martes, 6 de agosto de 2013

La sustancia química BPA, presente en los plásticos, podría causar daños a la fertilidad humana, según un estudio


Sin embargo, los expertos afirman que los hallazgos del laboratorio podrían no traducirse en un riesgo en la vida real



MIÉRCOLES, 31 de julio (HealthDay News) -- Una sustancia química usada en todas partes, desde el revestimiento de las latas de alimentos hasta los recibos de las tiendas, podría suponer un riesgo de infertilidad y defectos de nacimiento, según sugiere un estudio reciente.

La exposición al bisfenol A, o BPA, podría interrumpir el proceso reproductivo humano y jugar un papel en aproximadamente un 20 por ciento de los casos de infertilidad que no han sido explicados, afirmaron los investigadores de la Universidad de Harvard.

En los experimentos de laboratorio, expusieron 352 óvulos de 121 pacientes que dieron su consentimiento a varios niveles de BPA en una clínica de fertilidad.

"La exposición de los óvulos al BPA redujo el porcentaje de óvulos que maduraron y aumentó el porcentaje de óvulos que se deterioraron", explicó la investigadora principal, Catherine Racowsky, directora del laboratorio de tecnologías de reproducción asistida del Hospital Brigham and Women's de Boston.

El BPA también aumentó la cantidad de óvulos que pasaron un proceso anómalo llamado "activación espontánea" que hace que los óvulos actúen como si hubieran sido fertilizados cuando, en realidad, no ha sido así, señaló Racowsky.

Además, muchos óvulos expuestos al BPA que maduraron lo hicieron de forma anómala, con un aumento de las probabilidades de infertilidad y defectos de nacimiento, como el síndrome de Down, indicó.

Los óvulos expuestos a los niveles más altos de BPA eran los más propensos a mostrar estos efectos negativos, hallaron los investigadores. Los resultados son parecidos a los de investigaciones anteriores que examinaron el efecto del BPA en los óvulos de animales, afirmó.

Racowsky advirtió que estos últimos resultados con óvulos humanos se observaron en el laboratorio, así que no se sabe si la exposición al BPA funciona de la misma manera en la vida real. Y la investigación también halló solo una asociación entre el BPA y la infertilidad y los defectos de nacimiento, no necesariamente una relación de causalidad.

Además, los óvulos usados en el experimento iban a ser descartados porque no respondían con normalidad y por lo tanto podría considerarse que ya estaban dañados desde el principio, afirmó.

Se sabe que el BPA interrumpe el sistema hormonal, ya que la sustancia química actúa como un estrógeno artificial. "Hay muchas maneras en las que puede alterar el sistema hormonal", señaló Racowsky.

La sustancia química está por todas partes en el ambiente y es casi imposible evitar exponerse a ella, según Racowsky. "Las personas han de ser conscientes de las toxinas del entorno e intentar llevar una vida lo más sana que puedan", aconsejó.

El informe aparece en la edición en línea del 31 de julio de la revista Human Reproduction.

El Dr. Avner Hershlag, jefe del Centro de Reproducción Humana del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, se mostró de acuerdo en que un hallazgo de laboratorio no significa necesariamente que se observará el mismo efecto en el mundo real.

"Cuando se da un salto del laboratorio a los pacientes, hay que examinar un modelo totalmente diferente", afirmó Hershlag, que no participó en el estudio. "Decir a partir de [los resultados] que esto podría explicar parte de los casos de infertilidad que no se han explicado es un poco exagerado. Los casos de infertilidad cuyas causas no hemos podido explicar siguen sin ser explicados".

Un grupo de la industria se mostró de acuerdo e indicó que las situaciones del mundo real no son las de los experimentos de laboratorio.

"La relevancia fisiológica de este estudio no está nada clara, ya que las concentraciones del BPA que muestran tener algún efecto son mucho mayores que la concentración de BPA que podría estar presente en el cuerpo humano", afirmó Steve Hentges, del Grupo Global de Policarbonatos y BPA del Consejo Americano de Química (American Chemistry Council).

Hentges añadió que numerosos estudios con animales "han llegado a la conclusión de manera consistente de que el BPA no afecta a la fertilidad u otros parámetros reproductivos en ninguna dosis que esté remotamente cercana a los niveles de exposición humana".

Hershlag también señaló que el equipo plástico usado en la fertilización in vitro (FIV) podría contener BPA y podría afectar la capacidad de maduración de los óvulos, de modo que sería mejor usar vidrio. Eso, sugirió, podría incluso mejorar el éxito de la FIV.

La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. ha prohibido el uso del BPA en productos como los biberones y las tazas para bebés, pero la sustancia química sigue usándose en muchos otros productos de consumo.

Donde más se sigue usando el BPA es en el revestimiento del aluminio y de las latas, ya que evita la corrosión.

El BPA también se encuentra en los recibos de las cajas registradoras sin tinta, que están recubiertos con la sustancia química, y un estudio ha mostrado niveles altos de BPA en la orina de personas que han tocado un recibo.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Catherine Racowsky, Ph.D., director, Assisted Reproductive Technologies Laboratory, Brigham and Women's Hospital, Boston; Avner Hershlag, M.D., chief, Center for Human Reproduction, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y.; Steve Hentges, Ph.D., Polycarbonate/BPA Global Group, American Chemistry Council; July 31, 2013, Human Reproduction, online

HealthDay

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