domingo, 11 de agosto de 2013

Beneficios de la Música Clásica en el cuerpo


Siempre hemos escuchado de los múltiples beneficios de la música clásica en el cuerpo tras la escucha prolongada y habitual de una melodía. Estudios han demostrado la mejora en las respuestas de crecimiento de plantas a las que se pone música clásica.

Muchas veces al escuchar una música predilecta, muchos de nosotros hemos sentido escalofríos o esa sensación de júbilo indescriptible. Esto se debería a que estimula las mismas áreas del lenguaje y el habla en el córtex cerebral, ya que la música tendría el mismo efecto de calidez que se produce al escuchar una voz humana.

El lenguaje universal

Aparte de ser un fuerte lazo intercultural (pues qué hay de carácter más universal que una sinfonía de Mozart, Mahler, Beethoven, o una pieza para piano de J.S Bach o Frederic Chopin), la música es el vehículo de expresión humana por excelencia.

Neurocientíficos de la Universidad de Montreal, han investigado los procesos cerebrales en individuos que son expuestos a música clásica, llegando a la conclusión de que gran parte del placer inefable que produce escuchar buena música, está a cargo de la estructura del cerebro conocida como núcleo accumbens. 

Este conjunto neuronal del cuerpo estriado, es el responsable de emociones como la risa, la adicción y el placer.

Efectos sobre el cerebro

Escuchar una pieza maestra de los más grandes genios de la música de todos los tiempos, estimularía al cuerpo con su propia droga química cerebral, responsable de producir, por ejemplo, la sensación de placer sexual de la dopamina durante el acto sexual o la saciedad al comer. 

Del mismo modo, se estimula la amígdala cerebral que es crucial en el análisis y la toma de decisiones más abstractas, lo que hace que se estimule el cerebro desde los más antiguos a sus más recientes estructuras.

Resultados sobre el cuerpo

Del mismo modo se ha llegado a la conclusión con estudios científicos (escáner de ondas cerebrales), que la música clásica produce beneficios tangibles en nuestro cuerpo.

Una sesión diaria de música barroca relajante como Handel, Bach o Vivaldi, puede ayudarnos a atenuar el dolor o los estados de ansiedad extremos. 

En pacientes sometidos a biopsias, la escucha de Bach, dio como resultado una disminución en los niveles de presión arterial y tensión muscular.

El conocido como efecto Mozart, es célebre por ayudar supuestamente la inteligencia. Según los científicos, la música del genio de Salzburgo optimiza la resolución de los procesos espacio-temporales y cognitivos, sin embargo el efecto duraría solamente quince minutos.


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