martes, 26 de noviembre de 2013

Eyaculación precoz: Cómo identificarla

Aproximadamente un 30% de los hombres reconoce sufrir o haber sufrido esta disfunción sexual, que tiene tratamiento

FOTOLIA


Tic tac, tic tac. En un mundo en que el todo va demasiado deprisa, todavía hay cosas que requieren su tiempo. Y en el sexo, ser demasiado rápido puede convertirse en un problema. Aproximadamente un 30% de los hombres reconoce sufrir o haber sufrido eyaculación precoz, «aunque si preguntáramos a las mujeres, este porcentaje sería mayor», asegura a ABC el doctor Juan Carlos Ruiz de la Roja, urólogo y director del Instituto Urológico Madrileño. «Conozco señoras casadas y con hijos que nunca han tenido un orgasmo porque sus maridos sufren eyaculación precoz y no se lo han tratado», señala.

Pero, ¿qué se considera eyaculación precoz? En esta disfunción sexual masculina no solo es clave el tiempo, sino la sensación por parte del hombre de una falta de control sobre el momento de la eyaculación, y lainsatisfacción de la pareja. «Si un hombre tarda en casi todos sus encuentros sexuales menos de un minuto en eyacular, una vez que se produce la penetración, estamos ante un eyaculador precoz. Pero la clave es la insatisfacción sexual por parte de la mujer», explica el doctor Ruiz de la Roja.

En este sentido, la eyaculación precoz también puede definirse en función de cada pareja. «Un hombre puede ser capaz de controlar la eyaculación 4-5 minutos y con ello satisfacer a su pareja plenamente si ella puede a su vez llegar al orgasmo en ese espacio de tiempo. Pero con una pareja distinta, cuyos tiempos de excitación y de orgasmo sean superiores, ese mismo hombre pasará a definirse y a sentirse comoeyaculador precoz», señala la doctora Rosa Abenoza, médico psicoterapeuta y sexóloga del Instituto de Medicina Sexual.

Si solo te ha pasado una vez, no tienes porqué asustarte. «Cuando el varón ha tardado mucho en tener una relación sexual, puede tener una eyaculación precoz, pero es por el ansia», tranquiliza el doctor Ruiz de la Roja.

En el origen de esta disfunción sexual, que puede aparecer a cualquier edad, convergen factores psicológicos y biológicos. Aunque esta circunstancia avergüence al hombre, es fundamental consultar con el especialista para averiguar la causa y personalizar el tratamiento.
Cambiar el ritmo aprendido

Cuando se ha padecido de siempre, puede estar relacionada con una disminución de la serotonina a nivel cerebral, un neurotransmisor que desempeña un papel clave en la eyaculación. Para estos casos, existe un tratamiento farmacológico: la dapoxetina. Lo ideal es que vaya acompañada de una terapia sexológica que «enseñe al paciente a detectar las sensaciones previas a la eyaculación para su posterior control», aconseja la doctora Abenoza, que asegura que detrás de muchos casos de falta de control sobre la eyaculación hay un aprendizaje de masturbación rápida en solitario. «Tiene dificultad en afrontar la relación sexual con otro ritmo, entre dos personas y le cuesta percibir sensaciones que normalmente le pasan desapercibidas», explica la psicoterapeuta.

Pero hay otros factores que pueden desencadenar este problema, como «la prostatitis, la ingesta de algunas drogas (anfetaminas, cocaína), determinadas enfermedades neurológicas, la diabetes o personas que beben mucho alcohol», enumera el doctor Ruiz de la Roja.

En el tratamiento de la eyaculación precoz igual de importante es la predisposición del paciente que la de su pareja. La clave es la comunicación y la ausencia de reproches. «La pareja colaborativa, que se implica en los ejercicios propuestos y comprende que en ella recae también parte de la responsabilidad de la buena consecución del tratamiento, es la ideal», asegura la doctora Abenoza, quien advierte de que cuando una pareja se niega a colaborar y boicotea el tratamiento, «es indicativo de que quizás existan problemas de fondo que van más allá de la eyaculación precoz».

CRISTINA GARRIDO / MADRID
Día 25/11/2013 - 23.27h

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