sábado, 24 de mayo de 2014

Placenta de yegua: cuando la medicina tradicional no es suficiente

El caso del futbolista Diego Costa demuestra que en muchas ocasiones se acuden a métodos científicamente no demostrados

EFE
Diego Costa en un entrenamiento

Es posible que los milagros existan, aunque en medicina son muy poco probables. Diego Costa viajó y volvió de Belgrado donde ha sido tratado por Mariana Kovacevic, la terapeuta serbia en la que el futbolista delAtlético de Madrid ha puesto su última esperanza para jugar la final de laLiga de Campeones mañana sábado. No es médica, ni fisioterapeuta: Kovacevic es licenciada en Farmacia pero desde 2002, cuando comenzó a tratar lesiones deportivas con este método poco convencional, se ha convertido en un personaje en el mundo del deporte.

Su innovadora propuesta es usar ‘placenta de yegua” para tratar al futbolista. «Se trata de un método que no está aprobado por la comunidad médica», apunta el doctor Pedro Guillén, responsable de Traumatología en la Clínica Cemtro de Madrid, clínica donde precisamente ayer mismo Costa se sometió a un nueva resonancia magnética para ver la evolución de su lesión.
Proteínas

La placenta, explica el doctor Guillén a ABC, es una fuente rica en proteínas, y es por eso por lo que se piensa que puede ayudar a mejorar la lesión del futbolista. Pero Guillén habla claro y sin tapujos de lo que está pasando: «es normal que Costa haga todo lo posible para tratar de jugar; es totalmente legítimo. El problema –denuncia- es el oscurantismo que rodea en muchas ocasiones a estos temas, porque se juega con la esperanza de la gente».

¿Pero jugará Diego Costa el sábado? Guillén dice que sólo el jugador lo sabe, pero matiza. «Costa tiene una pequeña lesión de grado I -lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha- que en situaciones normales curaría en 8 o 10 días». Pero en su caso hay que tener en cuenta lo que el experto denomina «el entorno». No hay que olvidar, apunta, «que el delantero hispano-brasileño viene de recuperarse de dos lesiones tempranas, lo que dificulta mucho su curación». Ahora bien, «la decisión de jugar o no la tomará él».

El tratamiento «milagroso» al que ha recurrido Costa ya lo ha probado otros futbolistas. Por la consulta de la «doctora milagro», tal y como señala en su página web, han pasado jugadores como el uruguayo Pablo Zabaleta, los españoles Iván de la Peña y Albert Riera y el capitán de la selección holandesa Robin Van Persie.
Efectos a largo plazo

«Lo que ella hace no es medicina, por así decirlo, ella no es médica, es farmacéutica, pero funciona. Los futbolistas, nacionales y extranjeros, la adoran, porque cumple lo que promete. Rehabilita al jugador para que pueda jugar», declaró a Efe el periodista deportivo Pavle Knezevic, de la agencia Beta.

Eso sí, opinó que el método que aplica Kovacevic no ha sido clínicamente investigado y que «se desconoce qué efectos a largo plazo» podrían sufrir los futbolistas. En este punto Guillén cree, «aunque todo en este momento son suposiciones», que lo que ha hecho Kovacevic es aplicar placenta de yegua de forma cutánea, y «soy muy escéptico de que eso pueda funcionar y las células traspasen la piel para curar la lesión». Otra cosa es si se han inyectado la placenta de yegua, «que no lo sabemos, aunque no lo creo porque las consecuencias puede ser, o muy beneficiosas o muy perjudiciales».
Gel cutáneo

Según explica su página web, el tratamiento consiste en un masaje manual junto con un gel con sustancias activas, y un campo electromagnético de ondas de alta frecuencia que actúa sobre los tejidos dañados mientras la piel permanece intacta. El proceso no es invasivo y no tiene ninguna contraindicación ni reacción alérgico

En cualquier caso el doctor Guillén añade que «cuando la medicina tradicional falla, uno se agarra a la medicina no probada. Pero desde luego, lo que se dice que se ha hecho no responde a la evidencia científica y es complicado que funcione.


R. I.@abc_es / MADRID
DÍA 23/05/2014 - 09.17H
http://www.abc.es/salud/noticias/20140523/abci-placenta-yegua-diego-costa-201405222132.html

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