miércoles, 17 de julio de 2013

Una buena Taza de Té Verde...

Los fitonutrientes que contiene y los innumerables atributos del té verde lo hacen meritorio de ser calificado como planta superior, un alimento o planta estratégica para la salud humana.

Existen 3 tipos de tés que consumen habitualmente millones de seres humanos: el té negro (black tea), el té oolong y el té verde (green tea). Estos 3 tipos de tés difieren básicamente en el secado y en la fermentación. Mientras el té negro se marchita lentamente y se produce fermentalmente, el te oolong es un producto intermedio, en cambio el té verde no se fermenta y para evitarlo el secado se hace rápidamente expuesto bajo la acción del sol, con ello también evita la oxidación y polimerización de los derivados polifenólicos, que serán importantes contributivos para la salud. 

El té verde es más que una bebida, es más que un recurso culinario o aromático. Diversos estudios científicos realizados en los últimos 15 años muestran una diversidad salutífera impresionante, que avala los usos etnobotánicos que registran siglos de aplicaciones. Hasta el momento, todo parece indicar que los fitoquímicos estratégicos son las catequinas contendías en el té verde, polifenoles flavónicos que poseen un altísimo atributo antioxidante.

¿En que difiere con otros tés?

El 78% del consumo mundial es té negro, un 2% se conoce como oolung y un 20% ampliándose en detrimento del primero consumen té verde. Todas las hojas de té provienen de la Camellia sinensis, planta de la familia Teácea, grandes arbustos de Asia cuyo cultivo está muy extendido. 

Todas estas infusiones contienen unas substancias llamadas catequinas y es, precisamente, una de estas substancias la que es capaz de inhibir la proliferación del cáncer. En el té negro, las catequinas se oxidan durante su producción por lo que sus efectos beneficiosos desaparecen. Sin embargo, en el té verde, las catequinas se mantienen intactas y una de ellas, denominada EGCG, es capaz de actuar contra el cáncer, de allí su actual creciente preferencia por los consumidores. 

La importancia que se le atribuye al té verde en cuanto a sus propiedades curativas frente al resto de otros tipos de té, reside en su proceso de fabricación. Las hojas no fermentadas al sol contienen un mayor número de polifenoles, componentes químicos naturales que se encuentran en el té verde, en frutas y verduras (patata y el ajo) y en algunos otros alimentos. En la producción del té negro, la oxidación enzimática de los bioflavonoides, presentes de forma natural, se ve estimulada por el método de procesamiento utilizado (de lo que deriva su color negro/marrón), mientras que en la producción de té verde se emplea un período corto de calentamiento rápido para desactivar las enzimas oxidativas y preservar el contenido de bioflavonoides.

Los polifenoles del Te Verde

Gracias a que no se deja fermentar, el té verde después de su secado retiene los polifenoles. 
La composición en polifenoles del té verde es similar a la de las hojas frescas: flavanolas (catequinas) y ácidos fenólicos. Los estudios científicos realizados hasta el momento ven en esta última sustancia EGCG el constituyente más significativo. La epigalocatequina-3-galato (EGCG) ha sido analizada en diversos modelos experimentales que han mostrado sus notables propiedades antiinflamatorias y antioncogénicas. 

Un estudio sobre las propiedades del té verde fue presentado por investigadores de la Universidad de Kansas en la reunión de la American Chemical Society, celebrada en Las Vegas en Sep/1997. Este estudio cuantificó la cualidad antioxidante de los polifenoles tipo EGCG de las hojas verdes, concluyendo lo que se había estado sosteniendo acerca de los atributos de esta planta:

La capacidad antioxidante de los EGCG es hasta 100 veces que la Vitamina C.
La capacidad antioxidante de los EGCG es hasta 20 veces que la Vitamina E.
La capacidad antioxidante de los EGCG es hasta 2 veces que la capacidad antioxidante del resveratrol contenido en el vino tinto.

Sumados beneficios

A continuación un resumen de las cualidades que se registra en el uso actual:

Migraña y fatiga mental.
Broncodilatador.
Diurético y vasodilatador
Absorción de la Vitamina C
Colesterol/Antiagregante/Arteriosclerosis
Astringente
Antitóxico
Anti-bacterial/Anti-caries
Anti-úlceras
Diabetes
Antiaging/Antioxidante
Hipotensor
Sobrepeso
Sistema inmunitario
Piel
El cáncer

Cafeína compensada

El aroma del té es sumamente complejo. Hasta la fecha se han identificado más de 550 sustancias químicas, incluyendo hidratos de carbono, alcoholes y ácidos. La mayoría se forman durante el proceso de elaboración y cada una aporta sus propiedades al sabor del té a través del sentido del olfato de la persona que lo bebe. Sin embargo, el sabor se debe principalmente a los diferentes compuestos polifenólicos (conocidos popularmente pero de manera incorrecta como taninos) modificados por la theine, alcaloide esencialmente idéntica a la cafeína, como asimismo su aroma proviene básicamente de un aceite esencial llamado theol. También los taninos (quimones) le confieren al té tradicional, su cuerpo, color y acritud. 

La cafeína es uno de los componentes del té negro, cuyo contenido según la especie puede alcanzar hasta el 4%, actúa como estimulante suave que aumenta la actividad gástrica y es ligeramente diurética. Todos los tipos de té contienen cafeína, pero en diferentes proporciones. El té verde tiene menos que todos. El té verde tiene menos que el Oolong, y éste menos que el negro. Por tanto, los que quieran reducir el consumo de cafeína deberían optar por las infusiones más claras y ligeras de tés Oolong o verdes. 

Cabe notar que el cuerpo absorbe rápidamente la cafeína del café, lo que provoca un incremento inmediato de la circulación sanguínea y la actividad cardiovascular. En cambio, se postula que los polifenoles del té verde ralentizan el ritmo de absorción de la cafeína. Los efectos de la cafeína se notan más lentamente, pero son más duraderos, por lo que el té verde es mucho más revitalizante que el café.

Es tan grande el potencial que tiene el té verde que debemos estar alerta para que su producción y elaboración no se farmacopólica, y se desvíe hacia preparados farmacéuticos sintéticos estandarizados que nada tendrán que ver con el té verde.

Fuente: http://alimentacion-sana.org

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