miércoles, 11 de diciembre de 2013

La meditación tiene beneficios incluso a nivel genético, muestra estudio

LA MEDITACIÓN AFECTA LA EXPRESIÓN DE CIERTOS GENES LIGADOS AL SISTEMA INMUNE Y PODRÍA SER UTILIZADA COMO ANALGÉSICO Y ANTI-INFLAMATORIO.

Un estudio realizado por investigadores de Francia, España y Estados Unidos descubrió por primera vez evidencia sobre cambios moleculares específicos detonados por un período de meditación. Los resultados muestran que la meditación puede afectar la expresión de ciertos genes ligados a la inflamación, teniendo un efecto anti-inflamatario y analgésico.

El estudio analizó los efectos de un día de meditación de 8 horas contra un grupo de control que no participó en actividades meditativas. Después de las 8 horas, los que meditaron mostraron niveles de regulación genética distintos y una reducción en genes inflamatorios, lo que sugiere una mayor capacidad para recuperarse de una situación estrés físico. Los genes específicos que la meditación afectó justamente están siendo investigados para el desarrollo de nuevos medicamentos para reducir el dolor y la inflamación, estos son el RIPK2 y el COX2

“Nuestros genes son bastante dinámicos en su expresión y estos resultados sugieren que la calma mental puede tener un importante potencial para influir en su expresión”, dijo uno de los investigadores.

La epigenética, una de las nuevas ramas científicas que empieza a revelar su importancia, sugiere que la expresión de ciertos genes (los cuales pueden derivar en enfermedades) es susceptible al medio ambiente y a demás factores, como pueden ser el estrés o en su reverso la relajación. El reciente estudio parece encaminar al entendimiento de que muchas enfermedades, en tanto a que están ligadas a un proceso de inflamación y a genes relacionados con el sistem inmune, podrían ser controladas sin la necesidad de fármacos, solamente con un regimen de meditación u otros ejercicios destinados a producir un estado mental de relajación. Esto es en cierta forma encontrar y dirigir la respuesta de placebo natural del cuerpo, algo que la ciencia moderna no ha estudiado del todo. Quizás el trabajo de Ernest Lawrence Rossi es de lo más interesante en el campo de la psiconeuroinmunología y ofrece una posible explicación para la acción de mecanismos como la meditación. Rossi considera que es posible reprogramar al organismo –a través de la hipnosis y la terapia– para detonar una serie de transmisiones y respuestas similares al placebo, neurotransmisores y horminas que se oponen al estrés. Esto sería un poco lo opuesto a lo que sucede con personas alérgicas que responden a ciertas “agresiones” del ambiente de manera desbordada, produciendo excesos de cortisol.

Aún más interesante es el hecho recientemente descubierto, también dentro del campo de la epigenética, de que las experiencias que tenemos y su registro en nuestra memoria pueden ser heredadas a nuestro hijos y nietos. Estas experiencias, en su aspecto traumático, llegan a transformarse en tendencias a la depresión o al alcoholismo, por citar algunos ejemplos. Pero por otro lado también podrían usarse en el sentido opuesto. Experiencias como las que pueden cultivarse a través de la meditación podrían provocar que nuestros hijos estén más inclinados a la relajación o puedan reaccionar a situaciones de estrés con mayor calma, e incluso mejorar sus sistemas inmunológicos. Así que cuando medites, piensa que esta meditación incluso puede fructificar sus semillas en la mente de tus nietos, décadas después.

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