sábado, 28 de abril de 2018

6 Principios Básicos para practicantes de Meditación

A continuación una guía fácil de usar que integra meditación, budismo, sabiduría y conocimientos sobre el cerebro.

Motivación, diligencia, una meta clara, cachar las expectativas y distracciones, y mantener la postura. Esto es lo que un meditador principiante necesita para empezar a indagar en la meditación. 

Así como te preparas para una actividad física o algún hobbie, para meditar requieres de herramientas puntuales que te ayudarán a mantener la disciplina y no frustrarte en los inicios.

Según el especialista John Yates, autor del libro The Mind Illuminated: A Complete Meditation Guide Integrating Buddhist Wisdom and Brain Science, estos son los seis principios que debes tomar en cuenta para lograr meditar y sacarle provecho a tu práctica:




Enciende tu motivación. Después de ocupar tu lugar en una silla o en un cojín de meditar, recapitula por qué has decidido meditar. Tal vez sea para lograr espacio mental, para mejorar la concentración o para iluminarte.

Foto: Sanja Marusic

Ponte metas razonables. No juzgues tus metas como buenas o malas, pero recuerda que tener metas claras da un sentido de dirección; sólo sé realista con lo que te propongas. Al principio tus metas pueden ser simples, como proponerte dejar de fantasear y soñar despierto o tratar de ser más paciente cuando te toca hacer fila.

Vigila tus expectativas. Ten cuidado de aferrarte a conseguir algo o estar haciendo “consumismo espiritual”, pues fácilmente podrías decepcionarte de ti mismo o quedar atrapado en algo que ambicionas.

 A veces será fácil mantener el foco de atención, pero no esperes grandes progresos cada vez que te sientes a meditar.

Actúa con diligencia. 

Esto quiere decir: pon entusiasmo genuino, ponle corazón a tu práctica en vez de perder el tiempo cabeceando, planeando o soñando despierto. Comprométete. 

No seas indulgente y mantente decidido a meditar pase lo que pase.




Repasa los distractores. Antes de comenzar repasa, percibe, pregúntate en qué estado de ánimo estás y haz un rápido inventario de tu día y de lo que podría distraerte; reconoce estos pendientes o emociones y, metafóricamente, ponlos a un lado de tu sitio de meditar (a lo mejor no lo consigues, pero tener la intención cuenta).

Ajusta y mantén la postura. Observa y ajusta los siguientes aspectos en tu postura:

Ajusta tu cojín o accesorios para meditar.

El tope de tu cabeza, tu cuello y tu espalda deben estar alineados; no debes reclinarte hacia atrás o adelante, ni irte hacia el lado izquierdo o el derecho, sino estar en el centro. Tus orejas deben estar paralelas a tus hombros.

Tu boca debe estar cerrada, tus dientes entreabiertos, tu lengua detrás del paladar.

Tu mirada debe estar entreabierta, como si estuvieras leyendo un libro, pero con los ojos enfocados hacia el piso.

Respira por la nariz de forma natural, ni más profundo ni más rápido, tal y como sucede en ese momento; sólo vas a atestiguar tu forma de respirar. No se debe sentir como una respiración forzada o controlada.
Relájate y disfruta; escanea cualquier tensión en tu cuerpo, pero sobre todo:

RESPIRA.

https://ecoosfera.com/2018/04/guia-basica-aprender-meditar-meditacion/

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