Planta mágica por excelencia, relacionada desde la antigüedad con los conjuros y las ceremonias sagradas, lo cierto es que la verbena es un tranquilizante natural, y también ayuda a calmar algunos tipos de dolores, como el más común, de cabeza.
Es un remedio natural indicado para el alivio de los estados de ansiedad y tensión, además de tratar sus molestias asociadas, como dolor de cabeza, estrés, insomnio, inapetencia, etc…
Sus principios activos son protectores de nuestros nervios, con propiedades altamente sedantes, antiespasmódicas, expectorantes, antirreumáticas y antineurálgicas.
Formas de preparación
Por lo general, se añaden dos cucharaditas de flores de verbena a medio liro de agua y se deja reposar durante un cuartro de hora.
No es conveniente tomar más de tres tazas diarias de este preparado.
No es conveniente tomar más de tres tazas diarias de este preparado.
Para uso tópico.
Se realiza una cataplasma mezclando verbena con harina de linaza y leche. La cataplasma resultante se aplica en la zona a tratar, sobre todo en episodios de jaqueca.
Las hojas frescas machacadas también se pueden aplicar directamente sobre las sienes y contribuyen al alivio del dolor de cabeza.
Baños de vapor. Inhalada, actúa como relajante tras aspirar los vapores de su decocción y parece ser que produce alivio en ciertos casos de asma.
Tomarla en forma de jugo: medio vaso por la mañana
Tiene un efecto beneficioso sobre el sistema respiratorio disminuyendo las molestias de ciertas afecciones.
Trata la tos improductiva, ésa que nos irrita la garganta y no está provocada por la mucosidad.
Los fitoterapeutas también lo recomiendan para problemas de úlcera estomacal.
Fuente: http://hierbamedicinal.es/
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