jueves, 15 de diciembre de 2016

Alimente adecuadamente a sus bacterias microbios intestinales, para que no se alimenten de usted


La verdad del viejo adagio de que "uno es lo que come" cada vez es más claro, conforme aprendemos cada vez sobre el microbioma--las colonias de microorganismos, incluyendo bacterias, virus y hongos que viven en el intestino.1 

Está bien sustentado que el intestino actúa como un segundo cerebro, al proporcionar todo tipo de entradas en su cerebro. Esto no solo afecta su estado de ánimo y bienestar general, sino también a sus respuestas inmunológicas y el funcionamiento del sistema nervioso. 

El microbioma es individual, al igual que las huellas dactilares, y es un reflejo de quiénes fueron sus padres, dónde ha estado, con quién pasa su tiempo personal, qué come, cómo vive, si está o no interactuando con la tierra (por ejemplo, la jardinería,) y muchas otras cuestiones. 

La investigación muestra que el microbioma intestinal desempeña un papel en el desarrollo de muchas enfermedades y trastornos de salud, incluyendo la obesidad y la dificultad para mantener con la pérdida de peso después de llevar un tipo de alimentación,2,3 depresión y esclerosis múltiple (MS, por sus siglas en inglés), solo por nombrar algunos.4 

La enfermedad de Parkinson podría originarse en su intestino 

Más recientemente, los investigadores dicen que han encontrado un "vínculo funcional" entre ciertas bacterias intestinales y el inicio de la enfermedad de Parkinson.5,6 

Enseguida, los productos químicos específicos producidos por ciertas bacterias intestinales que empeoran la acumulación de proteínas cerebrales asociada con la enfermedad. 

El vínculo es tan intrigante; que sugieren que la mejor estrategia de tratamiento podría ser atender el intestino en vez del cerebro a través de probióticos específicos y no al recurrir a medicamentos. De hecho, cada vez son más las investigaciones que sugieren que es posible que todo este tiempo hayamos tenido una idea equivocada acerca del Parkinson. 

Se sabe que los pacientes que padecen Parkinson tienen problemas de estreñimiento hasta una década antes de que aparezcan los síntomas neurológicos, y otro reciente estudio encontró que en realidad, las proteínas implicadas en la enfermedad viajan desde el intestino al cerebro.7 

Una vez que están agrupadas en el cerebro, estas proteínas, llamadas alfa-sinclina, forman fibras que dañan los nervios cerebrales, lo que ocasiona los temblores y problemas de movimiento que muestran los pacientes de Parkinson. 

De hecho, los investigadores creen que las bacterias intestinales que producen la alfa-sinclina no solo regulan, sino que realmente son necesarias para que ocurran los síntomas de Parkinson. 

Los grupos de proteínas implicados en la enfermedad de Parkinson se originan en el intestino 

En este estudio, se inyectó alfa-sinucleína sintética en el estómago e intestinos de los ratones. Después de siete días, se observó una aglomeración de alfa-sinucleína en el intestino de los animales. Las aglomeraciones alcanzaron sus niveles máximos después de 21 días. 

Para entonces, también se observaron aglomeraciones de alfa-sinucleína en el nervio vago, el cual conecta el intestino con el cerebro. Como señaló Science News:8
"Sesenta días después de las inyecciones, la alfa-sinucleína se había acumulado en el mesencéfalo, una región llena de células nerviosas que produce el mensajero químico, dopamina. Estas son las células nerviosas que mueren en las personas que padecen Parkinson, un trastorno cerebral progresivo que afecta el movimiento. 

Un segundo estudio sugiere que después de llegar al cerebro, la alfa-sinucleína se propaga en parte gracias a las células cerebrales llamadas astrocitos. Los experimentos con células en cajas de petri mostraron que los astrocitos podrían almacenar y esparcir la alfa-sinucleína entre las células... "Con el tiempo, a medida que estos grupos de alfa-sinucleína comenzaron a migrar hacia el cerebro, los animales comenzaron a presentar problemas de movimiento similares a los de los pacientes de Parkinson. 

Los resultados como éstos sugieren que en realidad, al menos en algunos pacientes, la enfermedad podría originarse en el intestino, y es posible que el estreñimiento crónico sea una importante señal de alerta temprana. 

