normal se observaron reducciones de este grupo de bacterias", añade. 

En otro estudio de intervención se ha transferido la microbiota de donantes sanos a individuos con síndrome metabólico, mediante un trasplante fecal. Así se ha demostrado que una microbiota sana aumenta la expresión del receptor de dopamina del cerebro, aumentando el control del apetito y reduciendo la ingesta. 

"Los hallazgos muestran por primera vez en humanos que la microbiota intestinal influye favorablemente en el control del balance energético y así mejora la salud metabólica, regulando el eje intestino-cerebro", destaca Sanz.

 El equipo también ha investigado tanto los efectos de la cantidad de proteínas en la dieta como del tipo de proteínas (de origen animal como la caseína o vegetal como las proteínas de soja), en voluntarios con sobrepeso. 

"Aunque las dietas ricas en proteínas son a menudo efectivas para perder peso, el aumento de la ingesta de proteínas también incrementa la proporción de productos proteicos que alcanzan el intestino grueso y son metabolizados por la microbiota del colon, generando compuestos tóxicos", detalla. 

"Nuestro estudio demuestra, por primera vez, que no solo la cantidad de proteína de la dieta es importante, sino también su calidad, y que esto da lugar a la producción de un mayor o menor número de metabolitos tóxicos para el riñón fruto de la actividad de nuestra microbiota. 

Esto debería tenerse en cuenta en las futuras recomendaciones sobre las dietas altas en proteínas, sobre todo cuando se mantienen de forma prolongada", añade la investigadora. 

La influencia del parto y los antibióticos en la respuesta al estrés 

Los miembros del consorcio MyNewGut también han investigado cómo la microbiota intestinal que está afectada por variables ambientales, derivadas del estilo de vida, como el tipo de parto, pueden influir en la respuesta al estrés. En humanos han demostrado que adultos jóvenes nacidos por cesárea tienen una respuesta al estrés exagerada en comparación con la de jóvenes nacidos por parto vaginal. 

Además, han demostrado que el uso de antibióticos en los primeros días de vida, en niños nacidos por cesárea, tiene conjuntamente un impacto negativo en el neurodesarrollo. 

"Esto es importante, dada la relación entre el estrés y un mayor riesgo de sufrir enfermedades mentales (como la depresión) y metabólicas (como las patologías cardiovasculares), especialmente teniendo en cuenta que el número de partos por cesárea está aumentando en todo el mundo", señala. 

En la UE el porcentaje de partos por cesárea excede el 30%, mientas que la OMS recomienda que no se supere el 12%. En modelos experimentales, también han demostrado que la microbiota es responsable de la depresión asociada a la obesidad, y que su modulación (por ejemplo, con probióticos o antibióticos) mejora las alteraciones del estado de ánimo. 




"En base a todos estos estudios, el equipo del IATA-CSIC ha generado un biobanco de bacterias intestinales humanas, que constituye un valioso material biológico, que podrá ser explotado para combatir la obesidad y las complicaciones metabólicas y mentales asociadas y para otras futuras aplicaciones en nutrición y en la práctica clínica", concluye Sanz. 

Algunas de estas bacterias demuestran regular vías endocrinas, neurales e inmunológicas claves (representadas en la figura) y son el origen de nuevas patentes.

mar, 21 mayo 2019 12:16 UTC


Cuál es la función de los Carbohidratos en la Dieta

Incluir fuentes de carbohidratos en la dieta es determinante para proporcionarle un óptimo nivel de energía al organismo. Sin embargo, es importante elegir variedades que también aporten otros nutrientes esenciales.

Los carbohidratos en la dieta desempeñan una función muy importante. Aunque han existido mitos en torno a su consumo, se trata de uno de los macronutrientes esenciales que no puede faltar dentro de una alimentación balanceada.

Constituyen la principal fuente de energía para el cuerpo, siendo determinantes para el buen rendimiento físico y mental. Además, intervienen en las funciones del metabolismo y son claves en la síntesis de proteínas y lípidos.





