sábado, 4 de enero de 2014

Depuración Corporal: Los Pulmones


La función básica de los pulmones es el manejo del material gaseoso que entra y sale del organismo, absorbiendo nutrientes y excretando desechos. Para dicha tarea existe una vasta red de alvéolos, que permite la intercomunicación entre el material gaseoso y la sangre. A través de estas sutiles membranas, el fluido sanguíneo absorbe oxígeno y elimina anhídrido carbónico.

Los únicos residuos sólidos que deberían eliminar los pulmones, serían aquellas finas partículas de polvo que la nariz no consigue neutralizar en sus vellosidades protectoras, y que los cilios vibrátiles se encargan de retornar hacia la salida.

Sin embargo, frente al exceso de material tóxico que debe manejar hoy día el organismo, y que supera ampliamente la capacidad evacuativa de los emuntorios principales, los pulmones son reclamados a colaborar en la tarea de drenaje, sirviendo como .“salida de emergencia.” de la sobrecarga.

Las mucosas alveolares sólo deberían dejar pasar deseches gaseosos provenientes de la sangre, pero el volumen tóxico e irritante de las toxinas que circulan por el flujo sanguíneo, logra dañar estas delicadas membranas. A medida que las mucosas se van haciendo más porosas, comienza a pasar otro tipo de desechos. El resultado es la acumulación progresiva de desechos sólidos en los canales alveolares, bajo forma de flema y mucosidad.

Los pulmones no están preparados para manejar este tipo de material. Los desechos se desplazan lentamente, pues tienen que vencer la gravedad para ascender hasta los bronquios y luego ser expulsados por las vías respiratorias en forma de catarro y mucosidad.

Para ello, el organismo debe usar mecanismos estimuladores de este movimiento, que demandan gran energía: la tos y la expectoración, dos reacciones defensivas erróneamente reprimidas. Mas allá de poder evacuar estos desechos tras una crisis depurativa (gripe, bronquitis, etc.), el daño que se genera en los alvéolos es una puerta abierta para la instalación de virus y bacterias, que provocarán luego afecciones respiratorias a repetición, confirmando nuevamente que .“el virus no es nada, el terreno lo es todo.”. Solo basta observar el estado general de aquellas personas con sinusitis y resfríos crónicos, para comprender esta natural relación de causa y efecto.

SÍNTOMAS DE MALFUNCIÓN PULMONAR

El buen funcionamiento pulmonar se aprecia en las fosas nasales despejadas, y la respiración libre y cómoda. Inspiraciones y expiraciones deben ser normalmente profundas, adecuándose rápidamente a los cambios de ritmo frente a solicitaciones intensas.

La persona se suena la nariz sólo ocasionalmente, sobre todo por la mañana, puesto que las horas de descanso en posición horizontal facilitan el movimiento ascendente del escaso residuo sólido que debería encontrarse en la cavidad pulmonar. En contrapartida, la sobrecarga del emuntorio pulmonar es fácil de advertir. El individuo tiene las fosas nasales congestionadas, su respiración es dificultosa, el aire penetra con dificultad, hay necesidad de sonarse la nariz continuamente, fluye mucosidad cuando se inclina hacia delante con la cabeza hacia abajo, a menudo la boca permanece abierta para ayudar en la respiración, hay tos y catarro. Ante el menor esfuerzo, la persona queda .“sin aire.” y comienza a escupir.

Por lo visto a nivel intestinal y de acuerdo al concepto de órganos pares de la medicina china, los pulmones se influencian mutuamente con el colon o intestino grueso. La malfunción de uno repercute directamente sobre el otro órgano.

LAS HIERBAS

LLANTÉN, UNA MARAVLLA QUE CRECE EN MI PATIO

Hay un variado repertorio de hierbas que sirven para aliviar el trabajo pulmonar. Generalmente son expectorantes, dilatan los alvéolos, fluidifican la mucosidad, facilitan su expulsión y tienen poder antiséptico. Entre ellas podemos citar: eucalipto, llantén, ambay, orégano, salvia de la puna, chachacoma, tomillo, borraja, tusílago, regaliz, pulmonaria, consuelda, jengibre, etc. Estas hierbas pueden utilizarse en infusiones, en inhalaciones de vapor (fáciles de realizar con el auxilio de una toalla y una olla de agua hirviendo) y en baños de inmersión.

En el caso del eucalipto, planta tradicionalmente asociada a las vías respiratorias y a las inhalaciones, serecomienda evitar su ingesta directa (infusiones), dado su alto contenido en arsénico (es uno de los vegetales que más lo concentra).

Tres componentes del Tónico Herbario son básicos para la buena función pulmonar: bardana, acedera y olmo. A nivel del Botiquín Homeopático podemos auxiliarnos con Antimonium, Arsenicum, Geoffroea, Ipecacuanha y Kali.

LOS ALIMENTOS

Siendo el alimento la principal fuente generadora de desechos, su adecuada selección puede hacer mucho para mejorar el estado del emuntorio pulmonar.

Como primera medida se deben eliminar (o reducir al máximo) los alimentos comprobadamente productores de mucosidad: los lácteos, el gluten (el trigo es su fuente principal) y los procesados cárnicos.

Al mismo tiempo deben incorporarse alimentos que estimulan la expectoración y fluidifican la mucosidad: jengibre, cebolla, dátiles, higos, rabanitos, limón, berro, miel de abejas, etc.

OTRAS RECOMENDACIONES

No siendo hierba ni alimento, párrafo aparte para el propóleo, magnífico producto apícola que protege las vías respiratorias. Entre las veinte propiedades científicamente demostradas que posee, se destaca su capacidad como antiséptico, antibacteriano, antiinflamatorio, antioxidante, antituberculoso, antiviral y estimulador de la inmunología. Aunque por su efectividad puntual se lo emplea popularmente para combatir tos, asma y gripes, su uso más recomendable es a través del aporte periódico y sostenido de pequeñas dosis (20 gotas diarias de solución al 10% por las mañanas en ayunas) que refuerzan el trabajo del sistema inmunológico en su conjunto.

