martes, 19 de marzo de 2013

¿No puedes?. Sí puedes. Recableando neuronas.

El famoso “No puedo”, visita a menudo el ámbito ronroneador de nuestros pensamientos y con suerte, va catapultándose por la tráquea como la lava que surge de las entrañas de la Tierra, hasta que hace erupción en nuestro aparato fonador, y finalmente lo decimos: -¡No puedooo!


A veces, la zona en la que se encuentra nuestro aparato vocal, no permite el paso a la expresión de esa sensación de no poder.

Se encuentra bloqueada por una reacción física totalmente natural e instintiva en el primate humano (y sucede también en muchos mamíferos como en los cánidos por ejemplo), un movimiento reflejo que inclina la cabeza hacia abajo, y comprime la zona pectoral en una actitud sumisa, con el solo objetivo de bajar la vista, neutralizar una agresión probable de unos ojos que nos miran de frente.

Las huellas neuronales nos limitan, pero podemos reconfigurarlas cambiando nuestra percepción. Solo hay que practicar algunos ejercicios.

Un gran porcentaje de nuestra expresión, está modulada por nuestros instintos de supervivencia. Maravillosos en algunos ámbitos, limitantes e innecesarios en otros.

El humano, como todo mamífero, es un animal gregario, es un animal de manada. Generalmente, en la vida social de los primates, la mirada frontal dispara una gran inhibición de la conducta. Tememos (inconscientemente), ser apartados de la manada, porque no sobreviviríamos a la aislación. Terminaríamos enfermos y luego muertos. Entre los primates, expulsar a un miembro del clan, tal vez es el castigo más duro, después del ataque físico grupal.

Esa inhibición se dispara aún hoy (por mas Sapiens Sapiens que nos hayamos bautizado en esta etapa de nuestra evolución) frente a la mirada de los demás, y por ello nos cuesta tanto no solo simplemente expresarnos, sino también y lamentablemente, expresar lo maravillosos que somos.

Cientos y miles y millones de talentos con los que nos ha dotado la naturaleza, quedan escondidos detrás de esos miedos sociales tan instintivos e insconscientes, que ante una inhibición originada en el sistema límbico, no contamos con la intervención del neocórtex para racionalizar y entender nuestras limitaciones…sucede de forma automática y entonces y sin saber el por qué ni el cómo, el combo de emociones, sensaciones y señales, deriva en un frustrante “No puedo” y nos quedamos ahí.

Si no tuvimos la suerte de que nuestra tráquea haya dejado pasar la señal, y nos quedamos con ese “No puedo” adentro, tenemos unas derivaciones deplorables que disparan un dominó de toxicidades ácidas en nuestra sangre, y una orden a nuestras células para la fabricación de proteínas de mala calidad. Además de este correlato biológico, nuestra actitud también puede derivar en una merma peligrosa de nuestra auto-estima y a nivel social, despliega actitudes de resentimiento hacia aquellos que sí pueden.

Para solucionar estos procesos y que los instintos funcionen para ayudarnos y no para auto-destruirnos, es necesario en primer lugar aprender a detectar con la conciencia, el correlato biológico en el cuerpo:

Dónde están localizados “no puedo”, es una de las tareas que realizamos en los Talleres de Estados Creativos, a través de prácticas sensoriales, ya que si no somos capaces de SENTIR LA VIDA, nuestras conductas siempre estarán moduladas por terceros. Lamentablemente, hemos sido educados para ATENDER al maestro/alfa/líder/modelo, etc. sin expresar, sin chistar, sin quitar la mirada del que imparte, porque nos enseñaron que hacerlo conllevaría un castigo. Esa es una huella biológica en nuestro cableado neuronal.

Así que cuando llega el momento en el que somos libres para expresarnos, o tenemos la necesidad de crear, exponer, mostrar, COMPARTIR en definitiva…nos inhibimos.

Suelo utilizar algunas técnicas de estimulación de choque para activar la dinámica creativa en los talleres, como por ejemplo decretar 3 minutos de reloj de libertad absoluta: 3 minutos sin pautas, sin instrucciones, 3 minutos en los que cada uno es libre de hacer cualquier cosa, absolutamente lo que quiera.

¿Sabes lo que ocurre?

Los primeros 2 minutos los asistentes suelen quedarse absolutamente paralizados.

Miran al formador esperando que dé alguna instrucción, orden, pauta… Se miran entre todos con una inseguridad tremenda, sin saber qué hacer…

En esos momentos, y si bien nadie es conciente de ello, lo que se activa es el miedo instintivo a realizar alguna conducta que sea mal vista o juzgada por los demás. El temor instintivo al castigo. Aquí modula la huella.

