Por sorpresa, un equipo de investigadores ha descubierto que la vitamina C podría ser una nueva vía para tratar la tuberculosis.
Investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva, en Nueva York (EE.UU.), han descubierto que la vitamina C es capaz de eliminar las cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos (TB) en cultivos de laboratorio.
El hallazgo, que se publica en Nature Communications, sugiere que la vitamina C, añadida a los medicamentos para la tuberculosis actuales, podría reducir la duración de los tratamientos actuales para la tuberculosis. Además, esta informaron sugiere una nueva de investigación para el diseño de medicamentos.
La tuberculosis infectó a cerca de 8,7 millones de personas en 2011 y causó la muerte a 1,4 millones. Además, tal y como viene señalando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones, el número de personas que no responden a los tratamientos actuales sigue aumentando. Así, se calcula que cerca de 650.000 personas en todo el mundo están infectadas con cepas de tuberculosismultiresistente a los medicamentos (MDR-TB) y el 9% de éstos padecen una tuberculosis extremadamente resistente (XDR-TB). Sin embargo, de acuerdo con un informe que publicado en The Lancet, la realidad es bien distinta: la prevalencia sería de hasta diez veces mayor en algunos lugares.
Este nuevo descubrimiento surgió durante la investigación de cómo las bacterias se vuelven resistentes a la tuberculosis con isoniazida, un potente fármaco de primera línea contra la tuberculosis. El equipo de William Jacobs detectó que las bacterias de la tuberculosis resistentes a la isoniazida eran deficientes en una molécula llamada mycothiol. «Pensamos que la bacteria de tuberculosis que no puede producirmycothiol contiene más cisteína, un aminoácido. Así, predijimos que si añadimos isoniazida y cisteína a la cepa resistente a isoniazida en cultivo, las bacterias desarrollarían resistencia. En su lugar, terminamos matando el cultivo, algo totalmente sorprendente».
Hipótesis
Los investigadores creen que la cisteína ayudó a eliminar las bacterias de la tuberculosis, actuando como un «agente reductor» que desencadena la producción de especies reactivas de oxígeno -radicales libres-, que pueden dañar el ADN. «Para probar esta hipótesis, se repitió el experimento con isoniazida y un agente reductor diferente, la vitamina C. La combinación de isoniazida y la vitamina C esterilizó el cultivo de la bacteria de la tuberculosis. Así, nos quedamos sorprendidos al descubrir que la vitamina C por sí misma no sólo esteriliza la tuberculosis sensible a los medicamentos, sino también cepas de tuberculosis multi y extremadamente resistente», señala Jacobs.
Para justificar el uso de vitamina C en un ensayo clínico, Jacobs tenía que encontrar el mecanismo molecular por el cual la vitamina C ejerce su efecto letal. Así, vieron que la vitamina C inducida por lo que se conoce como reacción de Fenton, fabricó hierro para reaccionar con otras moléculas con el fin de crear especies de oxígeno reactivas que eliminan a las bacterias de la tuberculosis. «No sabemos si la vitamina C funciona en los seres humanos, pero ahora tenemos una base para hacer un ensayo clínico. La información, además, es útil porque sabemos que la vitamina C es barata, está disponible y muy segura de usar. Por lo menos, este trabajo nos muestra un nuevo mecanismo que podemos explotar para atacar la tuberculosis», destaca.
Fuente: http://www.abc.es/salud/
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