Además, los plaguicidas se han relacionado con el Parkinson, y los autores sugieren que los productos químicos podrían producir este efecto al influir en las bacterias intestinales. 

La buena noticia es que el estreñimiento se puede remediar a través de la alimentación (al final de este artículo se proporciona una lista de recomendaciones), hacer ejercicio y ponerse en cuclillas. 

Los bacterias intestinales influyen en su expresión genética 

Las bacterias intestinales influyen en su salud a través de un sin número de formas diferentes. Un mecanismo a través del cual su microbioma podría hacerle más o menos propenso a la enfermedad es al regular la expresión génica, y este mecanismo es influido principalmente por la alimentación. 

La investigación muestra que consumir una gran cantidad de alimentos de origen vegetal nutre las bacterias que "activan" ciertos genes que ayudan a proteger contra las enfermedades9. Según describió Medical News Today:10
"Las interacciones con el medio ambiente no cambian los genes, pero alteran su expresión al activarlos y desactivarlos a través de etiquetas químicas en el ADN. 

El conjunto completo de material genético contenido en nuestros genes se llama genoma, y ​​la multitud de moléculas que le indican al genoma qué acciones debe realizar, se llama epigenoma... 

Para su estudio, los investigadores utilizaron ratones criados con dos diferentes tipos de alimentación: una rica en carbohidratos de origen vegetal (que imita una alimentación rica en frutas y vegetales, apta para consumo humano) y otra rica en azúcares simples y grasas (que imitan un tipo de alimentación occidental). 

Los investigadores encontraron que un pequeño grupo de ácidos grasos de cadena corta--metabolitos producidos cuando las bacterias intestinales fermentan los nutrientes de las plantas--se comunicaban con las células de los animales a través del epigenoma... 

[L]a alimentación de tipo occidental evita muchos de los cambios epigenéticos que ocurren al llevar una alimentación rica en alimentos de origen vegetal".Las bacterias son importantes comunicadores epigenéticos 

En resumen, estos descubrimientos sugieren que los ácidos grasos de cadena corta producidos por las bacterias que se alimentan de fibra vegetal son importantes comunicadores epigenéticos. 

También, confirma que la típica alimentación occidental, alta en azúcares y baja en fibra, es una fuente deficiente de nutrientes para las bacterias intestinales beneficiosas. 

Como resultado, termina con una menor cantidad de bacterias para comunicarse con su ADN, lo que le hace más propenso a enfermedades. Además, las bacterias son muy competitivas, y las proteínas bacterianas matan a las bacterias rivales para mantener un mayor número.11 

Si las bacterias patógenas ganan demasiado terreno, hay una mayor posibilidad de padecer una enfermedad, mientras que, si las bacterias beneficiosas son las que crecen en número, obtiene una mayor protección contra las enfermedades. 

La fibra evita que las bacterias intestinales comedoras de mucosa dañen sus intestinos 

Un ejemplo concreto es: Un microbioma desequilibrado podría predisponerle a padecer enfermedades intestinales, y una reciente investigación con animales12,13 señala esta conexión al mostrar cómo la fibra alimenticia ayuda a combatir las bacterias carnívoras intestinales, lo que evita muchos problemas y enfermedades intestinales. 

Los investigadores trasplantaron bacterias intestinales humanas, bien conocidas, en ratones criados para no tener bacterias. 

Posteriormente, los ratones estaban hambrientos de fibra, lo que dio como resultado que las bacterias que comían fibra disminuyeran en número, y fueran reemplazadas por bacterias que se alimentaban de la mucosa que recubre los intestinos de los animales. 

Cuando esta capa protectora de mucosa se diluye, ya sea a través de una alimentación deficiente, o como en este caso, debido a las bacterias que devoran la mucosa, su intestino se vuelve más susceptible a infecciones, tales como la colitis (inflamación del colon) e intestino permeable. 

De hecho, cuando los ratones hambrientos de fibra fueron infectados con Citrobacter rodentium--una bacteria similar a la E. coli-- desarrollaron patógenos y muchos de los ratones se enfermaron gravemente. 

Mientras tanto, los que tenían una alimentación que contenía 15 % de fibra vegetal natural, tuvieron una gruesa capa de mucosidad que impedía que la infección por Citrobacter rodentium se estableciera. 