En esos momentos, y cuando el grupo toma conciencia de sus propias limitaciones para expresarse libremente (aún cuando existe la libertad de hacerlo, en un ámbito en el que no nos van a juzgar, sin ninguna consecuencia desagradable o castigo), se entiende que la inhibición está sellada, y que no podemos pretender que sean los demás los responsables o culpables de nuestras aparentes incapacidades.

Y entonces comenzamos con ejercicios de percepción nuevamente, para sentir aquello que hace tanto tiempo está relegado, censurado, bloqueado…hasta que logramos que comience a salir.

Las primeras expresiones de creatividad, aparecen generalmente en forma totalmente aleatoria y espontánea después de unas tres horas y media de trabajo de taller.


Algunos momentos del Taller de Estados Creativos en Madrid. En el marco de las Jornadas Conciencia Activa.

Los asistentes se van sorprendiendo de conductas y procesos que no imaginaban que existían en sí mismos. Aparecen gritos, movimientos corporales extraños, avatares y arquetipos que hablan, actitudes de acercarse a otros e interactuar, aparecen expresiones catárticas.

Los asistentes comienzan a actuar, improvisar y crear soluciones a problemas de una forma fluida, solo cuando se hacen cargo de que la ACCION es propia y surge desde dentro, del mismo modo que el conocimiento, la sabiduría, la estrategia y cualquier otra herramienta. Venimos con todo ello a la vida, y somos nosotros los únicos que podemos desplegarlo todo en nuestro beneficio. Nadie puede hacerlo por nosotros. Nadie tiene la “culpa” de que no lo hagamos.

Pero al cruzar el límite del miedo instintivo en un ámbito seguro y amable, y animarse a explorar, a sentir lo que hay allí trabado, la huella neuronal comienza a sobreescribirse.. Nuestro cerebro es plástico toda la vida. No importa nuestra edad, siempre hay tiempo para reconfigurar esas huellas inhibidoras y sobreescribir con nuevos estímulos.

Al tomar el sartén por el mango de nuestro aparato perceptual, recuperamos el acceso al uso de nuestros propios recursos naturales, la única forma de dejar de esperar que sean los demás quienes gestionen nuestros problemas. Mientras seguimos en esa dependencia, los problemas seguirán siendo problemas…y nosotros seguiremos acumulando unos cuantos “no puedo”.

Pero cuando recuperamos el uso de la inteligencia evolutiva que está en cada una de nuestras células a través del entrenamiento de la percepción, damos paso libre a nuestros propios recursos creativos, armonizando el flujo de la energía en nuestros organismos. Así, los problemas dejan de ser problemas y se convierten en oportunidades. Puertas que se abren dentro, son puertas que comienzan a abrirse fuera.


En prácticas durante el Taller, módulo I, en la sala oval de Casa El Morro (Uga, Isla de Lanzarote). El Módulo II se impartirá en este mismo lugar el 27 de Abril del 2013. Ya está abierta la inscripción.

Otras técnicas que tienen que ver con soltar y confiar, las traigo a los talleres desde la ciencia, desde la tecnología utilizada por las empresas multinacionales que más competencia tienen en los aspectos creativos, y que hoy cuentan con módulos de aislación sensorial para sus empleados o con cabinas para siestas liberadoras de dimetiltriptamina.

Todas esas substancias que necesitas para ser una persona creativa, ya están en tu cuerpo. No necesitas ni drogas, ni medicamentos para volar tu imaginación o aplicar una atención conciente y soltar el control, como puedas envidiarle al más increíble de los genios creadores, y usar tu cuerpo para desde él, hallar las soluciones a tus problemas cotidianos o complejos.

Te invitamos a probar tus propias substancias una a una, y a que recuerdes cómo se podían recablear tus propias huellas neuronales, algo que hacías en la niñez, y que ya has olvidado.

Los talleres de autoconocimiento en Estados Creativos se están impartiendo en varias ciudades de España. Anímate a una experiencia que puede servirte para toda la vida.

Talleres 2013:

26 de Enero: Lanzarote
9 y 10 de Marzo: Madrid
27 de Abril: Lanzarote (Abierta la Inscripción)
11 y 12 de Mayo: Las Palmas de Gran Canaria
25 y 26 de Mayo: Barcelona

Más información: Talleres de Estados Creativos.
Fuente: http://biancaatwell.com/no-puedes-si-puedes-recableando-neuronas/

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