lunes, 6 de mayo de 2013

Nanopartículas: unas Toxinas minúsculas

Nanopartículas de óxido de cerio

Por si no tuviéramos suficientes quebraderos de cabeza con los alimentos, con los transgénicos, con los aditivos tóxicos, con los pesticidas… ahora tenemos que añadir una nueva preocupación: las nanopartículas.

¿Qué es una nanopartícula?

As You Sow, un asociación de defensa de los consumidores, lo explica:

“Los nanomateriales son considerados a menudo como las sustancias que tienen el potencial de revolucionar la industria alimentaria: producir líquidos más cremosos pero sin contener grasa, mejora del sabor, mejora en la presentación, colores más brillantes, mantener los alimentos frescos durante más tiempo, o indicar cuando ya no se pueden consumir. Se ha informado que la nanotecnología ya se utiliza en algunos alimentos y productos relacionados, pero debido a la poca transparencia que hay sobre el tema, es muy difícil obtener una formación concreta. 

Debido a su pequeño tamaño, las nanopartículas son capaces de alcanzar lugares del cuerpo donde las partículas más grandes no pueden ir. Las nanopartículas presentes en los alimentos pueden acceder por medio de ingestión, inhalación o a través de la piel. Cuando se las ingiere, las nanopartículas, debido a su pequeño tamaño, son absorbidas por las células y pasan a la sangre, la linfa, circulando por todo el cuerpo y llegar a lugares potencialmente sensibles, como la médula ósea, los ganglios linfáticos, el bazo, el cerebro, el hígado y el corazón. 

Las nanopartículas que penetran a través de la piel pueden distribuirse por el cuerpo a través de los canales linfáticos. La inhalación de nanopartículas de óxido de titanio se ha observado que actúan como el amianto y silicona, acumulándose en el pulmón, produciendo inflamación, pudiendo afectar a la producción de proteínas por el ADN y a las membranas celulares. (Descargue aquí el Informe completo sobre las nanopartículas).


Al igual que los transgénicos, la tecnología de nanopartículas no ha sido probada adecuadamente antes de formar parte de nuestro suministro de alimentos.

Los pocos estudios que se han hecho han obtenido unos resultados alarmantes

Un estudio realizado en Suecia, corroboró la influencia de las nanopartículas en la barrera hematoencefálica y la formación de edemas cerebrales en las ratas, revelando que las nanopartículas derivadas de los metales de transición, de plata, de cobre, de aluminio, de silicio, de carbono y óxidos metálicos, fácilmente pueden cruzar la barrera hematoencefálica, pudiendo producir daños persistentes al alterar su permeabilidad.

Una investigación dirigida por el Dr. Michael Shuler, de la Universidad de Cornell, estudió como las nanopartículas de poliestireno, una sustancia común que cuenta con la aprobación de la FDA y que se encuentra en aditivos alimentarios, afecta a la absorción del hierro:

“Según el estudio, la exposición a las nanopartículas durante un corto período de tiempo producen un bloqueo en la absorción del hierro, mientras que una exposición más prolongada produce un cambio en las estructuras de las células intestinales, lo que permite una mayor absorción de hierro.

Los investigadores comprobaron tanto la exposición a nanopartículas, aguda y crónica, de las células intestinales humanas en placas de Petri y en pollos vivos, obteniendo resultados coincidentes.

Shuler dijo que la investigación sirve para subrayar cómo tales partículas, que se han estudiado ampliamente y se consideraban seguras, pueden producir unos cambios apenas detectables, llevando a la sobreabsorción de otros compuestos, incluso nocivos “. (Fuente)

Uno de los principales problemas con las nanopartículas es que cuando una sustancia se reduce al tamaño nano ( en una escala de alrededor de un mil millonésima), la sustancia se comporta de una forma totalmente diferente.

Según los expertos, el problema es que las sustancias a nanoescala se comportan de forma diferente a las partículas de mayor tamaño. Por ejemplo, las propiedades del grafito son bien conocidas: mantiene una posición específica dentro de las directrices de la toxicología, no considerándose un material peligroso o reactivo en condiciones normales. El Premio Nobel de Física Richard Smalley de la Universidad de Rice, descubrió los nanotubos de carbono y los fullerenos – nanopartículas de carbono- que se clasifican como formas de grafito debido a la forma en que se organizan los átomos de carbono, se comportan de una manera muy diferente al grafito, siendo su clasificación de potencialmente peligrosos.

Los científicos saben que las sustancias se vuelven más reactivas a medida que sus partículas son más pequeñas, debido a que la superficie es mayor en relación con el volumen, proporcionando una superficie más grande sobre la cual se pueden producir reacciones químicas para una cantidad dada de sustancia. Un ejemplo de esto es el hierro. Un clavo de hierro no arde, pero la misma cantidad de hierro en forma de polvo muy fino es extremadamente inflamable cuando se expone al aire. Del mismo modo, sustancias que normalmente son inertes, pueden provocar reacciones químicas inesperadas en el cuerpo humano o en el medio cuando se encuentran en forma de nanopartículas. (Fuente)

Debido a este efecto. No se sabe exactamente cómo pueden afectar las nanopartículas a los seres humanos. Se ha demostrado que alteran los genes, dañan el cerebro de los peces, se acumulan en los animales de laboratorio, y al menos un tipo de nanopartículas son capaces de atravesar la placenta humana, según estudios preliminares.

