martes, 30 de abril de 2013

Lubricantes Vaginales, remedio a la sequedad


Los lubricantes vaginales o lubricantes íntimos combaten la sequedad vaginal, mejorando la calidad de esa mucosa y mejorando las relaciones sexuales.

¿Qué son los lubricantes vaginales?

Los lubricantes vaginales son una serie de productos oleosos para sustituir la lubricación natural de la zona íntima femenina. Por lo general, para poder mantener relaciones sexuales durante el proceso de excitación se produce el llamado flujo vaginal que es el encargado de lubricar de forma natural el aparato reproductor. Cuando no es así o no de forma suficiente, con el uso de lubricantes naturales se evita el roce y la penetración dolorosa.
Cuándo usar lubricantes vaginales

La razón que hace necesario el uso de lubricantes vaginales es la sequedad vaginal. Usted y su pareja notarán la disminución en el flujo y las penetraciones empezarán a ser molestas, desagradables o incluso dolorosas. Si no se remedia pronto, el deseo sexual disminuirá y dejará de ser agradable.

Las causas de la sequedad vaginal son varias: menopausia, reducción de estrógenos, infección, efectos secundarios de algunos medicamentos, etc. Ante este problema, lo primero que se debe hacer es consultar con su ginecólogo o médico.

Una vez conocido el tratamiento más adecuado, puede recurrir a los lubricantes vaginales naturales u otros, siempre tras consultar con su especialista.
Tipos de lubricantes vaginales

Existen básicamente dos tipos de lubricantes vaginales en el mercado, según la base de su composición. Veamos:

Lubricantes vaginales de base oleosa: Este tipo de lubricantes íntimos tiene una base en aceite mineral y alguna gelatina. Por ejemplo, el más conocido es la vaselina, que se hace con derivados del petróleo. Por lo que, en general, es la opción de lubricante menos natural y tiene el inconveniente de que interactúa mal con el látex de los condones. Al no disolverse con el agua, es más difícil de eliminar sus restos del cuerpo.

Lubricantes vaginales de base acuosa: Los lubricantes vaginales de base acuosa o hidrosolubles (se disuelven en el agua) son más naturales que los anteriores. Irritan menos las mucosas, por lo que son más aptos para la relación sexual. Se debe tener la precaución de no usarlos en el agua ya que se disuelven.

Lubricantes vaginales naturales y caseros

Ya existe en el mercado cierto número de lubricantes naturales, tanto de base oleosa como hídrica. Tenga en cuenta leer bien los componentes, ya que a veces no son todos al cien por cien naturales. También se aconseja evitar los que estén perfumados ya que suelen ser ligeramente irritantes.

Por otro lado, los lubricantes vaginales con base oleosa también son menos convenientes que los de base acuosa. Se debe a que pueden ser dañinos para la química vaginal o ligeramente abrasivos por el roce en esa zona sensible.

Incluso pueden romper los preservativos por generar demasiado calor con la fricción. Los mejores lubricantes naturales son los que tienen un poco ácido el PH, ya que el ácido natural de la vagina lo es.
Algunos lubricantes vaginales caseros

No recomendamos el uso de los lubricantes íntimos caseros con el condón por ser de base oleosa pudiendo estropearlo. Tampoco como algo habitual sino como una solución casera de emergencia, ya que su uso continuado puede producir quemazón vaginal e infecciones.

Entre los lubricantes caseros se utilizan los aceites de cocina, pero los más seguros son el aceite de oliva y el de sésamo. Un buen lubricante natural para uso ocasional es el aceite de espino amarillo ya que facilita la hidratación de la mucosa íntima debido a su abundancia en diversos ácidos grasos.

Pero sea cual sea el lubricante casero que elija, hay que poner muy poca cantidad para atenuar los inconvenientes.
Nuestros consejos

Se pueden encontrar en herbolarios lubricantes naturales para aplicar sobre la mucosa vaginal y aunque son de base oleosa también tienen la ventaja de estar indicados para tratar o prevenir hongos y picores vaginales. Así que en lugar de tener efectos secundarios tienen… beneficios secundarios.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.
Fuente: en buenas manos

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