La inanición por fibra es un importante factor desencadenante de problemas y enfermedades intestinales 

En la entrevista en audio del enlace anterior, Eric Martens, un microbiólogo de la Universidad de Michigan, habla acerca de esta investigación y sus implicaciones.14 "La lección que aprendimos al estudiar la interacción de la fibra, bacterias intestinales, y el sistema de barrera intestinal es que, si no alimenta a estas bacterias, estas pueden comerselo", dice.15 

Como informó la revista Newsweek:16
"El equipo trató de rectificar el problema al alimentar a los ratones con prebióticos. Encontraron que, aunque la fibra real sin procesar funciono bien, cuando los ratones fueron alimentados con un suplemento de fibra procesada, como inulina en polvo, no funcionó tan bien como la otra... 

Si consumimos una mayor cantidad de fibra y aumentamos la diversidad y salud de nuestras bacterias, esto podría prevenir muchas enfermedades. 

También, sugiere que el alimento real de origen vegetal, tal como una fuente de fibra es mejor que la fibra procesada, o refinada, producida industrialmente. Esto tiene implicaciones para la industria alimenticia--y como los suplementos vitamínicos, refuerzan la opinión que... lo natural es lo mejor. 

El nuevo estudio también nos ayuda a entender por qué les va tan mal a las personas que llevan una constante alimentación basada en comida chatarra... Este nuevo estudio confirma que el hambre de fibra es el factor principal que afecta a las bacterias--no solo la grasa y el exceso de azúcar.La cetosis nutricional: poderosa solución para enfermedades neurodegenerativas 

Una de las estrategias más eficaces que puede utilizar para enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y esclerosis lateral amiotrofica (ALS, por sus siglas en inglés), es mejorar la salud de sus mitocondrias a través de enseñarle a su cuerpo a quemar grasas como combustible principal. 

Si está interesado en saber más detalles sobre la aplicación de la cetosis nutricional, le sugiero que lea esta reciente opinión científica, "La Dieta Cetogénica en Enfermedades Neuromusculares y Neurodegenerativas".17 

Mi nuevo libro, "Fat for Fuel" (Las Grasas Como Combustible), que es presentado en mayo, le enseñará más detalladamente cómo hacerlo. Mientras tanto, podría revisar los artículos anteriores que he escrito sobre este tema. El objetivo es generar grandes cantidades de cetonas para que su cerebro pueda utilizarlas y reducir radicalmente la cantidad de especies reactivas del oxígeno. 

Una vez que haya alcanzado la cetosis nutricional, entonces puede comenzar a utilizar aceites MCT de cadena corta, tales como el ácido caprílico, lo que le ayudará a generar aún más cetonas. 

Si bien, ahora se comercializan un sin fin de sales de cetonas, en un futuro próximo estarán comercialmente disponibles los ésteres de cetona, los cuales son mucho más potentes. Generalmente, no los recomiendo, pero es bastante lógico para las personas que padecen enfermedades neurodegenerativas avanzadas. 

Si desea aprender más acerca de los principales expertos en cetosis nutricional puede asistir a mi evento sobre la cetosis nutricional, en San Diego, en agosto de 2017. En este evento habrá entre 500 y 1 500 personas. Podría ver los ponentes y que se trata de un panel extraordinario

Si quiere un ambiente más privado, habrá un grupo de 200 personas que asistirá a un evento menor en West Palm Beach, Florida, los días 20 a 22 de enero de 2017. Escapar del frío e invertir un poco de tiempo en aprender esta información, es crucial para la salud. Puede ver aquí todos los ponentes. Dominic D'Agostino, Zac Bush, MD, y yo, estaremos allí los tres días. 

Además, Miriam Kalamian, quien me ayuda a escribir mi próximo libro sobre este tema, estará allí. Ella es la nutrióloga del Dr. Seyfried y ha ayudado a más de 400 pacientes con cáncer a implementar este programa, y ​​para muchos merecería la pena verla. 

