martes, 23 de agosto de 2011

Los Enemigos de un Vientre Plano

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Los chicles
Hacer globos está bien. Pero el aire que entra cuando mascas chicles puede causarte aerofagia. Para que no se te hinche la barriga, evita mascar chicle todo el día.

El alcohol
La cantidad de hidratos de carbono en el alcohol es alta, especialmente en la cerveza, lo que puede reducir tu masa muscular. En términos nutricionales, el alcohol contiene prácticamente tantas calorías como grasas. Además, cuando te tomas una copa, el hígado se encarga de eliminar en primer lugar el alcohol, antes incluso de almacenar los azúcares. Sin olvidar que el alcohol da hambre. Para recuperar la figura, reduce el consumo de alcohol a las comidas.

El tabaco
El tabaco causa desórdenes en nuestra digestión, y si fumamos justo después de las comidas, los gases aparecen de forma inevitable. Por lo tanto, aun cuando el temor a ganar peso al dejar de fumar puede frenarte, a largo plazo le harás un favor a tu vientre, sin contar con el resto de efectos beneficiosos para la salud…

El estrés
Es el responsable de muchos males, pero también puede impedirte lucir un vientre plano. ¿Cómo? Porque el estrés causa desórdenes en el organismo y la digestión. Desregula la sensación de saciedad y nuestra capacidad de almacenamiento. Resultado: cuanto más estresado estés, más hinchado estarás. Para invertir el proceso, aprende a relajarte y a respirar tranquila y profundamente.

La comida rápida
El problema de la comida rápida es que nos proponen menús hipercalóricos y con un alto contenido de grasas. Concentran en una sola comida más de la mitad de las calorías necesarias para un día entero (1010 Kcal y 121 g de carbohidratos para un menú clásico, haz clic aquí para acceder a la calculadora). Por otro lado, la comida no te va a saciar y, en general, sigues teniendo hambre. Así pues, reduce tu consumo de comida rápida, limítalo a una vez por mes.

Las hormonas
Una desigualdad que no envidiamos de los caballeros: sus hormonas influyen directamente en el contorno de su cintura. Por ello, con la edad, los hombres tienden a tener barriga. Dicho esto, mientras que los hombres empiezan a almacenar en la cintura pasados los cuarenta, las mujeres almacenan en los muslos, los glúteos y las caderas, y eso, mucho antes de cumplir los 40…

La leche
La leche, a pesar de que es importante en nuestra alimentación, porque es rica en calcio, puede asimismo acarrear ciertos trastornos digestivos, nada buenos para el equilibrio de tu vientre plano. Por lo tanto, es preferible limitarse a los yogures, la leche fermentada o el queso de cabra.

Los laxantes
¿Tienes la barriga hinchada y sientes que estás estreñida? Resultado: sueles tomar laxantes. Ten en cuenta que solo debes recurrir a ellos como último recurso y con moderación. Porque, además de ser los responsables de la «enfermedad de los laxantes» (consumidos en grandes dosis), igualmente pueden dar lugar a desarreglos digestivos. Antes de recurrir a los laxantes de forma regular, consulta a tu médico.

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