Acabas de tener una discusión con tu compañero de trabajo o con pareja. Te sientes tremendamente agitado/a, lleno/a de rabia y tu cabeza parece que va a explotar. Además, no puedes dejar de darle vueltas al asunto.
Quiero pero no puedo
Ciertamente, el enfado es una emoción difícil de controlar, pero bajo ella no es posible tomar buenas decisiones, además de las consecuencias negativas que el proceso tiene para la salud: trastornos intestinales, pasando por problemas nerviosos o fatídicos para la presión arterial.
Recuerda que debes controlar tus acciones, pero no el sentimiento de enfado. Así podrás hacerlo frente sin reprimirlo.
Qué puedo hacer para controlarlo
Buscar un lugar tranquilo, apartado de la persona o la situación que ha sido causa del suceso, donde puedas estar en soledad.
Trata de respirar lenta y profundamente. Solamente céntrate en larespiración hasta que sientas que estás más tranquilo.
Busca una actividad, cualquiera, que te resulte placentera para distraer tu mente. Come un caramelo, prepárate un postre, escucha música, pide tu café favorito…
Cuando sientas que ha bajado el nivel de adrenalina lo suficiente, procura pensar en esa persona de la forma más positiva posible. Intenta centrarte en los buenos momentos que habéis compartido o en alguna de sus virtudes.
Si has atravesado por todos los pasos y has llegado a esta situación, entonces estarás en condiciones de retormar el asunto con tranquilidad. Si es necesario vuelve a hablar del tema con esa persona, pero ahora con los ánimos calmados y desde un punto de vista más equilibrado.
Encuentra opciones, alternativas, siempre es posible ser constructivo y llegar a acuerdos en vez de ahondar en las disputas.
Fuente: http://blogdefarmacia.com
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