9 maneras de mejorar su microbioma 

Volviendo a la cuestión de las bacterias intestinales, la manera más fácil de optimizar su microbioma es a través de su alimentación. Enseguida se enumeran 9 cambios en la alimentación que contribuirán a tener un intestino sano, al nutrir las bacterias beneficiosas y evitar la proliferación de microbios perjudiciales para la salud:18 

¡Diversificar! Al consumir una amplia variedad de diferentes alimentos--especialmente los que son de origen vegetal--asegurará la máxima diversificación de bacterias intestinales. Las recientes estimaciones sugieren que el 75 % de la alimentación occidental estándar es producida tan solo de 12 especies vegetales y 5 especies animales.19 Esta--además de tener un alto contenido en azúcar y tener baja cantidad de fibra--ayuda a explicar por qué la alimentación occidental le hace más propenso a las enfermedades. 

Aumentar el consumo de vegetales, legumbres, frijoles y frutas frescas para optimizar su consumo de fibra, y tener el objetivo de consumir una variedad para garantizar la diversificación de las bacterias. 

Los vegetales de hoja verde contienen cierto tipo de azúcar que alimenta a las bacterias intestinales sanas, que a su vez ayudan a expulsar a las bacterias más perjudiciales.20 El azúcar, llamado sulfoquinovosa (SQ, por sus siglas en inglés), es producido en las plantas a través de la fotosíntesis. 

Algunas de las bacterias intestinales se especializan en fermentar fibra soluble que se encuentra en las legumbres, frutas y vegetales, y los derivados de esta actividad de fermentación ayudan a nutrir las células que recubren el colon, y de esta manera evitan los problemas de salud asociados con el síndrome de intestino permeable. 

Los derivados más importantes de la fermentación son los ácidos grasos de cadena corta, tales como el butirato, propionato y acetato. Estas grasas de cadena corta ayudan a nutrir y recalibrar su sistema inmunológico, al ayudar de esta manera a prevenir los trastornos inflamatorios, tales como el asma y la enfermedad de Crohn.21,22 Además, estas grasas aumentan la cantidad de células inmunológicas especializadas, llamadas células T reguladoras, que ayudan a prevenir las respuestas autoinmunes. 

Comentario: Para quienes tienen una flora intestinal desequilibrada y problemas autoinmunes, es necesario prestar atención a las señales del cuerpo con respecto a la tolerancia a los alimentos. Si bien es bueno consumir alimentos que alimenten a los microorganimos "buenos", se debe tener en cuenta que muchos reaccionan de diferentes maneras a los alimentos de origen vegetal y por lo tanto, cada uno debe ir armando su menú de acuerdo a cómo reacciona a los distintos vegetales. 

Consumir alimentos tradicionalmente fermentados, por ejemplo, los vegetales fermentados, yogur, kéfir, kimchi y kombucha. El proceso de fermentación produce alimentos que contienen naturalmente un alto contenido de bacterias vivas beneficiosas, y es fácil y económico prepararlos en casa. 

Comer alimentos prebióticos, tales como los almidones resistentes que se encuentran en plátanos, papayas y mangos verdes, así como frijoles blancos, lentejas, semillas y productos como el almidón de papa y de tapioca, harina de arroz y los fideos Shirataki . 

Considerar la posibilidad de un suplemento de fibra. Considero que un objetivo saludable es de 25 a 50 gramos de fibra por cada 1 000 calorías consumidas. Si tiene problemas para obtener suficiente fibra de su alimentación, considere tomar cáscara de semillas de psyllium orgánico, semillas de cáñamo, linaza o chía. 

Evitar los endulzantes artificiales. La investigación muestra que el aspartame produce niveles más altos de bacterias que causan enfermedades, tales como el Clostridium y Enterobacteriaceae en sus intestinos.23 

Comer alimentos ricos en polifenoles. Al igual que los prebióticos, los polifenoles ayudan a nutrir las bacterias intestinales beneficiosas. Las mejores fuentes incluyen el cacao sin procesar (chocolate oscuro), cáscara de la uva, té verde matcha, cebollas, arándanos y brócoli. 

Tomar un suplemento probiótico de alta calidad. Recomiendo buscar un suplemento probiótico que cumpla con los siguientes criterios, para garantizar la calidad y eficacia:
Las cepas de bacterias presentes en el producto deben ser capaces de sobrevivir a sus ácidos estomacales y bilis, de modo que un número adecuado de ellas lleguen vivas a sus intestinos.
Las cepas de bacterias deben tener características que fomenten la salud.
La actividad probiótica debe ser garantizada durante todo el proceso de producción, período de almacenamiento y vida útil del producto.Evitar la cesárea y asegurarse de amamantar durante seis meses o más para optimizar el microbioma de su bebé. La leche materna humana contiene oligosacáridos (cadenas complejas únicas de azúcares), cuya función principal es nutrir la flora intestinal saludable de su bebé. Estos están completamente ausentes en las fórmulas infantiles comerciales. Cuando hay carencia tanto de un parto vaginal como de lactancia materna, su hijo podría desarrollar un microbioma intestinal gravemente comprometida. 

