miércoles, 13 de agosto de 2014

Cuidado de las heridas caseras

Una herida en casa por lo general es simple y puede curarse allí mismo, pero hay que saber controlarla, limpiarla y ayudarla a sanar de la mejor manera, para que no se infecte. Aunque hay que aprender a diferenciar de heridas sencillas o las que requieren atención médica.

Cortarse mientras se hace aseo o lava la loza es algo muy común y son accidentes pequeños caseros que son bastante comunes, pero pocas personas saben cómo tratarlas para controlar el sangrado, limpiar correctamente la herida y hacer que sane de manera efectiva y rápida. Cuando una persona se corta, debe actuar de forma rápida y no esperar a que salga mucha sangre, que arda la herida y que hasta llegue a infectarse por no prestarle atención. 

Hay que tener en cuenta que hay heridas superficiales y otras un poco más profundas, así que hay que diferenciarlas y entender que si es muy profunda y grande, debe acudirse a un médico, que probablemente tenga que coger algunos puntos. Hay que limpiar la herida de inmediato y la mejor manera es con agua fría. Ésta servirá para poder eliminar cualquier tipo de residuos o suciedades. Si se emplea jabón, que preferiblemente es mejor no hacerlo, hay que asegurarse que no tenga aromas y que su pH sea neutro. 

Después de limpiar la herida, es bueno aplicar un poco de antibiótico natural, es decir, que tenga un origen desde la naturaleza, como la miel, o el aloe vera obtenido de la sábila. Se puede tomar un poco de cualquiera de las dos y aplicarse de manera suave sobre la herida. Seguramente curará; en un menor tiempo. Cuando ya esté totalmente limpia y seca, se puede posicionar un protector para la zona herida, como una cura o bandita. Aunque también se puede usar un vendaje pequeño, para que cubra la herida y de paso el ungüento empleado para acelerar la curación de la herida. 

Obviamente hay que tener cuidado y responsabilidad al cambiar el vendaje, porque no se puede dejar todo el día y permitir que se moje o se llene de líquidos o sustancias que generen una infección. Lo mejor es que se cambie periódicamente, por lo menos dos o tres veces al día, dependiendo de la gravedad de la herida y que se aplique de nuevo otro poco de aloe vera o de miel. 

Si se evidencian síntomas de dolor, irritación, coloración morada en la piel, sangrado u otros síntomas, es mejor que se visite al médico, porque es probable quela herida se haya infectado y que tengan que emplearse tratamientos médicos, además que en muchos casos, a las personas les da pereza ir al médico cuando saben que una herida no es tan simple y debió ser tratada por un profesional desde un principio.

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