Cuando se habla de cannabis, hay que considerar que existen tres especies: Indica, Ruderalis y Sativa.
Dentro de esta última, la Sativa, se distingue a la marihuana, con alta concentración de TetraHidroCannabinol (THC) y por ende propiedades psicoactivas, y el cáñamo, con una concentración ínfima de esta sustancia pero con una gran variedad de usos industriales gracias a la alta calidad de su fibra.
Aunque no sea algo que habitualmente se escuche, esto no es novedad, en la antigüedad, incluso antes del siglo V a C hasta finales del siglo XIX, el cáñamo se ha utilizado como fibra textil tanto para vestimenta como para la fabricación de velas de navegación y cuerdas, incluso de las mismas carabelas de Cristobal Colón.
El cáñamo fue el segundo material más utilizado en la construcción de navíos después de la madera.
Lamentablemente, su uso disminuyó en los años 30 a partir de la gran competencia del nylon y la confusión de los cultivos de cáñamo y marihuana.
¿Cuáles son sus cualidades tan especiales?
El cáñamo crece fácilmente hasta una altura de 4 metros sin necesidad de agroquímicos. Las fibras de esta planta están entre las más largas y resistentes de todo el reino vegetal.
El tejido de cáñamo puede ser tan suave y versátil como el algodón, pero más fuerte, duradero, fácil de teñir y con mayor capacidad de absorción de agua. También es más resistente al moho, a los rayos UV y UVB. Es antibacteriana, regula la temperatura y no se decolora fácilmente.
En sus inicios, a mediados del siglo XIX Levi Strauss fabricó los primeros jeans con lona de cáñamo para uso de mineros, un producto de aspecto y textura rústica.
En la actualidad, se ha logrado tejidos de mayor suavidad, debido a que el lino y el cáñamo son muy similares y las tecnologías desarrolladas para una son generalmente adaptables a la otra. Algunas variedades de cáñamo, de hecho, son difíciles de distinguir del lino.
También la mezcla con algodón, lino, seda y lana, da al cáñamo mayorsuavidad, a la vez que conserva sus cualidades de resistencia y durabilidad.
Todo esto no es ignorado por empresas de la moda como Armani, Polo Ralph Lauren, Nike y Calvin Klein, que ya cuentan con colecciones confeccionadas a partir de fibra de cáñamo. En Europa y Norte América el mercado de ropa de esta fibra se encuentra en rápido crecimiento.
Pero el uso industrial del cáñamo no termina allí, las fibras de cáñamo son también usadas para reforzar termoplásticos moldeados en la industria automotriz. BMW, Audi y Mercedes utilizan de manera considerable materiales compuestos de cáñamo en modelos de gama alta, otorgándoles ligereza y resistencia, ambos aspectos fundamentales para garantizar eficiencia de consumo y seguridad.
En 2012, el investigador inglés James Meredith de la Universidad de Warwick, publicó un artículo que afirmaba que los compuestos de cáñamo eran un sustituto viable de la fibra de vidrio utilizada en el revestimiento de automóviles, al demostrar una alta absorción de energía específica, lo que significa que puede soportar una gran presión en relación con su muy ligera masa.
También en la construcción se ha introducido el cáñamo, incorporándolo a la mezcla del concreto para lograr un concreto reforzado aunque liviano, otorgando resistencia y flexibilidad, así como mayor poder térmico y aislante.
Una vez las fibras han sido retiradas de los tallos del cáñamo, los restos son un 77% celulosa, lo cual convierte al cáñamo en uno de los cultivos más eficientes para la fabricación de plásticos biodegradables vegetales, mejor que la madera que sólo contiene entre un 40% y 50% de celulosa.
En Europa también, la celulosa del cáñamo es usada en la industria del papel, ya que gracias a su bajo contenido de lignina pueden ser convertidas en pulpa usando menos químicos que en la madera.
Se encuentra bajo estudio el uso del aceite de la semilla de cáñamo para la elaboración de biocombustible. Investigadores de la Universidad de Connecticut, EEUU, han encontrado que la planta tiene propiedades que la hacen viable y atractiva para este uso, pero consideran como desventaja el bajo nivel de producción actual.
Como se ha visto entonces, el cáñamo se puede utilizar como fibra textil, como celulosa para hacer papel, como material aislante y piezas plásticas, y potencialmente como biocombustible.
Pero ¿quién y cuanto cáñamo se produce?
Dadas las restricciones legales existentes en muchos países para trabajar cualquier especie de cannabis , la producción de este recurso se haya bastante limitada. Hoy, el productor y exportador líder de cáñamo es China. Luego con una producción menor, le siguen principalmente los países europeos Francia, Alemania y Reino Unido, y finalmente Chile y la República Popular Democrática de Corea.
Entre el 2000 y el 2006, la producción mundial de fibra de cáñamo alcanzó cerca de 90.000 toneladas, el 50% de China y 25% de Europa. Además países como Francia, Canadá y Suecia, poseen industrias específicas dedicadas a la producción de derivados de calidad del cáñamo.
Desde el punto de vista medioambiental también se debe considerar que el cáñamo es naturalmente resistente a la mayoría de las plagas y crece muy densamente en climas templados. Sus largas raíces airean el suelo para beneficio de futuras cosechas, propiciando la eliminación de toxinas y evitando la erosión del suelo.
Por el contrario, el algodón degrada con rapidez la tierra dedicada al cultivo y su producción industrial requiere enormes cantidades de sustancias químicas para cultivar y procesar las cosechas. En EEUU, los cultivos de algodón consumen la mitad de todos los pesticidas.
El cáñamo, sin embargo, llega a nuestra piel libre de toxinas. Además, una hectárea de cáñamo produce el doble que una equivalente de algodón.
Como se aprecia, este recurso versátil, con un amplio abanico de usos, tiene una gran historia que avala sus altos beneficios. Con una industria en crecimiento, evitar la concentración de su producción en un territorio reducido y aprovechar la oportunidad de introducirse en un mercado sustentable, dependerá de los países que apliquen una legislación adecuada, organización y control.
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