Si bien es cierto que las técnicas de relajación no pueden eliminar todo elestrés de nuestras vidas, no lo es menos que aprender a relajarse puede proporcionar el aprendizaje para afrontar los cambios necesarios en aras de lograr mayores fuentes diarias de satisfacción.
En cualquier momento y lugar
Aprovechar siempre que se pueda los placeres que ofrece la vida, ya sea en forma de buenas películas, buena música, lo colores de la naturaleza y sus paisajes, buenos alimentos, etc…
La indulgencia con uno mismo contribuye a la relajación, la felicidad y la salud. No siempre son necesarios veinte minutos de meditación profunda o relajación muscular. Sin menosprecio de éstos métodos, también podemos acudir a medios rápidos y oportunidades sencillas de la vida diaria para refrescar nuestra mente y disfrutar de la vida.
Hay técnicas que requieren segundos y se realizan en cualquier lugar. Otras, requieren métodos más especializados y una mayor práctica, también lugares cómodos y tranquilos.
A continuación te sugerimos una serie de recomendaciones para prepararse a la hora de lograr una buena relajación:
Procurar no ser molestado durante los veinte minutos que nos proponemos disfrutar. Puede ser conveniente colocar una cartel de no molestar, desconectar el teléfono, etc…
Pensar que uno merece esos veinte minutos de intimidad y seguridad.
Llevar ropa cómoda y tener un asiento confortable o colocarse sobre una alfombra o un cojín.
Utilizar lo que a cada uno le venga bien, puede ser una una luz tenue, una música suave o una cinta de relajación o visualización.
Ver ese momento como una recompensa y no como una obligación.
Pensar que el dominio de la técnica escogida requiere tiempo y no dará resultados espectaculares inmediatos, pero a la larga los beneficios serán innumerables.
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