Una dieta de comida chatarra durante el embarazo provoca cambios en el desarrollo de la vía de señalización de opioides en el cerebro del bebé y altera permanentemente su funcionamiento después de nacido, afirma una investigación.
Los opioides son sustancias químicas liberadas cuando se comen alimentos altos en grasa y azúcar. Por su parte, la vía de señalización describe un grupo de moléculas de una célula que trabajan juntas para controlar una o más funciones de estas, como la multiplicación celular o la muerte celular.
El análisis explica que las personas, cuyas madres ingirieron de forma excesiva comida basura durante la gestación y lactancia, necesitan consumir mayor cantidad de este tipo de alimentos para alcanzar la satisfacción.
Según los autores, este estudio permitirá informar mejor a las mujeres embarazadas sobre el efecto perdurable que su dieta tiene sobre el desarrollo de las preferencias alimentarias del hijo durante toda la vida, así como el riesgo de los efectos metabólicos negativos.
Esta investigación se presentará en la Reunión Anual de la Sociedad para el Estudio de la Conducta Digestiva, a realizarse en el estado norteamericano de New Orleans.
La comida basura tiene, por lo general, altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares que estimulan el apetito y la sed, de ahí su gran interés comercial.
Diversos especialistas relacionan su consumo con la obesidad, las enfermedades del corazón, diabetes del tipo II, caries y celulitis. Además, aseguran que a diferencia de una “verdadera” comida no provee fibras, proteínas, carbohidratos, vitaminas ni minerales necesarios para el rendimiento del cuerpo humano.
Prensa Latina / Correo del Orinoco
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