martes, 29 de noviembre de 2011

Cáncer: ¿Aspirina con efecto preventivo en el futuro?

Aún es pronto para asegurar que el popular ácido acetilsalicílico frene la progresión de los tumores, y los médicos piden prudencia, pero ya existen trabajos que demuestran el papel protector de este fármaco contra neoplasias tan agresivas como el colorrectal o la próstata .
 
Piden prudencia ante estos resultados, pero lo cierto es que los resultados aumentan las expectativas sobre uno de los fármacos más populares de la historia de la medicina: la aspirina.

Diversos estudios clínicos apuntan al papel protector del ácido acetilsalicílico contra el tumor de colon. Así diferentes investigaciones han visto la luz recientemente en la revista «The Lancet» han publicado estos datos positivos.

El último de ellos hace referencia a que la toma de este medicamento de forma regular reduce a la mitad el riesgo de desarrollar cáncer hereditario. Los responsables de la investigación de la Universidad de Queen han descubierto en un ensayo clínico, que ha llevado una década, que la toma de una dosis regular tuvo incidencias del 50 por ciento menos de cáncer hereditario en comparación con aquellos que no tomaban aspirina. El estudio involucró a científicos y médicos de 43 centros en 16 países y fue financiado por el Cancer Research del Reino Unido, seguido de cerca de 1.000 pacientes.

Como afirma uno de sus responsables, el profesor Patrick Morrison de la Universidad de Queen en Belfast: «Los resultados de este estudio demuestra que los efectos de la aspirina en los primeros cinco años del estudio no estaban claros, pero en aquellos que tomaron aspirina de entre cinco y diez años, los resultados fueron muy claros».

Sin embargo, ante la expectación creada, los especialistas advierten de los efectos secundarios propios de este medicamento a determinadas dosis, «para cualquiera que esté considerando tomar aspirina yo recomendaría discutir esto con su médico de cabecera para evitar los riesgos de problemas estomacales, como úlceras o los cardiovasculares».

De hecho, desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Fernando Rivera manifiesta que «todavía hay algunas incógnitas sobre cuáles deben ser las dosis y durante cuánto tiempo se ha de tomar para que sea eficaz». Además, indica que no es el único fármaco, ya que hay otros como los AINE’s, los inhibidores COX-2, algunos análogos de la vitamina A y B, entre otros, que también han demostrado el papel protector.

Hacer diana

Frente a una protección general contra el cáncer, los ensayos se encuentran más avanzados corresponden al de colon. Así, la revista británica publicaba una investigación que sostenía que el consumo prolongado de aspirina en pequeñas dosis reduce el número de casos de cáncer colorrectal en un 25 por ciento y la mortalidad causada por la enfermedad en más de un 33 por ciento. Peter Rothwell, máximo responsable del trabajo y perteneciente a la Universidad de Oxford (Reino Unido), se apoyó en el examen de cuatro investigaciones destinadas a observar el efecto del ácido acetilsalicílico en la prevención de los accidentes cardiovasculares y verificó una disminución significativa de los casos y la mortalidad.

Los índices de protección se elevaban hasta el 60 por ciento en otros trabajos, publicados hace menos de un mes en «The Lancet». En esta ocasión fue Sir John Burn, de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), quien lideró el trabajo que midió la eficacia del fármaco a lo largo de más de una década en diferentes grupos de pacientes. Entre las peculiaridades del mismo destaca el hecho de que fuese el primer ensayo controlado aleatorio. «Tomar 600 miligramos de ‘‘Aspirina’’ al día durante 25 meses han reducido substancialmente la incidencia del cáncer hereditario tras 55 meses. No obstante, hay que realizar más estudios para establecer la dosis y duración óptimas del tratamiento», manifiestan los autores del estudio.

En cuanto a los riesgos colaterales de los que advertía el portavoz de la SEOM, tal como indican los responsables de los trabajos de momento no existen datos de efectos adversos tras la finalización del estudio, aunque durante la investigación, como apunta el artículo de la revista científica, no hubo diferencias entre el grupo del fármaco y el de placebo. Aunque dejan claro que antes de tomar ninguna decisión se consulte con el médico de cabecera. «En el caso de aspirina tendremos que poner en la balanza los beneficios en prevención cardiovascular y de cáncer de colon frente a los riesgos de hemorragia gastrointestinal o cerebral por otro. Solo cuando el beneficio supera ampliamente el riesgo podemos pensar que tenemos un paciente candidato a la terapia elegida», apunta Ángel Lanas, coordinador del programa de prevención del cáncer de colon en Aragón.

¿Cómo actúa?

Hay una explicación científica que justifica el uso de este tipo de fármacos en la lucha contra el cáncer. Los científicos buscan sustancias que reduzcan los efectos de la toxicidad del medio ambiente celular y el ácido acetilsalicílico parece que va a ser uno de ellos. Por lo menos para las mutaciones que se producen como resultado de defectos genéticos específicos asociados con formas hereditarias y algunas células del tumor esporádico, como apunta un estudio del «Proceedings of the National Academy of Sciences».

Impedir la acumulación de diferentes tipos mutaciones celulares es el cometido que puede cumplir la aspirina y sus homólogos. Richard Fishel, genetista de la Universidad de Ohio, explica que hay varios estudios que justifican que el fármaco evita ciertas alteraciones genéticas que se da en el cáncer colorrectal, endometrio y de ovarios.

Rivera explica que «el uso de la aspirina estaría justificado en una prevención primaria de los grupos de alto riesgo –con antecedentes y pólipos de repetición– como medida profiláctica junto a los programas de cribado».

Además, Rivera manifiesta que, además, hay en curso estudios que avalan su uso como coadyuvante en los procesos terapéuticos, «pero todavía es pronto para saber cuándo llegará una indicación final para este empleo o como protector. Hasta que no llegue la recomendación final de la sociedad científica o la aprobación por parte de un organismo internacional –como pueda ser la FDA, en EE UU, o la EMEA, en Europa– no se debe actuar.

 Y eso puede llevar una década o unos años, según los resultados que se vayan obteniendo». Por su parte, Lanas precisa que «los datos actuales sugieren fundamentalmente que aspirina previene el desarrollo del cáncer de colon o de sus precursores los pólipos (adenomatosos) del intestino grueso. Los datos que señalan su efecto beneficioso una vez que el cáncer ya se ha desarrollado y se esta tratando mediante terapias convencionales (cirugía y quimioterapia) son todavía muy escasos».

Fuente: La Razon

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