lunes, 14 de septiembre de 2015

Demuestran por vez primera que una proteína del alzhéimer se transmite entre humanos

Los expertos advierten que no se trata de que la enfermedad pueda contagiarse entre personas, sino de la transmisión de la proteína en pacientes con enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) iatrogénica

NATURE

Hace apenas una década la idea de que la enfermedad de Alzheimer podría ser transmisible entre las personas parecía impensable. Pero los científicos han demostrado en estos últimos años que se pueden transmitir los síntomas de la enfermedad entre los animales y ahora, la revista «Nature» publica nuevos resultados que implican la primera evidencia de transmisión de la proteína beta amiloide entre humanos.

Los datos son fruto del análisis de las autopsias de los cerebros de ocho personas que habían fallecido a causa de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), un tipo de ECJ que se adquiere por procedimientos médicos o quirúrgicos. En este caso, explica a ABC Alberto Rábano, del Banco de Tejidos de la Fundación CIEN y del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, las personas habían recibido tratamiento con hormonas de crecimiento humano (hGH) contaminadas extraídas a partir de las glándulas pituitarias de cadáveres humanos. Los investigadores delUniversity College de Londres (Reino Unido) comprobaron que 6 de los 8 cerebros analizados, además de los daños causados por la ECJ, albergaban la característica proteína beta amiloide que se asocia con la enfermedad de Alzheimer y la angiopatía amiloide cerebral.

¿¿Significa esto que la enfermedad de Alzheimer es contagiosa? Para el neurocientífico molecular John Hardy, autor del trabajo, «es la primera evidencia de transmisión de esta enfermedad en el mundo real», una información «potencialmente preocupante» porque si se confirman los resultados es posible que miles de personas tratadas con estos extractos de hGH podrían estar en riesgo de desarrollar alzhéimer. Pero Rábano matiza: «si bien es cierto que se trata de una primera evidencia, no se habla de alzhéimer. De hecho, no hay presencia de la otra proteína implicada en el alzhéimer: la proteína tau». Por eso, este experto señala que no se está hablando del contagio de la enfermedad de alzhéimer, sino de la «primera evidencia clínica de que la proteína beta amiloide se transmite de persona a persona en determinadas condiciones». Lo mismo afirma Dame Sally Davies, del Departamento de Salud de Reino Unido: «no hay evidencia de que el alzhéimer pueda ser transmitido a los seres humanos, ni tampoco de que pueda ser contagiado a través de cualquier otro procedimiento médico».

Aunque no hay ninguna evidencia que sugiera que el alzhéimer pueda ser transmitido a través del contacto con los pacientes, algunos científicos muestran su preocupación ante la posibilidad de que estos los hallazgos pueden tener implicaciones más amplias: es decir, que el alzhéimer o el párkinson pueda transmitirse por el uso de instrumentos quirúrgicos contaminados. En este sentido, Rábano comenta desde hace tiempo se emplean las medidas adecuadas para la esterilización del instrumental, especialmente para los priones, más difíciles de desactivar que las bacterias y los virus.
Hormona de crecimiento

La transmisión humana de la enfermedad priónica se ha documentado en ocasiones y se produce como resultado de diversos procedimientos médicos. La enfermedad puede incubarse durante casi cinco décadas. Una de las vías de transmisión fue el uso de extractos de hGH extraídas de las glándulas pituitarias de cadáveres humanos en 1.848 personas de baja estatura. Los tratamientos en Reino Unido se iniciaron en 1958 y cesaron en 1985 tras los primeros informes de ECJ entre los receptores. En el año 2000, 38 pacientes habían desarrollado ECJ iatrogénica y en 2012 ya había 450 casos de ECJ identificados en todo el mundo después de haber recibido este tratamiento con HGH, y en menor medida, a causa de otros procedimientos médicos, incluyendo trasplante y neurocirugía.
Los autores del estudio señalan que además de que la angiopatía amiloide cerebral es poco frecuente a esta edades (36 a 51 años), ninguno de los pacientes tenía mutaciones asociadas con la aparición temprana de la enfermedad de Alzheimer. «Tampoco había signos de la patología de la proteína tau característica del alzhéimer, pero creemos que la enfermedad se habría desarrollado si los pacientes hubieran vivido más tiempo», explican en el trabajo. No obstante, apunta Rábano por su parte, estamos hablando de una «hipótesis no demostrada: los pacientes solo tenían la presencia de la proteína». Los investigadores examinaron además una cohorte de 116 pacientes con otras enfermedades priónicas y no encontraron pruebas de la angiopatía amiloide cerebral en pacientes con edades similares o diez años mayores tratados o no con hGH.

Creemos que la enfermedad se habría desarrollado si los pacientes hubieran vivido más tiempo

Otra de las conclusiones del estudio es que los individuos sanos expuestos a hGH de cadáver podrían tener riesgo de alzhéimer, además de ECJ, a medida que envejecen. Y aunque los investigadores reconocen que se necesita más investigación para entender mejor los mecanismos involucrados, parece probable que, de la misma forma que ocurre con los priones, las glándulas pituitarias utilizadas para hacer la hGH contuvieran semillas de beta amiloide que causaron la angiopatía amiloide cerebral observada. Los investigadores consideran que sus resultados deben impulsar la investigación para determinar si otras rutas conocidas de la transmisión de priones, como el uso de instrumentos quirúrgicos, podrían ser relevante en la transmisión del alzhéimer, la angiopatía amiloide cerebral y otras enfermedades neurodegenerativas.

Pero como apunta Mathias Jucker, de la Universidad de Tübingen(Alemania) y autor de un artículo en News & Views, a pesar de que los autores de este estudio presentan el primer apoyo a la teoría de la formación de placas amiloides en los seres humanos, «no llegan a una prueba concluyente». Ello solo se obtendría, asegura Jucker, con el uso de una inyección de hGH de cadáver en animales en condiciones controladas para ver si se desarrollan los depósitos de amiloide. Pero, señala, puede que no sea fácil conseguir de los extractos originales de hGH que fueron preparados en distintos laboratorios hace años.
Transmisión cerebral

El estudio también analiza si la patología amiloide puede realmente extenderse desde el cerebro a la glándula pituitaria, situada a las afueras de la base del cerebro. Sus resultados confirman los de un estudio de 2013 ya que tras examinar las glándulas pituitarias de 49 personas que habían fallecido con placas amiloides en el cerebro vieron que siete contenían depósitos de amiloide. «Pensamos que la explicación más plausible para la aparición de la patología amiloide es que había sido transmitida por los extractos de hGH contaminados con semillas de beta amiloide y de priones de ECJ», aclara el neurólogo John Collinge, también autor del artículo. Y si esto fuera así, añade, la proteína beta amiloide sería mucho más contaminante que los priones, ya que la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad muy común.

Con tanto en juego, los científicos se preparan para tratar de replicar los resultados de forma independiente. Algunos expertos, como Charles Duyckaerts, del Hospital Pitié-Salpêtrière de París (Francia), afirma que su grupo planea hacerlo en 20 o 30 sujetos que fallecieron de ECJ en Francia del tratamiento con hGH.

R. IBARRA@abc_salud / MADRID
DÍA 11/09/2015 - 10.45H
http://www.abc.es/salud/noticias/20150909/abci-alzheimer-contagio-nature-201509091433.html

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