martes, 15 de abril de 2014

Estudio: Inyecciones de altas dosis de Vitamina C aniquila las células cancerosas

Una innovadora nueva investigación sobre el potencial de la vitamina C contra el cáncer ha sido publicada en las páginas de la revista revisada por pares Science Translational Medicine. 

Un equipo de investigadores de la Universidad de Kansas, según los informes, probó los efectos de la vitamina C en altas dosis por vía intravenosa en un grupo de sujetos humanos y encontró que efectivamente se erradica las células cancerosas dejando intactas las células sanas.

Basándose en una investigación anterior que fue pionera en la década de 1970 por el fallecido Linus Pauling, un químico de la Universidad Estatal de Oregon, que hoy en día es reconocido como autor de la propuesta más importante del mundo de los efectos terapéuticos de la vitamina C, la nueva investigación incluyó la inyección de altas dosis de vitamina C en células de ovario humano. Las pruebas se llevaron a cabo in vitro en un laboratorio, así como directamente en ratones y un grupo de 22 sujetos humanos.

Según BBC News, las pruebas mostraron resultados favorables en los tres modelos, la vitamina C identificaba eficazmente las células de cáncer de ovario, evitando las células sanas. También se observaron beneficios de altas dosis de vitamina C en combinación con los tratamientos de quimioterapia convencionales, que destruyen todas las células, tanto sanas como malignas, y que finalmente llevan a la muerte del paciente.

“Los pacientes están buscando opciones seguras y de bajo coste en su tratamiento del cáncer”, dijo la Dra. Jeanne Drisko, un co-autor del estudio, a la BBC sobre las conclusiones. “La vitamina C intravenosa tiene ese potencial basado en nuestra investigación en ciencias básicas y datos clínicos tempranos.”

Los investigadores admiten que más estudios en humanos sobre la vitamina C intravenosa es poco probable porque las compañías farmacéuticas no pueden patentar vitaminas

El siguiente paso para este tipo de investigaciones debería entrañar la aplicación de estos mismos parámetros en un ensayo clínico humano a gran escala para ver si pueden ser replicados y confirmados. Si bien este nuevo estudio es ciertamente convincente por sí solo, los obstáculos para lograr la aceptación generalizada de sus resultados incluyen replicarlos a través de una muestra humana de tamaño mucho mayor.

Pero en realidad esto nunca ocurrirá. Y la razón, dice el equipo de investigación, es que estas pruebas requieren fondos que normalmente provienen de las empresas farmacéuticas interesadas en el desarrollo de un medicamento patentado. Las compañías farmacéuticas, en otras palabras, están poco interesadas en la promoción de los beneficios medicinales de sustancias naturales como la vitamina C, ya que diezmaría la industria multimillonaria convencional contra el cáncer si se corriera la voz acerca de sus beneficios.

“Debido a que la vitamina C no tiene potencial de patente, su desarrollo no será apoyado por las compañías farmacéuticas”, dice Qi Chen, autor principal del nuevo estudio. “Creemos que ha llegado el momento para que las agencias de investigación apoyen vigorosamente reflexivos y meticulosos ensayos clínicos con vitamina C intravenosa”.

La respuesta de la industria médica convencional para éstos y hallazgos similares en los últimos años ha sido nada menos que de burla, que es de esperarse. El tener que racionalizar décadas de advenimiento de cáncer a pacientes mediante el guante de la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía — con resultados deprimentes — ignorando al mismo tiempo las alternativas naturales contra el cáncer como la vitamina C es una píldora difícil de tragar para esta poderosa industria de alta rentabilidad, que preferiría ignorar todos esos hallazgos a pensar críticamente acerca de ellos.

“El [A]scorbato es procesado por el cuerpo de diferentes maneras cuando se administra por vía oral o por vía intravenosa”, escribe Heidi Ledford para Nature acerca de esta variación comúnmente mal entendida. El complejo médico-industrial, resulta que, intencionalmente corrompe la conversación sobre la vitamina C por intrincados efectos distintos de estas muy diferentes rutas de entrega.

“Las dosis orales [de vitamina C] actúan como antioxidantes, protegiendo las células contra el daño causado por los compuestos reactivos que contienen oxígeno, pero la vitamina C administrada por vía intravenosa puede tener el efecto contrario al promover la formación de uno de esos compuestos: peróxido de hidrógeno. Las células cancerosas son particularmente susceptibles a daños causados por dichos compuestos que contienen oxígeno reactivo”.

Referencias:


Traducción: elnuevodespertar

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