Sentir fuertes dolores en el pecho, náuseas, sudores fríos o un fuerte dolor en el brazo izquierdo puede ser, en muchos casos, signos claves para identificar que se está a punto de sufrir un ataque al corazón. La noticia es alarmante pero puede ser peor, y mucho más si la persona afectada está sola y no tiene cerca a nadie que pueda acudir en su auxilio a tiempo.
El ataque al corazón o infarto, como suele conocerse, es mucho más común de lo que se cree. Sucede cuando las arterias coronarías quedan bloqueadas por un coágulo de sangre y no reciben oxígeno suficiente. También puede producirse por un espasmo, causa mucho menos frecuente, quedando la arteria reducida de su tamaño normal y disminuyendo el flujo de sangre de forma considerable. El dolor o presión que siente la persona puede durar incluso más de 20 minutos.
No hay un patrón marcado sobre a quién suele afectar más esta patología, si a hombres o mujeres, no obstante, en la mayoría de los casos suele presentarse en personas con más de 30 años de edad.
También es bueno aclarar que este tipo de ataques no siempre son fulminantes. En ocasiones puede tratarse de un pre-infarto, manifestándose como una especie de aviso en el cual el sistema cardíaco no está funcionado de la mejor manera o sugiere una enfermedad en la zona, es decir, un desajuste en el funcionamiento del corazón.
¿Cuáles son las causas?
Un infarto puede producirse por muchos motivos. Hay factores de riesgo claros que pueden dar pie a la obstrucción de estas arterias, como es el consumo excesivo de tabaco, los altos niveles de colesterol, la tensión alta o, incluso, el sobrepeso, provocado muchas veces por la ingesta descomunal de alimentos altos en grasa.
Está claro que un infarto es un asunto grave que hay que atender inmediatamente, por lo que pasar por esta situación estando solos es peligroso. ¿Qué puede hacer la persona afectada si no tiene a nadie cerca que logre ayudarlo?
¿Qué hacer para sobrevivir a un infarto?
Normalmente, siempre estamos al tanto de qué hacer si se está en un situación con un herido, pero nunca se sabe qué es lo que debe hacerse cuando el afectado está solo. A continuación, tenemos algunos consejos útiles para prevenir esta situación y evitar que el ataque al corazón pueda ser mortal por no actuar a tiempo.
Lo primero que se debe hacer es identificar rápidamente los síntomas que se producen, para así tener claro que lo que se siente es un infarto.
Si se observan muchas de estas señales (mareos, sudor, dolor en el pecho y en el brazo izquierdo), se debe localizar rápidamente un botiquín, o el sitio donde normalmente se almacenen los medicamentos, y coger una aspirina. Lo recomendable es masticarla, ya que esto puede hacer que la sangre no se coagule y que fluya con normalidad. Le dará a la persona, por lo menos, 30 minutos de alivio.
Si no se tiene aspirina, lo mejor es evitar tomar agua, pues la ingesta de líquidos puede obstruir el trabajo de los médicos en el momento en que la persona sea tratada.
Llama inmediatamente a urgencias o a algún familiar o amigo que pueda hacerlo por ti, explicando cual es tu situación y donde te encuentras.
Mientras esperas a los servicios de emergencias, recuéstate boca arriba y coloca los pies en alto. Esta posición abrirá el diafragma y con ello facilitará la entrada de mas aire en el cuerpo y por lo tanto de más cantidad de oxigeno.
Mantén una respiración profunda y totalmente estable, no te dejes llevar por el pánico, tu respiración tiene que ser lenta y profunda para que la provisión de oxigeno a la sangre sea continua.
Es bueno tener en cuenta que los primeros 30 minutos de un ataque cardíaco son determinantes. Actuar lo antes posible es clave para evitar que el infarto sea mortal.
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