jueves, 14 de noviembre de 2013

Alerta de Propaganda: Ahora dicen que el consumo de tabaco a nivel doméstico sigue siendo muy alto y provoca asma infantil

Es necesario reducir todavía un 15 % el consumo de tabaco en el país, sobre todo en el entorno doméstico, para disminuir los episodios de asma infantil, apunta un artículo científico publicado en la revista International Journal of Statistics in Medical Research, realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM). 

El estudio presenta un primer modelo estadístico de simulación - basado en la teoría de la probabilidad condicional - para predecir el riesgo de los episodios de asma infantil. 

El uno de enero de 2006 entró en vigor una primera ley que establecía medidas contra el consumo de tabaco en España. En 2011, empezó a aplicarse una nueva ley antitabaco más restrictiva. Según el estudio, de 2001 a 2007 el consumo de tabaco en España se redujo del 35,2% al 23,7%; pero este cambio no tuvo efectos destacados en la incidencia posterior del asma infantil. 

Tal como explica Toni Monleón Getino, primer autor del artículo, "la incidencia del asma infantil está estabilizada. El consumo de tabaco en adultos también se ha estabilizado, y entre el 22 y el 23% de la población es fumadora. Si este porcentaje no se reduce de forma significativa, en especial entre las madres y padres fumadores, todavía se estará lejos del objetivo de reducir la prevalencia del asma infantil", alerta Monleón. 

En opinión del profesor Martín Ríos, "el asma es una enfermedad causada por múltiples factores (predisposición genética, ambiente, alimentación, etc.) y el tabaco actúa como un factor desencadenante de las crisis asmáticas infantiles. Es decir, no hay una relación causa-efecto entre tabaco y asma; pero el tabaco - incluso el humo del ambiente o la ropa - favorece que haya episodios de asma infantil". 

A pesar de que es difícil demostrar si las alteraciones funcionales se inician ya en el feto, o si esto tiene lugar posteriormente (durante la lactancia), se ha encontrado una disminución de la función respiratoria en niños cuyas madres fumaron durante el embarazo - pero no después del parto - , y esto da a entender que las lesiones se iniciaron en el feto. 

Comentario: Fíjense que el estudio afirma que "el asma es una enfermedad causada por múltiples factores" y que "no hay un no hay una relación causa-efecto entre tabaco y asma". Y aún así el estudio se precipita en sus conclusiones afirmando que el tabaco es culpable del asma infantil. 

Esta más allá de toda evidencia que los aditivos y componentes que la industria tabacalera utiliza en los cigarrillos comerciales, el ambiente tóxico que nos rodea, la mala y venenosa alimentación que nos invade son responsables del asma infantil... pero esto no dice NADA en contra de la nicotina. Fumarse un cigarro natural es otra historia. 

La verdad de la cuestión es que la nicotina de la planta del tabaco esextremadamente beneficiosa para el cerebro y el sistema respiratorio. La población indígena ha consumido tabaco durante 2000 años. Chamanes tribales utilizaron esta hierba medicinal para el tratamiento de trastornos respiratorios. En la década de 1800, los médicos utilizaron los productos de tabaco para tratar el asma. Los que dejan de fumar tienen un riesgo 6 veces mayor de problemas auto-inmunes de tiroides. Está demostrado que fumar tabaco mejora la sinapsis de las neuronas, desarrolla la creatividad, reduce el estrés, e incluso ayuda a tratar enfermedades como el Alzheimer. 

Animamos a nuestros científicos a que encuentren una disminución de la función respiratoria en niños cuyas madres fumaron tabaco natural, comieron comida orgánica y vivieron en un entorno con baja toxicidad durante el embarazo.
Sería necio ignorar esta realidad; el cigarrillo comercial, ese que compra en una tienda, tiene cosas como estas: Cianuro de hidrógenoToluidinaAmoníacoToluenoArsénico,DibenzacridinaFenolButanoPolonio-210DDTAcetona,NaftilaminaMetanolPirenoDimetilnitrosaminaNaftaleno,CadmioMonóxido de carbonoBenzopirenoCloruro de vinilo,Uretano

Estas son algunas de las sustancias que vienen de regalo cuando usted fuma un cigarrillo industrializado. No debería sentirse extrañado. En este mundo gobernado por psicópatas, a través del poder político y corporativo, siempre es de esperar que si existe algo bueno que puede beneficiarnos, ellos verán la forma de hacerlo inaccesible o de estropearlo de modo tal que pierda sus propiedades. 

Para que tenga en cuenta, lo ideal es consumir tabaco orgánico o natural sobre el cual no se hayan utilizado agroquímicos ni aditivo alguno. También es importante que consiga un papel orgánico, quizá a base de hoja de cáñamo sin blanquear y que utilice un adhesivo natural como la goma arábiga. Agregando un filtro adecuado (o sin filtro si lo desea) puede armarse un cigarro sano sin correr los riesgos derivados del consumo del tabaco industrializado. 

Entonces la próxima vez que oiga que en el humo del tabaco hay más de 4000 sustancia cancerígenas, y bla, bla, bla, ... recuerde que la muchas de estas sustancias no tienen nada que ver con el "buen" tabaco. 

[...] ¿Sabía usted que a principios del siglo XX en Europa una de cada dos personas fumaba tabaco? ¿Sabía acaso que hasta mitad del mismo siglo la incidencia del cáncer de pulmón se mantuvo tan baja que era apenas medible? Imagine el siguiente panorama: el tabaco llegó a Europa en el siglo XV traído desde América donde los nativos lo consumían desde varios siglos atrás sin acusar el más mínimo trastorno. Los nativos no sólo lo utilizaban como un bálsamo sino que le daban un uso medicinal. ¿En qué momento esta maravillosa planta se convirtió en la encarnación vegetal del mismísimo demonio? Esta es una pregunta clave. Considere que durante siglos, mucho antes de que comenzara esta locura conocida como campaña anti-tabaco, en Europa se consideró al tabaco como una planta medicinal con usos múltiples. 

[...] En buena parte de la Europa del siglo XIX, [los fumadores] gozaban de buena salud en líneas generales; alguno de ellos, muy probablemente por efecto de fumar tabaco, habían reducido su ansiedad y depresión, otros habían experimentado un rendimiento intelectual superior, mejoras en su memoria de largo plazo, alivio en afecciones respiratorias, o desinflamación generalizada. En definitiva, se sentían saludables después de décadas de fumar tabaco y jamás se les hubiera cruzado por la cabeza la loca idea de que el cigarrillo podría matarlos. 


mie, 13 nov 2013 10:22 CSTMauricio Santecchia

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