Hace unos años salió la noticia aquí en España; fue en la revista Año/Cero nº 05/año XIII. El matemático Ruso Alexander Golod en compañía de otros científicos después de desarrollar y experimentar con la construcción de Pirámides de grandes dimensiones, con altura de 44 metros y de 55 toneladas de peso, estaban obteniendo espectaculares resultados en distintas aplicaciones como:
Pruebas realizadas con un radar militar habían detectado una columna de iones que estaban por encima de la Pirámide y se elevaba por varios kilómetros. Que esto estaba teniendo efectos beneficiosos sobre el agujero de ozono en esa zona, estos volvieron a sus niveles normales, siendo detectado por los satélites.
Que la presencia de estas Pirámides (en esa época ya habían montado unas 17 por todo el país, cuyo coste era nada más y nada menos que de 1.000.000 de dólares) tenían una relación directa con la actividad sísmica. Evitan que ocurra un gran terremoto al producirse en su lugar cientos de pequeños seísmos apenas perceptibles y que de esta forma se elimina la energía que se produce por los desplazamientos de las placas tectónicas. Yo aquí hago una relación con los efectos que hace la Bioenergía en el cuerpo humano. Si aceptamos que el planeta es un Ser Vivo, como lo es una célula, una planta, un animal y un humano, aunque cada uno en su escala evolutiva.
Como ya habrá podido leer, la relación que tiene el estancamiento de la Bioenergía en relación a los espasmos musculares involuntario. Un pequeño ejemplo: si tenemos colocados sobre uno de nuestros muslos, uno o varios objetos durante un tiempo esperando que no se caigan, esto lo podremos mantener, pero si se produce un espasmo muscular involuntario de la pierna, lo más seguro que estos se caigan, pero si con cualquier método vamos extrayendo la Bioenergía que se quiera ir acumulando hasta activar el músculo, al no producirse el estancamiento, tampoco se producirá el espasmo y los objetos no se caerán.
El equipo del Sr. Golod ha experimentado con más de 5.000 reclusos en distintas prisiones rusas, donde se distribuyeron cristales que fueron cargados energéticamente en dichas pirámides, obteniendo con ello una mejoría en sus comportamientos.
También habla de pruebas realizada con recipientes de agua sometido a la energización molecular de la misma, consiguiendo con ello que no se solidificase estando a una temperatura de 38º bajo cero.
Otro trabajo realizado por su equipo es el siguiente: colocar en el interior de sus pirámides desechos nucleares y muestran un descenso de su actividad radiactiva. Así mismo, que semiconductores de carbono presentan también una serie de modificaciones en su composición.
También el doctor físico y matemático A.S. Kotosonov, del Instituto de Investigación Científica observó que al someter el grafito a esta exposición piramidal, alteraba la conductividad eléctrica del mismo y estas estaban en relación del tiempo de la exposición y del tamaño de la pirámide.
Otro de los experimentos realizados, esta vez para ver la influencia con organismos vivos. Colocaron semillas en el interior, después fueron plantadas estas semillas y se observó un crecimiento mayor de lo habitual de entre un 30% y un 100% en relación a las semillas normales.
Otro estudio realizado en el Instituto Mechnikpv, de la Academia Rusa de Ciencias Médicas, observaron la influencia de la energía piramidal sobre los sistemas inmunológicos de los organismos y siempre dependiendo del tiempo de permanencia dentro del campo de esta energía. En este mismo Instituto, el doctor Ivanovsky, comprobó el aumento de los beneficios que obtuvieron los fármacos expuestos a esta misma energía piramidal.
La doctora N.B. Yegorova del mismo Instituto realizó investigaciones, esta vez con ratones, diciendo una vez terminado el experimento: Estamos muy sorprendidos, pues los ratones del experimento sometidos a la energía de la pirámide han sobrevivido en un 40%, cuando los que dejamos fuera, o sea, los no sometidos, han muerto todos.
Mario Gil Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario