martes, 30 de junio de 2015

Seis tipos de personas difíciles de tratar

Todos hemos tratado con personas difíciles en algún momento (mandones, agradables en exceso, quejicas…). Clay Tucker-Laad las ha clasificado en seis tipos, os contamos algunas sugerencias para tratarlas día a día.

El compañero hostil

Algo que tenemos que tener siempre en cuenta es que lidiar con personalidades agresivas u hostilesrequiere tacto y mucho esfuerzo.

Como estas personas pueden ser muy sensibles a las críticas y hasta reaccionar frente a ellas con violencia, trata siempre de ser cortés y comprensivo cuando les expones un error. Para el trato diario, te recomendamos evitar aquellos temas que tengan un fuerte contenido emocional y, en el caso de que alguna vez os traten con violencia, evita ser vengativo y pasa del tema porque esto sólo hará que aumente la agresión.

Existe una serie de consejos aprobados por especialistas sobre cómo tratar a una persona agresiva:

Reduce el nivel de ruido, es decir, evita gritar.
Evita perder la calma
Si la persona ha cometido un error que no está dispuesta a admitir trata de que te explique él mismo la situación sin juzgar sus acciones.
Escucha lo que dice y nuevamente no juzgues sus sentimientos.
Para controlar la violencia trata de poner límites de una forma calmada y clara.

El quejica crónico

Realmente, las personas quejicas son verdaderamente difíciles de tratar porque siempre tienen una queja en los labios, no importa si han tenido un día precioso o si les ha tocado un premio, siempre verán el aspecto negativo de cualquier aspecto positivo. Como os podréis imaginar, esto suele cansar fácilmente.

Para tratar con ellos, antes que nada, no caigas en la trampa de hacerte responsable de aquello de lo que se quejan, no te sientas culpable. Tampoco te pongas a la defensiva o contraataques porque esto sólo te traerá más quejas.

Lo que suele ocurrir es que la relación con este tipo de personas se convierte en algo insostenible porque no son conscientes del nivel de quejas que generan diariamente hacia todo aquel que les quiera escuchar. Por tanto, muchos suelen alejarse de ellos, con el fin de no seguir escuchando más quejas sobre cualquier aspecto.

El súper agradable

No importa lo que le digas, él o ella siempre estará de acuerdo contigo, asentirán con una sonrisa y dirán que todo lo que se te ocurra es maravilloso. Este tipo de personas busca constantemente la aprobación del otro, seguramente han aprendido desde niños que si coinciden en todo lo que los demás dicen o proponen serán aceptados.

Sin embargo, su continua amabilidad puede hacerte perder la paciencia, especialmente cuando necesitas de alguien que discuta tus ideas y aporte las propias, cuando quieres tener una relación interactiva y no alguien que acepte todo cuanto dices.

¿Qué hacer? Trata de mostrarles que se les acepta aunque disientan y discutan contigo, si le propones una idea pregúntales que parte de la misma les agrada más y cual menos, de esta forma puedes iniciar una conversación y hacerles ver que puedes aceptar lo que dicen sin que vayas a darles la espalda. Explícale lo que necesitas de él y tu postura de forma suave, paciente, son personas que sólo buscan aprobación y aceptación, a veces de forma inconsciente.

El sabelotodo

Existen dos tipos de sabelotodos: aquellos que realmente saben y aquellos que no, ambos pueden resultar tediosos.

El verdadero experto suele sentirse superior y hacer que la gente alrededor se sienta estúpida e inferior. No suelen permitir que se les ayude en nada y prefieren hacerlo todo ellos mismo porque así es mejor; por otra parte, hay aquellos que hablan con cierto tono de voz que suele provocar que uno note el juego de poder que se está disputando.

Si debes tratar con un verdadero “maestro”, no dejes que su comportamiento realmente te haga sentir inferior, trata de defender tus ideas y posturas. Auto-respetarte puede llevar a que el otro también te respete.

En caso de que se trate de un falso sabiondo o charlatán la cuestión es más simple, suele bastar con mostrarles que están hablando de más, para que se callen.

El pesimista


Este tipo de personas suelen tirar abajo nuestro más preciados proyectos e iniciativas, mostrando la dificultad de alcanzarlo o todos los obstáculos del camino. Centrados en las contras y nunca en los pros dejan nuestra moral por el suelo.

Aquí el secreto está en no dejarse arrastrar por sus ideas pesimistas. Para ello no discutáis ni trates de mostrar que hay más beneficios que contras, simplemente concéntrate en tus proyectos y no te dejes contagiar. Si no puedes evitar que te contagie, trata de no compartir con este tipo de personas proyectos y ambiciones.

El buenazo del grupo:

El buenazo de un grupo esta tan verdaderamente compenetrado con las necesidades de los demás, quenunca hace nada por sí mismo. Siempre alerta a no herir sentimientos de ninguna parte relega sus propias opiniones en pos de las reconciliaciones.

Este tipo de personas nos hace en apariencia el trato muy ameno, hasta que descubrimos que en realidad no sabemos nada de ellas salvo su deseo de ayudar. Si estas realmente interesado en compartir con esta persona algo más que tus propias necesidades, trata de preguntarle de vez en cuando cómo se siente y de abrir un espacio para que también hable y cuente sus necesidades.

Hazle saber que a ti también te importa ayudar o, más que ayudar, te interesa saber de él. Puede que te lleve un poco de tiempo conseguir que se abra a ti pero, si le das la oportunidad, podrás disfrutar de una relación recíproca.
Vídeo

A esta breve lista, seguramente cada cual tendrá su propio tipo de persona para agregar. Es que, claro, ¡Nadie puede ser perfecto como uno!

Escrito por elena
http://depsicologia.com/seis-tipos-de-personas-dificiles-de-tratar/

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