martes, 4 de agosto de 2015

Cuatro hábitos aparentemente inofensivos que nos vuelven tontos a diario

Si en la época de los años 1930 el coeficiente intelectual (IQ) medio empezó a crecer gracias a las mejores condiciones de vida y el desarrollo de la ciencia y de la educación, hoy estamos observando la situación inversa: el coeficiente intelectual medio es ahora un punto inferior del de hace 50 años. ¿Por qué? 

Estos son cuatro ejemplos presentados por el portal 'Gazeta.ru' de que cómo y por qué nuestros asuntos cotidianos impiden que nuestro cerebro funcione de manera adecuada e incluso nos vuelven tontos. 

© Reuters Christian Charisius
Las grasas y la fruta arruinan la memoria 

Los investigadores de la Universidad de Montreal han descubierto que la comida grasa afecta a la producción de la dopamina, una hormona responsable de los procesos de aprendizaje y formación de nuevas habilidades. De esa manera, abusar de los fritos y la comida grasa en general puede provocar la retardación de la actividad cognitiva del cerebro y el empeoramiento de la memoria. El mismo efecto produce el consumo excesivo de fruta rica en fructosa, que impide que la insulina extraiga del azúcar la energía necesaria para el funcionamiento de las neuronas. 

Comentario: Aquí es necesario hacer una distinción importante, la calidad de las grasas que se utilizan mas comúnmente para los fritos, son grasas poliinsaturadas, monoinsaturadas e incluso grasas hidrogenadas, también llamadas grasas trans, que son más un plástico que un compuesto orgánico, así que no es sorprendente que tengan un efecto destructivo en el cerebro, ya que el cerebro es en gran parte grasas saturadas, las cuales son súper beneficiosas para nuestro cerebro. 

El otro aspecto acerca del cerebro es que funciona mucho mejor cuando utiliza como fuente de energía las cetonas, que son el producto del metabolismo de las grasas saturadas de origen animal en el cuerpo, así que cuando se habla de grasas tengan en mente que no están hablando de las saludables grasas saturadas. 

Tareas simultáneas e Internet 

El profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts Earl Miller asegura que el cerebro humano no está adaptado para realizar varias tareas simultáneamente. Cuando el cerebro trata de hacer varias cosas a la vez, pierde mucha energía y se agota. Según Miller, revisar el correo electrónico mientras nos ocupamos de otra tarea puede reducir nuestro IQ un 10%. Además, el acceso permanente a la Red es dañino de por sí. Estamos acostumbrados a buscar la información necesaria sin tratar de entrenar al cerebro para que memorice los datos. 

Reality show impide reflexionar 

El científico austriaco Markus Appel realizó un experimento en el que pidió a 81 personas que vieran un 'reality show' sobre la vida de un adolescente amante del fútbol. Los participantes también debían resolver una prueba sobre su nivel de conocimientos antes y después del programa. El experimento demostró que hacer la tarea después de ver un programa de entretenimiento resultó más difícil ya que los 'reality shows' hacen que el cerebro 'se relaje' y es bastante complicado lograr que se reactive después. 

Comentario: Tal vez el hecho mismo de ver televisión sin importar si es un reality show o no. Estar en un constante estado de disociación mantiene al cerebro despierto pero de manera pasiva, sin ningún tipo de actividad consciente, y así como le pasa a los músculos, cuanto menos lo utilices, antes lo pierdes. 

El alcohol impide a que las neuronas 'se comuniquen' 

Los científicos de la Universidad de Washington en San Luis, EE.UU., revelaron que en realidad el alcohol no mata a las neuronas. No obstante, las bebidas alcohólicas determinan el proceso de la 'comunicación' entre ellas. El alcohol hace que unos receptores elaboren esteroides que dilatan la creación de los recuerdos. Eso, a su vez, afecta a la interacción de las neuronas, que empiezan a trasmitir la información con menos eficiencia. Esta es la razón de la descoordinación y de otros signos de la ebriedad.

Comentario: A este último punto es interesante agregarle que más allá de este efecto inmediato en las neuronas que usualmente es temporal, el consumo de alcohol también afecta al cuerpo de la misma manera que otro alimento lo hace. Por ejemplo, todos sabemos lo estresante que es tener una resaca, y el estrés eleva los niveles de cortisol, lo cual tiene efectos destructivos en todos los órganos, incluyendo el cerebro.

lun, 03 ago 2015 18:47 UTC
http://es.sott.net/article/40135-Cuatro-habitos-aparentemente-inofensivos-que-nos-vuelven-tontos-a-diario

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