La actual alimentación, abundante en azúcares y harinas refinadas, sumada al estrés predominante en nuestros días son los responsables del “déficit” de la molécula que garantiza, entre otras cosas, el equilibrio en el ánimo.
¿Las consecuencias?
Compulsión, obesidad, depresión, ansiedad. La buena noticia es que el cuadro es reversible
Desde hace años, en los EEUU se están
usando drogas llamadas ahorradores de la serotonina, técnicamente
“inhibidores de la receptación de serotonina”. El famoso Prozac fue el
primero lanzado en los años 90.
A partir de allí los médicos comenzaron a
usar muchas drogas que funcionan un tiempo breve acumulando la
serotonina en el cerebro y mejorando la compulsión por los hidratos de
carbono, la depresión e incluso el síndrome de pánico.
La experiencia demuestra que estas drogas
son muy útiles por un tiempo limitado. La razón de esto es que la
carencia de serotonina no es reemplazada nunca por estas drogas y el
problema de base no es solucionado.
En la actualidad sabemos que asociando a
estas drogas convencionales un aminoácido -llamado 5OH triptófano- se
puede naturalmente producir el aumento duradero de la serotonina, dado
que este nutriente es el ladrillo fundamental en la síntesis de este
neurotransmisor.
La serotonina es una molécula que se
encuentra en todo nuestro cerebro produciendo un equilibrio en el ánimo
por lo que no hay desbalances ni hacia la ansiedad, ni hacia la
depresión. También equilibra cualquier tipo de compulsión hacia los
alimentos, las compras e incluso el sexo.
Es bueno preguntarse la causa de una
carencia epidémica de serotonina (más del 70% de la población de los
EEUU tiene serotonina baja).
Hay dos razones fundamentales para la caída de la serotonina, a saber:
1- La alimentación con azúcares y harinas
refinadas. Todos los productos que contienen azúcar y harinas blancas
alimentan en el intestino bacterias patológicas que alteran la ecología
intestinal produciendo un incremento de bacterias anaeróbicas y matando
las bacterias que tienen como función principal el metabolismo del
triptófano.
El triptófano es una molécula (aminoácido) que todos comemos dado que está presente en la carne, la banana, la leche, el huevo, por lo cual nadie debería carecer del precursor de la serotonina, si este fuera bien absorbido. El problema es que la alteración de la flora bacteriana por los productos industrializados que comemos genera la mala absorción del triptófano y por esta razón, no llega al sistema nervioso donde se producirá la síntesis de serotonina y de ahí sus acciones.
El triptófano es una molécula (aminoácido) que todos comemos dado que está presente en la carne, la banana, la leche, el huevo, por lo cual nadie debería carecer del precursor de la serotonina, si este fuera bien absorbido. El problema es que la alteración de la flora bacteriana por los productos industrializados que comemos genera la mala absorción del triptófano y por esta razón, no llega al sistema nervioso donde se producirá la síntesis de serotonina y de ahí sus acciones.
2- La segunda causa de la epidemia de
baja serotonina es el estrés. Cuando una persona está nerviosa,
angustiada, ansiosa e incluso insomne naturalmente se produce el aumento
de una hormona denominada cortisol. En la actualidad sabemos que el
cortisol ejerce sobre el cerebro una acción tóxica, que llega a producir
la muerte neuronal. Por esta razón, el cortisol siempre va a generar la
disminución de la química cerebral en general. La serotonina es una de
las primeras sustancias que baja cuando hay exceso de cortisol en el
cerebro.
Obviamente, sabemos que en las ciudades
tenemos máximos picos de estrés y que la civilización llevó hacia una
forma de vida estresante, sin descanso, sin ejercicio, muy diferente a
la vida que llevaban nuestros antepasados y esto evolucionó hacia esta
epidemia de carencia de serotonina.
El estrés produce la elevación del
cortisol, esta hormona es neurotóxica, o sea que mata neuronas y antes
de ello, destruye la serotonina.
Este círculo vicioso se genera por
factores estresores externos que debemos revertir ya sea con un cambio
de perspectiva del mismo o con un cambio radical de vida. Con esto
quiero decir que uno puede hacer terapias de diferentes tipos para no
darle importancia a situaciones estresantes o directamente, si las
situaciones son irremediables, darles un cambio radical.
Una vez que compensamos la disminución de
serotonina y está en niveles normales, el estrés puede disminuirla
fácilmente en unos 2 a 4 meses y todo vuelve a empezar. Por esta razón,
todo tratamiento que genere un aumento de los niveles de serotonina debe
ser acompañado por técnicas que ayuden a disminuir el estrés pasándolo
de un estrés desadaptado a niveles adaptados de estrés.
La serotonina es una molécula que se
encuentra en nuestro cerebro, en nuestro aparato digestivo y en las
plaquetas (organelas de la coagulación).
La principal función de esta molécula es
servir de mensajero entre las neuronas produciendo un equilibrio de toda
la química cerebral, por lo que gracias a la serotonina normal podemos
sentirnos tranquilos, dormir bien, disfrutar de las cosas sin
obsesionarnos en forma compulsiva por nada.
Dar vuelta este círculo vicioso es
fundamental para prevenir muchas enfermedades, principalmente, la
obesidad y la diabetes. Por esta razón el tratamiento de la carencia de
serotonina por medio del uso del 5OH triptófano, será fundamental en el
futuro.
Los pasos del tratamiento deben continuar
por el cambio en los hábitos alimentarios, eligiendo los hidratos de
carbono que contienen los granos enteros, a saber: trigo, avena, cebada,
maíz, arroz, integrales y eliminando el azúcar blanca. Obviamente que
para que una persona pueda cambiar un hábito alimentario es necesario
tratar primero la compulsión, dado que sino será dependiente y gobernado
por los alimentos, por esa razón, primero es la terapéutica de su
química cerebral y en segundo término la indicación de los alimentos
correctos a comprar e ingerir.
Un hábito es la repetición de actos, por
lo cual es bueno cambiar una cosa por vez para no sentirse frustrado,
pero está garantizado que cuando se normalizaron los niveles de
serotonina el paciente vive en armonía, puede mejorar sus hábitos y por
esto prevenir una de las enfermedades epidémicas como la obesidad y la
diabetes
La carencia de serotonina se revierte
transitoriamente (por un máximo de 4 meses) con drogas extrañas a
nuestro cuerpo, como la Fluoxetina, Paroxetina, Citalopran, Venlafaxina,
etc.
Estas drogas producen un ahorro de la
serotonina acumulándola en el espacio que existe entre dos neuronas,
pero si hay deficiencia de serotonina a los 4 meses como máximo, deja de
tener efectividad.
Una forma natural y fisiológica de
aumentar la serotonina es dándole al cuerpo los precursores para que la
sinteticen. El principal precursor es el 5OH Triptófano.
El 5OH Triptófano es la forma natural de
elevar la serotonina. El L-Triptófano se encuentra en la banana, el
chocolate, las carnes, la leche y las legumbres.
Doctora María Alejandra Rodríguez Zía (MN 70.787)
Médica clínica y endocrinología UBA
www.medicina-orthomolecular.com
www.medicina-biomolecular.com
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