COMPORTAMIENTO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES ALIMENTADOS CON PRODUCTOS INDUSTRIALIZADOS
La profesora Luigi Frigo de Cudahy, Wisconsin, y sus alumnos observan durante una semana los ratones que tienen acogidos en su aula, y toman nota de su comportamiento.
La profesora es conocedora de los estudios de Barbara Reed Stitt sobre los cambios de comportamiento asociados a los cambios de dieta en gente con problemas sociales, básicamente presos en libertad condicional y escolares (1).
Durante cuatro días los ratones son alimentados con cereales azucarados, dulces o galletas y refrescos bajos en calorías. (Esto lo hacen sólo durante cuatro días para proteger los animales.) Al día siguiente su comportamiento ha cambiado drásticamente. Estos animales, que eran sociales y activos, se vuelven perezosos y antisociales, y cuando se relacionan, a menudo se pelean; se limpian durante más tiempo, parecen nerviosos, esconden la comida y ya no son capaces de hacer alguna de las gracias que hacían antes. Les cuesta entre dos y tres semanas de alimentación natural recuperarse del estado en que les han dejado los productos procesados.
En una ocasión la clase intentó repetir el experimento con los mismos ratones unos meses más tarde, pero los animales rechazaron los alimentos procesados.
Otro profesor del barrio también comprueba que cuando se introduce un tubo de cartón-de estos del rollo de papel de cocina-en la jaula de los ratones, los alimentados con productos procesados, lo destrozan, los alimentados con productos naturales, se colocan bien dentro para dormir.
Al cabo de dos meses de comer sólo alimentos procesados, dos de los ratones matan y se comen el tercero. Para terminar el experimento, estos dos ratones pasan a consumir sólo alimentos naturales. Al cabo de tres semanas su comportamiento ya es tranquilo y moderado.
Tras el experimento se propone a la escuela del barrio retirar todas las máquinas expendedoras y productos industriales y
Si tienen poco tiempo para leer el artículo, visionen al menos esta importante conferencia del Neurocirujano Dr. Russell L. Blaylock
sustituirlos por alimentos frescos, naturales y nutritivos.
El comportamiento de los jóvenes cambia radicalmente. Los mismos estudiantes reconocen que consiguen una mayor concentración y más atención al escuchar, también dicen sentirse más seguros de la hora de afrontar los exámenes, en definitiva, se sienten más felices.
¿Y eso por qué?
Un estudio de 2002 demostró que “las moléculas de los alimentos actúan como las hormonas: regulan las funciones corporales y desencadenan la división celular. Las moléculas sintéticas pueden causar desequilibrios mentales que van desde el déficit de atención i de hiperactividad hasta enfermedades mentales graves.
“La alimentación puede ser más potente que las drogas” concluye Bill Scanlon, el autor del estudio.
Otro estudio realizado en el Reino Unido con 277 escolares de tres años, a los que durante dos semanas se les ha suministrado zumo de fruta que contenía 20 gm de colorantes artificiales y el conservante benzoato de sodio (E-211), llega a la conclusión que los colorantes alimentarios son la causa más probable de una de cada cuatro enfados entre la población infantil.
Según los investigadores, si se eliminan los colorantes y los aditivos alimentarios de la alimentación infantil se producirían cambios significativos en el comportamiento hiperactivo de los niños y en aquellos que corren el riesgo de sufrir reacciones al • lèrgiques. Al parecer, las ventajas de este cambio serían observables en todos los niños.
Bibliografia consultada:
–Alimentación y comportamiento, una conexión natural, de Barbara Reed Stitt.
–Como la industria de los alimentos destruye nuestro cerebro y perjudica nuestros hijos, de Carol Simontacchi.
–Excitotóxicos: el sabor que mata, de Russell L. Blaylock.
Artículo de Montserrat Esquerda (Slow Food)
por joseppamies
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