La mejor forma, y la más rápida, de acabar con la fiebre es hacer que deje de ser necesaria, dejando que lleve a cabo su labor de desintoxicación.
Para ayudar al cuerpo en esta labor le ofreceremos reposo absoluto, para que así disponga de todas sus fuerzas para esa labor auto curativa.
Eso es precisamente lo que el cuerpo pide.
que debemos hacer ?
Reposo en cama, cualquiera que sea la edad del enfermo. Debido a que el organismo esta trabajando, no hay que sobrecargarlo con ningún tipo de actividad física.
Dieta fundamental:
basada en agua pura y zumos de fruta.
También son aconsejables los caldos de verduras, sobre todo si el enfermo cree tener hambre. Son aconsejables también las tisanas con algo de miel. Es adecuado ingerir mucho líquido para compensar la pérdida por la sudoración, especialmente en los niños.
Mantener la habitación húmeda y ventilada, separando la cama de la pared y dejando abierta la puerta. Evitar, por supuesto, las corrientes de aire.
No es preciso abrigarse demasiado, ni hundirse bajo un montón de mantas. Al contrario, es mejor aligerar la ropa pero sin pasar frío .Hay que tener en cuenta la temperatura de la habitación. 20 °C. seria lo optimo.
Evitar el contacto de la piel con lana o fibra sintética. Mantener los pies calientes, si es necesario, con la ayuda de una bolsa de agua caliente. Los paños frescos en la frente y la nuca evitan las pesadillas y favorecen el descanso.
Mantener la piel limpia con una toalla mojada en agua fresca (mejor, nada de jabón en este caso). Cambiarse a menudo de pijama y las sábanas. El enfermo debe ser tranquilizado recordando le lo beneficiosa que es la fiebre.
Mantener la piel limpia con una toalla mojada en agua fresca (mejor, nada de jabón en este caso). Cambiarse a menudo de pijama y las sábanas. El enfermo debe ser tranquilizado recordando le lo beneficiosa que es la fiebre.
Las medidas terapéuticas contra la fiebre están indicadas en casos de fiebres altas y prolongadas. Y en estos casos no se trata de suprimirla, sino de reducirla por debajo de las cifras máximas. Si la temperatura se eleva por encima de 40 °C, y se mantiene, es conveniente realizar baños con agua tibia, inferior a la temperatura del cuerpo.
Uno de los grandes alivios contra la fiebre suele ser un tratamiento combinado de enemas y envolturas o compresas de agua fría, si se trata de esas crisis depurativas, claro está. Las lavativas ayudan a esa limpieza del organismo y las envolturas absorben toxinas a través de la piel, ayudando al organismo a reaccionar.
Cuando los niños tienen fiebre muy alta
Existe en los niños una tendencia natural a las reacciones febriles intensas. Cuanto más pequeño es el niño más elevada suele ser la fiebre inicial: por tanto, no conviene alarmarse si en un momento dado el niño tiene mucha calentura.
Sin embargo, las temperaturas muy altas perjudican especialmente a los niños, ya que al aumentar su metabolismo se consume mucho oxígeno, pudiendo ser causa de convulsiones por irritación de las células nerviosas, que son las más sensibles a la falta de oxígeno.
Sin embargo, las temperaturas muy altas perjudican especialmente a los niños, ya que al aumentar su metabolismo se consume mucho oxígeno, pudiendo ser causa de convulsiones por irritación de las células nerviosas, que son las más sensibles a la falta de oxígeno.
Cuando se está seguro de que el niño tiene una temperatura excesiva (más de 40 UC), mediante una toma adecuada con el termómetro, se procurará resolver el problema. No hay que fiarse de la toma del pulso o de la palpación en la frente, estos métodos carecen de presicion.
Si el niño es demasiado pequeño para tolerar los baños de agua tibia, dejarlo sobre la cama desnudo a la temperatura ambiente, frotando eventualmente todo su cuerpo con una toallita empapada con agua tibia.
También puede envolverse todo el cuerpo con una toalla mojada, aunque en ambos casos es necesario vigilar la más mínima corriente de aire. Es importante tener en cuenta que las fricciones con alcohol en los niños son peligrosas, debido a la gran capacidad de absorción de la piel infantil.
También puede envolverse todo el cuerpo con una toalla mojada, aunque en ambos casos es necesario vigilar la más mínima corriente de aire. Es importante tener en cuenta que las fricciones con alcohol en los niños son peligrosas, debido a la gran capacidad de absorción de la piel infantil.
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