De hecho, son la base de la pirámide alimentaria, pues su consumo recomendado debe corresponder al 55% de las calorías diarias requeridas. Por esta razón es importante entender por qué no se deben excluir de la dieta y cuál es su función.

¡Descúbrelo!

¿Qué son los carbohidratos?

Los carbohidratos, también llamados glúcidos, son un macronutriente esencial cuya función principal es aportar energía al organismo. 

Están presentes en todos los alimentos que contienen almidón y azúcares, y pueden ser simples o complejos en función de su estructura química.

El sistema digestivo toma este nutriente y lo convierte en glucosa (azúcar en la sangre). Luego, esta viaja a través del torrente sanguíneo y es utilizada por las células para un óptimo funcionamiento de los órganos vitales.

Características principales de los carbohidratos

Están compuestos de carbono, oxígeno e hidrógeno.
Son determinantes para la vida de las moléculas orgánicas.
Dentro de los carbohidratos completos está la fibra dietética.
Almacenan energía.
Los alimentos de origen vegetal son las principales fuentes de carbohidratos.

Clasificación de los carbohidratos

Los carbohidratos se clasifican en función de su estructura química y del tipo de asimilación que tienen en el cuerpo. Todas las variedades tienen el efecto principal de proporcionarle energía al cuerpo. Sin embargo, algunos están más recomendados en la dieta porque no afectan la digestión ni elevan los niveles de glucosa.

Carbohidratos simples

En este grupo se encuentran los monosacáridos y disacáridos. También se conocen como carbohidratos de absorción rápida y se caracterizan por su alto índice glucémico. Algunos ejemplos son: la fructosa, glucosa, maltosa y lactosa.

Carbohidratos completos

Su índice glucémico es bajo y se recomiendan por su significativo aporte de fibra dietética. Se forman por la unión de varias moléculas demonosacáridos, lo cual obliga al organismo a trabajar más para degradarlos y producir energía. También se conocen como carbohidratos de asimilación lenta.
Función de los carbohidratos en la dieta





Los carbohidratos en la dieta se conocen por su valor energético. Sin embargo, su correcta asimilación también está relacionada con otros aspectos de la salud y las funciones del organismo. Repasemos en detalle las más importantes.

Aportan energía

Este importante nutriente funciona como reserva energética, siendo determinante para todas las funciones del cuerpo. Las células lo pueden emplear al instante porque las despensas energéticas se movilizan con mayor rapidez para producir glucosa cuando es necesario.

Ahorran proteínas

Un aporte adecuado de hidratos de carbono permite que el organismo guarde sus “reservas” de proteína. Si su consumo es deficiente, el cuerpo empieza a utilizar este último nutriente para obtener energía. Un gasto innecesario de proteínas puede derivar muchos inconvenientes en la salud.
Forman parte de tejidos importantes

Los carbohidratos son una parte importante de los tejidos conectivos y nerviosos. Además, también se encuentran, en cierta medida, en las moléculas de ADN y un nucleótido conocido como trifosfato de adenosina (ATP), que el cuerpo usa para obtener energía.

Previenen enfermedades

Un aporte adecuado de este nutriente evita que se presenten descompensaciones que afectan la salud inmunitaria. Los carbohidratos intervienen en la correcta asimilación de varios nutrientes que aumentan las defensas.

Por otro lado, evita la aparición excesiva de cuerpos cetónicos, un tipo de desecho metabólico que se da porque el cuerpo debe utilizar la grasa como fuente de energía. Estos, al acumularse en el cuerpo, pueden causar arritmias cardíacas, cálculos y osteoporosis.

Mejoran la salud digestiva

La fibra alimentaria que contienen algunas fuentes de hidratos de carbono es ideal para regular la salud digestiva. Su asimilación promueve el movimiento intestinal y aumenta el volumen de las heces para evitar trastornos como el estreñimiento.

Por otro lado, reduce la absorción de colesterol y prolonga la sensación de saciedad. Además, fortalece la flora intestinal bacteriana, gracias a la fermentación de algunos tipos de azúcares.
Alimentos para añadir carbohidratos en la dieta




A la hora de añadir carbohidratos en la dieta es fundamental considerar la calidad nutricional del alimento. Aunque muchos contienen este nutriente, solo ciertas variedades le aportan beneficios significativos al organismo.

Carbohidratos recomendados

Cereales o granos integrales
Frutas y vegetales
Legumbres
Frutos secos y semillas
Tubérculos y raíces
Carbohidratos desaconsejados
Dulces y bebidas azucaradas
Pan y productos de bollería industrial
Productos lácteos enteros
Pastas y harinas refinadas

Conclusión

Los carbohidratos en la dieta son esenciales para garantizar un óptimo nivel de energía. Aunque se debe moderar su consumo para no sobrepasar la cantidad recomendada, su inclusión en la dieta es irremplazable. Asegúrate de elegir fuentes de alto valor nutricional.

https://mejorconsalud.com/la-funcion-los-carbohidratos-la-dieta/

domingo, 26 de mayo de 2019

Después de leer este artículo sobre el peligro de los OGM, probablemente nunca más querrá volver a comer alimentos modificados genéticamente

Después de leer este artículo sobre el peligro de los OGM, probablemente nunca más querrá volver a comer alimentos modificados genéticamente


Todos los días, la mayoría de los estadounidenses consumen con entusiasmo alimentos que contienen ingredientes que han sido modificados genéticamente sin tener en cuenta las consecuencias.

 La mayoría de nosotros simplemente asumimos que el gobierno federal nunca nos permitiría comer OMG si no estuvieran a salvo. Desafortunadamente, parece que el gobierno federal nos ha fallado por completo.

 El material que estoy a punto de compartir con ustedes es profundamente perturbador, y después de leer este artículo hay muchas posibilidades de que nunca más quiera volver a comer alimentos genéticamente modificados.

Pero en este punto es casi imposible evitar por completo los OGM, porque están en casi todo. A menos que estén designados específicamente como “orgánicos”, la mayoría de las remolachas de maíz, soja, canola y azúcar que se cultivan en Estados Unidos hoy en día se han modificado genéticamente.




Nos ocuparemos de algunos de los posibles efectos en la salud de comer alimentos derivados de cultivos transgénicos en un momento, pero primero quiero hablar sobre una nueva tendencia que es potencialmente aún más peligrosa.

En los últimos años, los investigadores han estado empujando los límites de la biología para encontrar nuevas alternativas “basadas en plantas” a los productos alimenticios existentes. Esencialmente, la “biología sintética” se está utilizando “para crear formas de vida desde cero”

La hamburguesa vegetariana ” sangrante ” de Impossible , los camarones hechos de algas y los quesos veganosque se derriten se están abriendo camino en los restaurantes y en los estantes de los supermercados, ofreciendo a los consumidores una nueva generación de proteínas de origen vegetal que se ven, actúan y tienen un sabor mucho más parecido La cosa real que nunca antes.

Lo que los consumidores no se dan cuenta, sin embargo, es que muchos de estos nuevos alimentos están hechos con biología sintética, una ciencia emergente que aplica los principios de la ingeniería genética para crear formas de vida desde cero.

Pero, por supuesto, nadie sabe realmente cuáles serán los efectos a largo plazo para la salud una vez que los humanos empiecen a comer “proteínas sintéticas” a gran escala.

Y una vez que estos organismos editados genéticamente comiencen a difundir su material genético en la naturaleza, podría ser una pesadilla ambiental total y total. Según Rebecca Burgess, estas compañías de alimentos “no están considerando el futuro de la contaminación genética”

Rebecca Burgess, la fundadora de Fibershed , que el otoño pasado produjo un informe con el Grupo ETC sobre los peligros de la ropa hecha con materiales modificados genéticamente o derivados de synbio, cuestiona la eficacia de los métodos para evitar que el material editado por genes ingrese al medio ambiente.

