Imagine un mundo en que el gobierno tiene aceso libre a sus registros médicos com el fin de asegurarse el cumplimiento de los mandatos de vacunación oficiales.
Los EUA se encuentran en la cúspide de semejante tirania con un programa denominado Sistemas de Información para la Inmunización (ISS por sus siglas en inglés, Immunization Information Systems) que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés, Centers for Disease Control and Prevention) están construyendo, y el cual pondrá a disposición de las autoridades sanitarias, las mutuas de salud y de “otros accionistas autorizados”, información sobre su estado de vacunación.
El CDC describe dicho programa como un sistema “confidencial en función de la población, de bases de datos informatizadas que registra todas las dosis de inmunización administradas por los agentes sanitarios, públicos o privados, a personas residentes en un área geopolítica concreta”. En otras palabras, se trata de una vasta red de sistemas de seguimiento que guarda pestañas sobre quién está siendo pinchado según la normativa oficial, y sobre los que, en su lugar, optan por la inmunización natural.
Como bien explica en el documental The Greater Good (El bien superior) su escritor y director, Leslie Manookian, el IIS es un sistema de registro de vacunas diseñado para identificar y monitorizar áreas de lo que se denomina “subvacunación” para las que la intervención de la autoridad gubernamental es necesaria si quieren llegar a cumplir ciertos objetivos de vacunación; en este caso, eso significa aproximadamente un 95% o más de la tasa de vacunación de todo el país.
En sus primeros años, el programa era esencialmente un sistema opcional, por lo menos a nivel de cada estado, en que los padres podían decidir si introducir en el sistema el estado de vacunación de sus hijos de forma voluntaria. Con el paso del tiempo, se convirtió en un programa de autoexclusión en que los padres debían solicitar que el estado de vacunación de sus hijos no se registrara en las bases de datos gubernamentales, y ahora, parece que el programa se ha extendido más hasta convertirse en un sistema de seguimiento obligatorio.
“Para el observador distraído, el seguimiento del estado de vacunación puede parece inocuo, sin embargo, esta información puede ser utilizada para intimidar, presionar o hasta coaccionar a la gente para que siga la normativa de vacunación nacional, aunque esa gente se haya informado y haya decidido aplicar un calendario de vacunación diferente o evitar las vacunas por completo”, escribió Manookian ya en 2013, mucho antes de que la actual histeria de vacunación contra el sarampión asolara la nación.
“La legislación federal actual ya contempla la autorización de agentes sanitarios oficiales para realizar una vacunación forzosa de personas, contra su voluntad, en caso de declararse una pandemia de gripe… Esta intrusión en nuestra vida privada también sienta un peligroso precedente que permitiría una mayor intrusión estatal en decisiones que tomamos por y para nosotros mismos o para nuestras famílias”.
Las bases de datos electrónicas de estados de vacunación expandirán masivamente la tiranía del estado policial en EUA
El lenguaje que acompaña la descripción de cómo la base de datos ISS del CDC debe ser utilizada es tan vago que casi cualquier entidad declarada “accionista autorizado” puede, potencialmente, obtener acceso a los registros de vacunación, tanto de usted como de sus hijos. Entonces, si consideran que no es obediente, podría convertirse, rápidamente, en el objetivo de los “escuadrones de vacunación” que ya están siendo desplegados en ciertas áreas para alinear a más gente en el cumplimiento de las órdenes de vacunación.
Todavía existen excepciones a la vacunación, por supuesto (¡y los padres deben defenderlas constantemente a nivel estatal!), pero eso no va a detener a los oficiales gubernamentales, a las autoridades sanitarias y demás, frente a la posibilidad de recorrer su barrio o incluso de llamar a su puerta para “educarle” sobre la “importancia” de vacunarse. En la página 1202 del manual del Comité Consultivo para las Prácticas de Inmunización del CDC se explica cómo operarán las “Fuerzas Especiales de los Servicios Preventivos para la Comunidad”.
Una de las responsabilidades de las fuerzas especiales será la de proveer “visitas a domicilio para promover la inmunización”, así como realizar “evaluaciones y dar apoyo a los prestadores de servicios médicos de inmunización”. La información recogida mediante estas invasiones de la vida íntima también será introducida en los “sistemas de información sobre inmunización para permitir que todos los Estados tengan bases de datos electrónicas con registros de inmunización”.
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Fuentes:
Por Ethan A. Huff / Natural News
Traducido por Pat para Periodismo Alternativo
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