Invertir la posición vertical del cuerpo, es de gran ayuda en las crisis de acumulación de las vías respiratorias. Por gravedad, los desechos sólidos tienen tendencia a acumularse en la base de los pulmones.

Como dijimos, la posición horizontal durante el sueño, ayuda a su evacuación, pero podemos colaborar aún más si adoptamos durante algunos minutos la posición vertical invertida. Según la capacidad de la persona, pueden adoptarse distintas técnicas. La más sencilla es el colgado de cabeza. Temprano por la mañana, acostarse en la cama boca abajo con la cabeza colgando hasta que casi toque el suelo.

 De ese modo el tórax también adopta la posición descendente que favorece el deslizamiento de la mucosidad. Los más ágiles pueden colgarse de una barra o soga, o incluso practicar la posición yóguica de la vela.

Otro mecanismo que estimula el drenaje pulmonar, es el jadeo, cuya acción mecánica dilata los bronquios. Lo ideal es alguna práctica física enérgica que lo genere: trotar, pedalear, hacer gimnasia, etc. Para las personas menos vitales, sugerimos un método casero y sencillo para reeducar la respiración y estimular la circulación. Requiere una botella de litro y una manguerita de 5 mm de diámetro interno.

Se llena con agua un tercio de la botella e introduciendo la manguera en el fondo, se realizan respiraciones profundas, soplando a través de ella, para vencer la resistencia del agua. Gradualmente se puede llegar a tres sesiones diarias de hasta 20 espiraciones.

Mucho más divertido y relajante puede resultar el consejo de hacer prácticas de canto.

Esta actividad recreativa estimula magníficamente la función pulmonar y colabora en buena forma con la apertura de este emuntorio.

La estimulación de la zona refleja de los pulmones en la planta de los pies, es un mecanismo coadyuvante en todo tipo de problemática pulmonar, sin contraindicaciones y sinérgica con cualquier otra línea de acción que se adopte.

ZONAS EN AZUL ESTIMULAN VIA RESPIRATORIA



APORTES DE TAHÍTA…

Recetas de jugos curativos para los pulmones y bronquios

Jugo curativo #1

Este jugo es útil para la bronquitis alérgica, ya que posee un efecto antihistamínico. Contiene, además, de bromelaína y vitamina C lo que combate las infecciones.

Ingredientes

1 brócoli
1 manojo de perejil
1 manzana
2 ramas de apio

Lavar y picar los ingredientes. Colocar éstos en la licuadora y batir por unos instantes. Servir y tomar de inmediato antes de que se oxide. Beber dos vasos al día hasta que se sienta alivio.

Jugo curativo #2

Ingredientes

1 taza de leche de soya
1 plátano
1 de taza de almendras
1 cucharada de miel de abeja
1 pizca de canela en polvo

Poner todos los ingredientes en la licuadora y batir hasta que haga espuma. Tomar un vaso al día preferiblemente por la mañana.

Jugo curativo #3

Ingredientes

1 nabo mediano
2 limones
Agua, la necesaria

Preparación

Lavar y picar el nabo. Lavar, partir por la mitad y extraer el jugo de los limones. Colocar en la licuadora el nabo y el jugo de los limones. Tomar un vaso al día.

Jugo curativo #4

Ingredientes

4 rábanos
2 limones
1 vaso de agua caliente

Preparación

Rallarlos rábanos y añadir al agua caliente. Dejar reposar durante 20 minutos. Colar y añadir el jugo de limón. Tomar recién hecho 3 veces a la semana.

Jugo curativo #5

Ingredientes

2 toronjas
2 guayabas
1 kiwi

Preparación

Exprimirel jugo de las toronjas. Lavar y pelar el kiwi y las guayabas. Después poner éstos en la licuadora junto con el jugo de toronja. Tomar un vaso diario durante dos semanas seguidas y descansar una.


Jugo curativo #6

Este jugo es expectorante, ya que no sólo alivia la tos sino también desinflama las vías respiratorias

Ingredientes

5 zanahorias, el jugo
1 tallo de apio
5 hojas medianas de espinacas

Preparación

Lavar y picar los ingredientes. Colocar en la licuadora y batir hasta desaparecer los grumos. Colar y beber 1 vaso a diario durante 5 días.

Jugo curativo#7

Este zumo se utiliza como antiinflamatorio y expectorante. Se aconseja para tratar tos y dolor de garganta, Se puede usar tanto en trastornos crónicos como de manera preventiva.

Ingredientes

2 cucharadas de gordolobo
2 cucharadas de equinácea

El jugo de un limón
3 cucharadas de miel
1 litro de agua
1 raja de canela

Preparación

Hervir el agua, añadir las plantas y lacanela, mantener a fuego lento durante 3 minutos. Dejar enfriar y añadir el resto de los ingredientes. Tomar una vaso diario teniendo en cuenta que no se debe ingerir después nada frío.

Jugo curativo #8

Este zumo es rico en vitamina C, calcio, sodio, acido cítrico y tartárico, los cuales estimulan la circulación sanguínea y descongestiona pecho y garganta.

Ingredientes

1 vaso de jugo de piña
3 ciruelas pasas deshuesadas
2 cucharadas de propóleos

Preparación

Lavar y cortar la piña en pedazos. Colocar la piña y las ciruelas pasas en la licuadora junto con el propóleos. Batir por unos instantes. Tomar un vaso la mañana y en la noche hasta sentir mejoría.

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