¿Cuál es la política de la FDA sobre la inclusión de nanopartículas en los alimentos?

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria requiere que sean etiquetados los alimentos que contienen nanopartículas, pero en los Estados Unidos, la FDA no hace este requerimiento a los fabricantes de alimentos, y por tanto no informan de la presencia de nanopartículas en las etiquetas. 

rónicamente, la FDA también se niega a decir si las nanopartículas son seguras. “En este momento, no tenemos conocimiento de que cualquier alimento o ingrediente ( sustancia en contacto con los alimentos) intencionalmente diseñado a escala nanométrica, para los que no existen suficientes datos de seguridad disponibles, y por lo tanto no se puede asegurar que el alimento o ingrediente sea GRAS (Generalmente Reconocido como Seguro)”.

La FDA deja en manos de los fabricantes el control del uso de nanomateriales. De acuerdo con la página web de esta Agencia Gubernamental: “La Industria es la responsable de garantizar que sus productos cumples con todos los requisitos legales aplicables, incluyendo las normas de seguridad. Independientemente de si los productos están sujetos a revisión previa a la comercialización o autorización, los fabricantes deben asegurarse de que su producto cumple con las normas de seguridad aplicables y cumple con el resto de disposiciones legales”.

Esto quiere decir que los fabricantes tienen libertad para llevar a cabo las pruebas que ellos determinen, sin la obligación de hacer públicos esos datos, y de informar o no si su producto lleva nanopartículas. Sebastian Cianci, uno de los portavoces de la FDA, dijo:

“Conforme a las disposiciones estatutarias y reglamentarias vigentes, los fabricantes pueden incluir voluntariamente información sobre el uso de nanomateriales o nanotecnología en el etiquetado de sus productos, incluida en el contexto de la etiqueta, sin que sea falsa o de lugar a engaño… y no violando ningún otro requisito de etiquetado”.

La FDA no realiza ningún seguimiento de la utilización de nanopartículas, de acuerdo con los correos enviados entre el representante de la Agencia y la revista Emagazine:

“- Emagazine: ¿Qué me puede decir de la presencia de nanomateriales en nuestro suministro de alimentos?

Sebastian Cianci: La FDA no tiene una lista de alimentos que contengan nanomateriales.

Emagazine: ¿Dónde se encuentran con mayor frecuencia los nanomateriales en los productos alimenticios? ¿En los colorantes y aditivos?

Sebastian Cianci: La FDA no dispone de una lista de productos alimenticios que contienen nanomateriales, por lo tanto no podemos responder a su pregunta con fiabilidad. “

La FDA no pregunta porque no quiere saber. Las grandes empresas de alimentación tienen una gran influencia dentro de la Agencia para que se haga una verdadera supervisión.

¿Qué alimentos contienen nanopartículas?

El más frecuente de las nanomateriales es el dióxido de titania, que se utiliza en el recubrimiento del polvo de azúcar en muchos pasteles, dándoles así un aspecto mucho más brillante. ¿Y en su lista de la compra? Las nanopartículas de dióxido de titanio dan una apariencia blanca y brillante a los siguientes productos:

Mentos
Chicle Trident
Chicle Dentyne
M & MS
Betty Crocker Whipped Cream Frosting
Jello Pudding Plátano Crema
Vanilla Milkshake Pop Tarts
Crema de café original Nestlé

(Tenga en cuenta que se está hablando del mercado estadounidense)


Dado que los fabricantes no están obligados a informar de la inclusión de nanopartículas y se han realizado pocos análisis de alimentos procesados para determinar su presencia, es imposible proporcionar una lista completa de alimentos que contienen nanopartículas [ En la Unión Europea: http://www.nutrisapiens.com/gazeta/articulo.php?Id=79;http://www.ladep.es/index.asp?ra_id=249]

¿Cómo evitar las nanopartículas?

Las nanopartículas son imposibles de evitar si consume alimentos procesados, y usted no lo sabrá porque la etiqueta no le informa de ello. Mucho más alarmante es el empleo de métodos de cultivo que también utilizan nanopartículas. Las estrategias para evitar las nanopartículas son las mismas que para evitar las toxinas presentes en los alimentos:

Cultive sus propios alimentos

Compre en el comercio local, en las pequeñas tiendas ( en la granja más cercana)

Compre productos ecológicos, en los que está prohibido el uso de nanopartículas

Evite los alimentos procesados ( cualquier cosa que tenga una larga lista de ingredientes)


Si no insistimos en la transparencia no nos van a proporcionar información sobre lo que contienen nuestros alimentos. Si lo permitimos, continuarán diciendo que estas pequeñas toxinas son “secreto comercial”. Niéguese a ser un conejillo de indias de las grandes empresas de alimentación.

Daisy Luther es una escritora independiente y editora. Su sitio web , The Organic Prepper, donde apareció este artículo por primera vez. Ofece información sobre alimentación saludable, incluyendo opciones nutricionales de primera calidad. Correo electrónico:daisy@theorganicprepper.ca

por Daisy Luther


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