martes, 29 de diciembre de 2015

Reconocer precozmente los síntomas del infarto aumenta la supervivencia del paciente


El tiempo entre la llegada a rgencias y la angioplastia no es tan mportante dado que ya puede haber lesión coronaria

Intervención en el servicio de Urgencias - WIKIMEDIA
M. LÓPEZ - @abc_salud- 29/12/2015 a las 14:49:53h. 

En los últimos años, los hospitales de todo el mundo han implementado protocolos para reducir el tiempo que transcurre entre la llegada de un paciente con infarto agudo de miocardio al servicio de Urgencias y la intervención para salvarle la vida. Y es que cuanto antes se realice la intervención, por lo general una angioplastia –esto es, la introducción de un balón para dilatar la arteria obstruida–, mayor será la probabilidad de supervivencia del infartado.

Sin embargo, como concluye un estudio dirigido a cabo por investigadores del Instituto Cardiovascular Zena y Michael A. Wiener de la Facultad de Medicina Mount Sinai de Nueva York (EE.UU.), los pacientes siguen tardando mucho tiempo en reconocer los síntomas del infarto y, por tanto, en buscar ayuda médica, lo que conlleva un aumento significativo del daño del corazón.

Concretamente, y para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon el efecto sobre la supervivencia de dos conceptos clínicos: ‘puerta-balón’ –o en inglés, ‘door-to-balloon’–, esto es, el tiempo que transcurre desde la llegada a Urgencias y la realización de la angioplastia, que no debe exceder de 90 minutos; y ‘presentación de sintomatología-balón’ –traducción del término inglés ‘symptom onset-to-balloon’–, que define el tiempo que transcurre entre que aparecen los síntomas y se realiza la angioplastia.

Demora ‘vital’

Los resultados del estudio muestran que las angioplastias lograron restaurar el flujo sanguíneo hasta el corazón en un 90% de los casos. Sin embargo, en una tercera parte de los pacientes este flujo no llegaba al músculo cardiaco. ¿La razón? La gran demora de tiempo que se produjo entre la aparición de los síntomas del infarto y la realización de la angioplastia en el hospital. Y es que cuanto mayor es este retraso, mayores son las lesiones que se producen en el miocardio –el músculo cardiaco.

Concretamente, las conclusiones de este estudio llevado a cabo con 2.056 pacientes con infarto agudo de miocardio muestran que aquellos que, una vez identificados los síntomas, tardan más de dos horas en ser sometidos a una angioplastia tienen un mayor riesgo de que su flujo sanguíneo coronario no sea completamente restaurado. En consecuencia, y comparados frente a aquellos cuyo tiempo de ‘presentación de sintomatología-balón’ es inferior a dos horas, tienen un riesgo significativamente superior de fallecer en los próximos tres años.

Los cardiólogos debemos continuar educando a la población sobre la importancia de intervenir de manera inmediata tras la aparición de los síntomasMichael Kutcher

Como explica Roxana Mehran, directora de esta investigación publicada en la revista «JACC: Cardiovascular Interventions», «la reducción del período ‘puerta-balón’ lograda en los últimos años no ha conllevado una disminución de la mortalidad en los pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST. Así, nuestro estudio alude a la necesidad de reconsiderar el papel del parámetro ‘puerta-balón’ y de utilizar un sistema de medición más amplio, como podría ser el período entre el primer contacto con el médico y la angioplastia o el tiempo total de isquemia».
Reconocer los síntomas

Tal es así que en el mismo número de la revista, el editorial firmado por Michael A. Kutcher, del Wake Forest Baptist Medical Center en Winston-Salem (EE.UU.), alude a la importancia de que los médicos presten atención a los síntomas y signos de la isquemia –esto es, la pérdida de flujo sanguíneo–. Y es que la ausencia de mejoría de la morbimortalidad con la reducción del tiempo ‘puerta-balón’ obedece a que no tiene en cuenta el daño microvascular que puede presentar el paciente. De hecho, el que se redujera aún más el período ‘puerta-balón’ no implicaría necesariamente una mejora de la morbimortalidad.

Como concluye Michael Kutcher, «los pacientes en los que se prolonga el tiempo entre la presentación de los síntomas y se acomete la angioplastia constituyen un grupo de alto riesgo y debe ser tratado de acuerdo con estrategias asertivas. Además, los cardiólogos debemos continuar educando a la población y a los sistemas sanitarios sobre la importancia de cuantificar el período entre la aparición de los síntomas y la angioplastia y de intervenir de manera inmediata».

http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-reconocer-precozmente-sintomas-infarto-aumenta-supervivencia-paciente-201512291449_noticia.html

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