Las prácticas de curar por medio de la tierra, arcilla, barro, etc., son tan antiguas como el hombre mismo.
Hipócrates, el gran padre de la medicina natural moderna, ya recomendaba la geoterapia, y después de él le han seguido otros muchos que han secundado y practicado sus enseñanzas.
El uso de la arcilla para modificar los cuerpos estaba muy extendido en Egipto.
El médico griego Dioscórides, le atribuía “una fuerza extraordinaria”.
El “príncipe de los médicos”, el árabe Avicena, así como el célebre anatomista griego Galeno, la elogiaba en sus escritos, y con anterioridad, el naturista romano Plinio el Viejo, le dedicó un capítulo entero en su Historia Natural.
Déjese reposar sin manipular; no se debe tocar hasta el momento de su utilización. Siempre que sea posible, expóngase el recipiente al sol y cúbrase con una gasa para protegerlo de las impurezas.
Es preciso sustraer la arcilla al contacto directo con una fuente de calor viva. El baño maría es el método mas idóneo para mantener intactas sus propiedades. Si se prepara por anticipado para varias cataplasmas, no se debe calentar mas que la parte que se necesita. Para preparar la cataplasma colóquese sobre una mesa un pedazo de tela o una balleta de celulosa, sin colores, plegado en dos o cuatro dobleces. Mediante una espátula o una cuchara de madera se extiende una capa regular de arcilla sobre el tejido. El espesor puede variar de 2 mm, a 2 o 3 cm.
Transportándonos ya a la época moderna, han sido los naturópatas alemanes y austriacos los que han impulsado y actualizado las terapias a base de arcilla igual que lo hicieron con la Hidroterapia. Fue el alemán Just quién fundamentó los principios de la Geoterapia.
Fuente: http://www.terapiasnaturales.com/aplicaciones-de-la-arcilla-1
Hipócrates, el gran padre de la medicina natural moderna, ya recomendaba la geoterapia, y después de él le han seguido otros muchos que han secundado y practicado sus enseñanzas.
El uso de la arcilla para modificar los cuerpos estaba muy extendido en Egipto.
El médico griego Dioscórides, le atribuía “una fuerza extraordinaria”.
El “príncipe de los médicos”, el árabe Avicena, así como el célebre anatomista griego Galeno, la elogiaba en sus escritos, y con anterioridad, el naturista romano Plinio el Viejo, le dedicó un capítulo entero en su Historia Natural.
Preparación de la arcilla
Para prepararla se utiliza un recipiente cóncavo esmaltado, de tierra, de madera, de vidrio, pero jamás de metal ni de material plástico. Se le va añadiendo agua (ó los compenentes que indicamos abajo para cada dolencia), pero siempre es mejor que la masa sea un poco blanda, porque es mas fácil añadir arcilla para espesar, que agua para ablandar.Déjese reposar sin manipular; no se debe tocar hasta el momento de su utilización. Siempre que sea posible, expóngase el recipiente al sol y cúbrase con una gasa para protegerlo de las impurezas.
Es preciso sustraer la arcilla al contacto directo con una fuente de calor viva. El baño maría es el método mas idóneo para mantener intactas sus propiedades. Si se prepara por anticipado para varias cataplasmas, no se debe calentar mas que la parte que se necesita. Para preparar la cataplasma colóquese sobre una mesa un pedazo de tela o una balleta de celulosa, sin colores, plegado en dos o cuatro dobleces. Mediante una espátula o una cuchara de madera se extiende una capa regular de arcilla sobre el tejido. El espesor puede variar de 2 mm, a 2 o 3 cm.
Transportándonos ya a la época moderna, han sido los naturópatas alemanes y austriacos los que han impulsado y actualizado las terapias a base de arcilla igual que lo hicieron con la Hidroterapia. Fue el alemán Just quién fundamentó los principios de la Geoterapia.
Algunas aplicaciones de la arcilla
En esta entrada mostramos diversas aplicaciones, por lo tanto, una vez preparada la arcilla, se debe mezclar con los siguientes componentes para cada dolencia en particular:- Amigdalitis: Amasar con zumo de limón y aplicar fría directamente sobre la zona de las amígdalas, cubriéndola con paño de lana, se pueden colocar dos o tres cataplasmas al día con una duración de una hora o al acostarse manteniéndola toda la noche. Al retirarla limpiar con agua templada, aplicar tres gotas de aceite esencial de tomillo y realizar suaves frotaciones (girando en el sentido de las agujas del reloj) con el dedo pulgar derecho hasta su absorción.
- Trastornos en general del estómago: Amasar con cocimiento de angélica y aplicar fría directamente sobre la zona estomacal, cubriéndola con paño de lana, se pueden colocar dos o tres cataplasmas al día con una duración de una hora o al acostarse manteniéndola toda la noche. Al retirarla limpiar con zumo de limón, aplicar tres gotas de aceite esencial de manzanilla amarga y realizar suaves frotaciones (girando en el sentido de las agujas del reloj) con todos los dedos de la mano derecha hasta su absorción.
- Inflamación aguda de los intestinos: Amasar con cocimiento de tomillo y aplicar fría directamente sobre la zona intestinal, cubriéndola con paño de lana, se pueden colocar dos o tres cataplasmas al día con una duración de una hora o al acostarse manteniéndola toda la noche. Al retirarla limpiar con zumo de limón, aplicar tres gotas de aceite esencial de tomillo y realizar suaves frotaciones (girando en el sentido de las agujas del reloj) con los dedos de la derecha hasta su absorción.
- Trastornos agudos del hígado: Amasar con cocimiento de cardo mariano y aplicar tibia directamente sobre la zona hepática, cubriéndola con paño de lana, colocar al acostarse manteniéndola toda la noche. Al retirarla limpiar con zumo de limón, aplicar tres gotas de aceite esencial de romero y realizar suaves frotaciones (girando en el sentido de las agujas del reloj) con los dedos de la derecha hasta su absorción.
- Inflamación prostática en casos agudos: Amasar con cocimiento de gayuba y aplicar fría directamente sobre la parte inferior del abdomen, cubriéndola con paño de lana, se pueden colocar de tres a cinco cataplasmas al día con una duración de una hora o al acostarse manteniéndola toda la noche. Al retirarla humedecer con zumo de limón aplicar tres gotas de aceite esencial de tomillo y realizar suaves frotaciones (girando en el sentido de las agujas del reloj) con todos los dedos de la derecha hasta su absorción.
- Inflamación de la vejiga urinaria: amasar con cocimiento de vara de oro y aplicar fría directamente sobre la zona de la vejiga, cubriéndola con paño de lana, se pueden colocar dos o tres cataplasmas al día con una duración de una hora o al acostarse manteniéndola toda la noche. Al retirarla humedecer con zumo de limón aplicar tres gotas de aceite esencial de tomillo y realizar suaves frotaciones (girando en el sentido de las agujas del reloj) con todos los dedos de la derecha hasta su absorción.
Fuente: http://www.terapiasnaturales.com/aplicaciones-de-la-arcilla-1
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