 “La preocupación es que están utilizando formas de vida básicas que crecen rápidamente y transfieren genes rápidamente y no están considerando el futuro de la contaminación genética”.

Este es un problema aún mayor en el mundo agrícola, y en este punto, la “deriva genética” se ha convertido en un problema global

La contaminación con OGM está bien documentada. De acuerdo con la Revista Internacional de Contaminación de Alimentos, casi 400 casos de contaminación con OGM ocurrieron entre 1997 y 2013 en 63 países.

Parte del problema es la naturaleza misma de la naturaleza. Muchas plantas son polinizadas por insectos, aves o vientos, lo que permite que el polen de una planta OGM se mueva a los campos vecinos o a la naturaleza.

Esta “deriva genética” ilustra la enorme dificultad de contener la tecnología OGM. No solo es imposible prevenir la deriva genética, sino también una regulación inadecuada que no responsabiliza a las compañías de semillas por los daños resultantes y, en última instancia, atribuye la responsabilidad a los agricultores que han sido víctimas de la contaminación.

Estamos jugando con la vida misma, y ​​realmente no tenemos idea de cómo serán las consecuencias a largo plazo.

Pero lo que sí sabemos es que varios estudios científicos parecen indicar que los alimentos OGM no son saludables. De acuerdo con un documento publicado por la Academia Americana de Medicina Ambiental, los estudios en animales han relacionado los alimentos OGM con toda una serie de problemas de salud

“Varios estudios en animales indican riesgos graves para la salud asociados con los alimentos GM”, ?? incluyendo infertilidad, problemas inmunológicos, envejecimiento acelerado, regulación de la insulina y cambios en los órganos principales y el sistema gastrointestinal.




Ninguno de nosotros se inscribiría voluntariamente en cualquiera de esas condiciones, pero eso es lo que potencialmente estamos haciendo cuando regularmente consumimos alimentos que han sido modificados genéticamente.

Para aquellos que son escépticos, me gustaría que ustedes consideren lo que los científicos descubrieron cuando alimentaron a las ratas con soja modificada genéticamente …

La experiencia de los animales experimentales reales alimentados con GM es aterradora. Cuando la soya GM fue alimentada a ratas hembras, la mayoría de sus bebés murieron dentro de las tres semanas, en comparación con una tasa de mortalidad del 10% entre el grupo control alimentado con soja natural. Los bebés alimentados con GM también eran más pequeños, y más tarde tuvieron problemas para quedar embarazadas.

Cuando las ratas macho fueron alimentadas con soja GM, sus testículos en realidad cambiaron de color, desde el rosa normal al azul oscuro. Los ratones alimentados con soja GM habían alterado el esperma joven.

Incluso los embriones de ratones parentales alimentados con GM tuvieron cambios significativos en su ADN. Los ratones alimentados con maíz transgénico en un estudio del gobierno austriaco tuvieron menos bebés, que también fueron más pequeños de lo normal.

¿Podría ser esto una pista de por qué hay una “crisis de fertilidad” en los Estados Unidos hoy en día?

Los investigadores también han descubierto que el ganado experimentó problemas similares cuando fueron alimentados con cultivos modificados genéticamente

Los problemas reproductivos también plagan el ganado. Las investigaciones en el estado de Haryana, India, revelaron que la mayoría de los búfalos que comían semillas de algodón transgénico tenían complicaciones, como partos prematuros, abortos, infertilidad y úteros prolapsados.

Muchos terneros murieron. En los Estados Unidos, cerca de dos docenas de agricultores informaron que miles de cerdos se volvieron estériles después de consumir ciertas variedades de maíz transgénico. Algunos tuvieron embarazos falsos; Otros dieron a luz bolsas de agua. Las vacas y los toros también se volvieron infértiles cuando se alimentaban con el mismo maíz.