Su microbioma intestinal es perpetuamente atacado 

Su microbioma--y por lo tanto su salud física y mental--es continuamente afectado por su ambiente, alimentación y estilo de vida. Si las bacterias intestinales son perjudicadas y desequilibradas (disbiosis), esto podría ocasionar todo tipo de enfermedades, tanto crónicas como agudas. 

Por desgracia, actualmente su frágil ecosistema interno casi siempre se encuentra bajo constante ataque, lo que hace que evitar ciertas influencias sea tan importante como nutrir su microbioma con una alimentación saludable. Algunos de los factores que representan los peligros más graves para su microbioma son:

Azúcar refinado, especialmente el jarabe de maíz de alta fructosa procesada (HFCS, por sus siglas en inglés)
Los alimentos transgénicos ([GM, por sus siglas en inglés] son muy abundantes en los alimentos procesados y bebidas)
Productos químicos agrícolas, tales como herbicidas y pesticidas. Al parecer el glifosato se encuentra entre los peores
Carnes y otros productos de origen animal criados convencionalmente; a los animales de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO, por sus siglas en inglés) se les suministran antibióticos en bajas dosis y son alimentados con transgénicos de forma rutinaria
Gluten
Antibióticos (utilícelos solo si es absolutamente necesario, y asegúrese de volver a repoblar su intestino con alimentos fermentados y/o un buen suplemento probiótico)
NSAIDs (Antiinflamatorios no esteroideos) que dañan las membranas celulares e interrumpen la producción de energía por parte de las mitocondrias
Inhibidores de la bomba de protones(medicamentos que bloquean la producción de ácido estomacal, generalmente recetados para atender enfermedad de reflujo gastroesofágico [GERD, por sus siglas en inglés], tales como Prilosec, Prevacid y Nexium)
Jabón antibacteriano
Agua clorada y/o fluorada
Contaminación

l ejercicio también ayuda a promover la diversificación bacteriana 

Por último--e igualmente importante--la investigación muestra que hacer ejercicio también aumenta la cantidad y diversidad de bacterias intestinales, que podrían tener efectos que estimulan el sistema inmunológico.24,25,26,27 

En comparación con los controles, se encontró que los atletas (en este caso los jugadores de rugby) tenían una "mayor diversidad de bacterias intestinales... que a su vez se correlacionó positivamente con el consumo de proteína y creatina quinasa", señalaron los autores. 

Una especie particular de bacteria que se encuentran en mayor cantidad en el intestino de los atletas se ha relacionado con un menor riesgo de obesidad e inflamación sistémica. Los jugadores de rugby fueron elegidos específicamente porque los atletas tienden a apegarse a una alimentación más extrema que una persona promedio, y también hacen ejercicio más intensamente--en este caso, ellos entrenan varias horas al día. 

Esto no es necesariamente saludable, y probablemente no es para la mayoría; sin embargo, por eso es que lo estudiaron. Los investigadores querían explorar el grado en que el ejercicio y la alimentación, en combinación, podrían afectar al microbioma intestinal. 

Por su parte, los controles consistieron en dos grupos: hombres con un índice de masa corporal normal (BMI, por sus siglas en inglés) que realizaban ejercicios ocasionales ligeros, y hombres sedentarios que tenían sobrepeso o padecían obesidad. En conclusión, los investigadores señalaron que:
"Los resultados proporcionan evidencia de que hacer ejercicio tiene un impacto beneficioso en la diversidad del microbioma intestinal; pero también indican que la relación es compleja y está relacionada con los extremos alimenticios que le acompañan".

Fuentes y Referencias

25 Philly.com June 10, 2014



Dr. Mercola
mie, 14 dic 2016 15:38 UTC
https://es.sott.net/article/50005-Alimente-adecuadamente-a-sus-bacterias-microbios-intestinales-para-que-no-se-alimenten-de-usted

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