Se lanza una frase difundida por un neurólogo británico que infunde el miedo a cualquiera que la escucha “Yo no me pondría la vacuna H1N1 por el simple riesgo de padecer el síndrome GBS”. Indicando así mismo que la vacuna es un peligro más que una medicina preventiva.
Sabiendo que uno de los posibles efectos secundarios de la vacuna H1N1 es el llamado síndomre de Guillian Barre, que es un síndrome que mató e incapacitó a centenas de americanos en la campaña de vacunación de la vacuna de la gripe en el año 1979, y del que existe informes que confirman que al menos 500 personas padecieron este síndrome.
Al menos la vacuna fue retirada del mercado por aquel entonces, pero fue sólo después de vacunar a 48 millones de personas, posibles víctimas del síndrome. El síndrome de Guillian Barre ataca directamente al sistema nervioso, y lo que causa principalmente son problemas respiratorios.
Como vemos, las vacunas parecen en ocasiones más un peligro que un beneficio, sobre todo si nos vamos años 80, concretamente a finales de los 80 y principios de 90, cuando fueron usados productos de origen bovinos para la producción de algunas de las vacunas y poco después se produjo la enfermedad de las vacas locas.
La FDA ha instado repetidamente a los Estados Unidos que no usen este tipo de productos donde la enfermedad de las vacas locas está instalada. Por otro lado nos encontramos que tanto los farmacéuticos, como los medios de comunicación y los médicos siguen mintiendo descaradamente acerca del contenido de mercurio en las vacunas.
En los medios de comunicación siguen insistiendo en el patrocinio de la vacunación para la prevención de la gripe, eso sí claro, sin mencionar ninguno de los efectos secundarios que dicha vacuna puede producir, ni el riesgo de ponérsela.
Fuente: despiertavivimosenunamentira.com
http://indignado.es/indignante-despues-de-vacunar-a-mas-de-48-millones-de-personas-descubren-que-la-vacuna-de-la-gripe-es-un-veneno-mortal/
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