Si esto es lo que nos dice la ciencia dura, ¿por qué demonios nos estamos haciendo esto a nosotros mismos?

Al final, todo se reduce a la codicia. Cuatro corporaciones gigantes tienen un monopolio virtual en el mercado de semillas hoy, y miles de millones de dólares están en juego. Por lo tanto, se gasta una enorme cantidad de tiempo y energía tratando de convencer al público estadounidense de que no hay nada de qué preocuparse, y que se vierten cantidades masivas de dinero en las campañas de los políticos que apoyan los alimentos transgénicos.

Pero no pueden controlar la verdad para siempre, y un número cada vez mayor de médicos están empezando a hablar

Más y más médicos ya están prescribiendo dietas libres de transgénicos. La Dra. Amy Dean, especialista en medicina interna de Michigan y miembro de la junta de AAEM dice: “Recomiendo a los pacientes que coman alimentos estrictamente no modificados genéticamente”.

El alergista de Ohio, el Dr. John Boyles dice: “Solía ​​hacer pruebas para detectar alergias a la soya todo el tiempo”. Pero ahora que la soya está modificada genéticamente, es tan peligrosa que le digo a la gente que nunca la coma “.

La Dra. Jennifer Armstrong, Presidenta de AAEM, dice: “Los médicos probablemente están viendo los efectos en sus pacientes, pero necesitan saber cómo hacer las preguntas correctas”. El biólogo de renombre mundial Pushpa M. Bhargava va un paso más allá.

Después de revisar más de 600 revistas científicas, concluye que los organismos modificados genéticamente (OGM) son un importante contribuyente al deterioro agudo de la salud de los estadounidenses.

Si quieres vivir una vida larga y exitosa , debes cuidar tu salud. Y la mayoría de los estadounidenses ni siquiera se dan cuenta de que el maíz modificado genéticamente realmente ha sido diseñado para producir “pesticidas incorporados en cada célula”

El maíz y el algodón GM están diseñados para producir su propio pesticida incorporado en cada célula. Cuando los insectos pican la planta, el veneno se abre y abre su estómago y los mata.

Las compañías de biotecnología afirman que el pesticida, llamado Bt, producido a partir de bacterias del suelo Bacillus thuringiensis ‘tiene un historial de uso seguro, ya que los agricultores orgánicos y otros utilizan el aerosol de bacterias Bt para el control natural de insectos. Los ingenieros genéticos insertan los genes Bt en el maíz y el algodón, por lo que las plantas matan.

La toxina Bt producida en las plantas GM, sin embargo, es miles de veces más concentrada que el aerosol Bt natural, está diseñada para ser más tóxica, tiene propiedades de alérgenos y, a diferencia del aerosol, no se puede lavar de la planta.

¿Crees que en realidad es seguro comer tal “comida”?

Lamentablemente, las consecuencias para la salud de comer alimentos transgénicos pueden no ser solo temporales. De hecho, un estudio descubrió que los efectos de comer alimentos modificados genéticamente podrían durar mucho más de lo que cualquiera había anticipado


El único estudio publicado sobre alimentación humana reveló cuál puede ser el problema más peligroso de los alimentos transgénicos. El gen insertado en la soya GM se transfiere al ADN de bacterias que viven dentro de nuestros intestinos y continúa funcionando. Esto significa que mucho después de que dejemos de comer OGM, es posible que aún tengamos proteínas transgénicas potencialmente dañinas producidas continuamente en nuestro interior.

En términos más sencillos, comer un trozo de maíz producido a partir del maíz Bt podría transformar nuestras bacterias intestinales en fábricas de pesticidas vivientes, posiblemente por el resto de nuestras vidas.




Personalmente, voy a reevaluar mi propia dieta, porque hacer una investigación para este artículo me ha asustado un poco.